Críticas

La fatiga del espectador

Rebel Moon capítulo dos: La maldición del perdón

Rebel Moon – Chapter Two: Curse of Forgiveness. Zack Snyder. EUA, 2024.

Quizás sea difícil, a veces, crear epopeyas en el contexto moderno. Trátese o no de una cuestión cultural, es verdad que la épica hoy en día poco valor tiene, algo que, efectivamente, ya había perdido hace muchos siglos. Después del Cid, de Ariosto, de la Jerusalén y otros libros (algunos de los cuales quemados por los amigos del Quijote), la literatura ha preferido trabajar con material más real, menos ficticio, y producir una serie de elementos más ajustados a los hábitos y a los gustos de su público contemporáneo. Verdad es también que una de las películas más importantes (y racistas, por supuesto, diga Griffith lo que quiera decir, y se disculpe lo que quiera con su Intolerance) de la historia del cine es una epopeya americana (mejor dicho, terrible y rotundamente “gringa”) que pone de manifiesto cómo los malos negros solo pueden y tienen que ser abatidos por los buenos blancos del Klan (mala idea, por supuesto, y demos las gracias a un mundo en el cual la mayoría, creemos, rechaza esta idea). Algo parecido a la epopeya, en los tiempos modernos, es la hexalogía de Lucas (todo lo que viene después de él no tiene valor real, seamos serios), y la obra presente de Snyder, secuela de un primer capítulo un poco flojo, nace efectivamente como propuesta para la galaxia lejana.

Una secuela, esta, que pone de manifiesto la voluntad de crear una gran epopeya, de carácter tan elocuente en su parte estética como también decepcionante en lo que al guion se refiere. Y es que, de hecho, Snyder sigue construyendo imágenes espectaculares gracias a un ojo profundo, perdiéndose en el torbellino de un sinfín de elementos narrativos ridículos, que nos hacen bostezar y llorar por el tiempo perdido y la absurdidad de lo que se nos está proponiendo. Los personajes no tienen ninguna gracia, allí están por el solo hecho de tener que estar allí, y las acciones que vemos llevarse a cabo nos hacen pensar cómo es posible que un diminuto pueblo de pocas almas de granjeros pueda convertirse en un seudo-ejército capaz de luchar contra soldados con decenas de años de experiencia. Absurdidades, entonces, que rellenan el movimiento irregular de una narración que, si vamos a controlar, resulta ser menos fuerte que la anterior, la de aquel capítulo en el cual nos dábamos cuenta de que las tres horas totales (más o menos) poco se ajustaban a nuestra capacidad de atención. Problemas, por supuesto, no solo de ritmo estético, sino de una historia no bien elaborada, un poco inmadura.

Y es de inmadurez que hay que hablar, ya que supuestamente Rebel Moon se presenta como un producto para mayores de edad, resultando desafortunadamente tan vacío de aquella profundidad necesaria para hablarle a un público de personas que quiere más que la simple presencia de sexo (que alguien nos salve de quienes piensan que siempre hay que mostrar el acto, cuando nada aporta a la historia) o de violencia (que por lo menos resulta divertida y grandilocuente en este segundo capítulo). Un producto para adultos, de hecho, implica una seriedad en la propuesta, en lo que se ofrece, algo que se traduce en respetar al público, dándole algo que funciona dentro de un proceso narrativo, o sea todo lo contrario de lo que vemos en estos casi 180 minutos, en los cuales se amontonan clichés y ridiculeces. Hay que preguntarse, entonces, si como espectadores nos queda cierto tipo de gana de seguir viendo las aventuras de nuestros rebeldes, ya que, si vamos a controlar bien, las casi seis horas de los capítulos se hubieran podido reducir a un solo y único episodio de quizás dos horas. No siempre aumentar el contenido significa aumentar el placer.

Dicen que trabajar con Snyder y su esposa es una de las mejores experiencias del cine contemporáneo, por lo menos en los Estados Unidos. Podríamos creerlo, y no vemos razón de rechazar esta vox populi. De todas formas, Snyder es un director difícil de analizar: algunos de sus filmes, sobre todo en su versión original (o sea director’s cut), son efectivamente entretenidos (300, Man of Steel, BvS, su Liga), mientras que otros, según lo que dice el público, no logran rozar ni la suficiencia. Se ha creado una polarización muy fuerte entre los que lo defienden y los que rechazan cualquier cosa que este autor produzca. Rebel Moon, con sus dos primeros capítulos en versión extendida, forma parte de las decepciones, de aquellos productos que muestran, demuestran y subrayan cómo cualquier obra no puede sino hundirse si su base (el guion) no ha sido pulida bien. Quizás sea mejor que esta epopeya acabe aquí, sin tener que seguir con un cuento modesto, superficial e insuficiente, y que Snyder logre producir otros filmes en los cuales pueda mostrar que, sí, es un buen director (y no solo una buena persona) a quien solo le hace falta un guion bien escrito.

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Ficha técnica:

Rebel Moon capítulo dos: La maldición del perdón (Rebel Moon – Chapter Two: Curse of Forgiveness),  EUA, 2024.

Dirección: Zack Snyder
Duración: 173 minutos
Guion: Zack Snyder, Kurt Johnstad, Shay Hatten
Producción: Deborah Snyder, Eric Newman, Zack Snyder, Wesley Coller
Fotografía: Zack Snyder
Música: Tom Holkenborg
Reparto: Sofia Boutella, Djimon Hounsou, Ed Skrein, Michiel Huisman, Doona Bae, Anthony Hopkins

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