Quién te cantará

El realizador madrileño Carlos Vermut se confirma como uno de los grandes nombres del más reciente cine español con su tercer largometraje, Quién te cantará, que bebe al mismo tiempo de la filmografía de Pedro Almodóvar (el personaje de Lila recuerda en algunos momentos a Huma Rojo, papel que interpretaba Marisa Paredes en Todo sobre mi madre, 1999) y de títulos como El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, 1950) o Fedora (1978), ambas dirigidas por Billy Wilder.

Tras Diamond Flash (2011) y Magical Girl (2014), el tercer largometraje de Carlos Vermut, Quién te cantará, se plantea como una película de actrices, en la que asistimos a varios duelos interpretativos. Los temas del doble, la sustitución, la vampirización y el espejo están presentes casi desde el principio, cuando encontramos a una desorientada Lila Cassen (Najwa Nimri)en la playa, donde ha sufrido un misterioso accidente que le ha hecho perder la memoria. Lila fue una gran diva del pop que abandonó los escenarios hace diez años y vive recluida en su mansión junto a una playa gaditana (Rota), pero en el momento en el que sufre el accidente estaba preparando su regreso triunfal.

La película de Vermut habla de las máscaras, no solo de la máscara de Lila Cassen, sino de las de las otras actrices que giran alrededor del personaje de Lila. Como ya se ha dicho, Lila ha olvidado quién es (de hecho, reconoce en una foto a Lila Casen, pero no sabe que ella es Lila Casen). Para que Lila pueda recuperar su memoria y su forma de cantar, su agente, Blanca (Carme Elias), recurre a una camarera que se ha pasado buena parte de su vida imitando a Lila en los karaokes. Se trata de Violeta (Eva Llorach), la auténtica protagonista del film, que vive una existencia angustiada por la tormentosa relación que mantiene con su hija Marta (Natalia de Molina). Vermut le ha regalado aquí a Eva Llorach (con la que ya había trabajado en sus dos anteriores largometrajes) un personaje inolvidable. Llorach ha trabajado, durante muchos años, en el cine independiente y ha aparecido en algunas series, pero ahora, gracias a su papel de Violeta, será conocida por el gran público.

Como ya se ha señalado, Vermut ha rubricado una verdadera película de actrices, en la línea de Almodóvar, Bergman o Woody Allen; de hecho, los papeles masculinos de Julián Villagrán e Ignacio Mateos resultan meramente anecdóticos. En Quién te cantará encontramos a cuatro actrices en estado de gracia: una hierática Najwa Nimri que canta sus propias canciones; una contenida Carme Elias; una inmensa Eva Llorach, auténtico descubrimiento del film (aunque las canciones de Violeta las cante Eva Amaral); y una desconcertante Natalia de Molina, que ofrece uno de los papeles más duros de su carrera. Toda la película se basa en las relaciones entre Lila, Blanca y Violeta, por un lado, y Violeta y Marta, por otro. Se produce un interesante ejercicio de liberación, pero también de vampirización y sustitución. Muchos críticos han destacado la fuerza de un plano fijo en el que el personaje de Violeta se transforma, y eso es algo que logra Eva Llorach con su mirada. No diremos más, pero, quien tenga la oportunidad de ver la película, no olvidará esa mirada, esa transformación, esa metamorfosis, que supone un giro radical.

Además de los temas musicales de Najwa Nimri, lo que produce un interesante juego de espejos, Vermut también utiliza canciones como “Quién te cantará”, de Mocedades, o “Procuro olvidarte”, que muchos artistas han inmortalizado. Todos esos temas y la banda sonora de Alberto Iglesias configuran una interesante propuesta que da una pátina musical a este melodrama que, como señala el propio Vermut, podría formar parte del subgénero de “artista que se relaciona con su imitador”, en la estela de títulos como Persona (Ingmar Bergman, 1966), Las amargas lágrimas de Petra von Kant (Die bitteren Tränen der Petra von Kant, Rainer Werner Fassbinder, 1972), Opening Night (John Cassavetes, 1977) o Tacones lejanos (Pedro Almodóvar, 1991).

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