Reseñas de festivales
Réalité
Quentin Dupieux aterrizaba en su nave espacial en el Festival de Sitges en el año 2010 para hacernos reflexionar sobre cuestiones tan trascendentales como “¿Por qué E.T. era de color marrón?” o “¿por qué los personajes de La matanza de Texas no van nunca al baño ni se lavan las manos?”. Su conclusión era clara: “Por ningún motivo”. Todo esto estaba dentro de una historia llamada Rubber, cuyo protagonista era un neumático asesino. Esta película le hizo merecedor de los premios a Mejor Película Fantàstic, el Premio Citizen Kane de la crítica al director/a revelación y el Méliès de Plata a la Mejor Película Europea. Desde ese momento, Dupieux pasó a formar parte de los autores a tener en cuenta, que contaba con un lugar privilegiado dentro del festival, para estrenar cada una de sus nuevas obras. Por derecho propio. Por partir de preceptos cotidianos y transformarlos, en un solo paso, en algo nuevo con propiedades capaces de desconcertar, que rompe con las reglas. Por ser irreverente y encontrar alternativas a lo convencional. Y así ha sido. En los años subsiguientes se proyectaron Wrong (2012) y Wrong Cops (2013). En este 2014, Dupieux nos volvía a sorprender con Réalité. Quizás la película que mejor se ha ajustado al leit motiv del festival, que rendía homenaje al mundo de los sueños. El territorio de lo onírico como inspiración que impulsa la creatividad, como lugar laberíntico y encriptado que recorre nuestro subconsciente.
Premio de la crítica a mejor película