Críticas

Largo

Rebel Moon – Chapter One: Chalice of Blood

Zack Snyder. EUA, 2024.

Las grandes sagas necesitan tiempo. Si vamos a controlar y analizar las primeras de nuestras civilizaciones, la de Homero (la de la guerra por una mujer) y la de Gilgamesh (con el problema de la muerte y de la vida eterna), ya veremos cómo es necesario seguir cierto ritmo para que todo fluya y tenga su espacio. Es una necesidad, por supuesto, que funciona dentro del marco de un producto literario (si bien las epopeyas se cantaban, más o menos) y que supone un uso correcto de las técnicas típicas de este tipo de narración. Diferente, también por cuestiones de presupuesto, la decisión de crear sagas en el cine, ya que hay muchas limitaciones que pueden disminuir las posibilidades de la imaginación del director (y del guionista, por supuesto). Hay que luchar, entonces, en contra del tiempo, aquí en relación con el límite máximo de atención por parte del público. Y es así que, efectivamente, se tiende a no superar las dos horas, dejando las dos y media o tres o más a aquellos artistas que piensan que su historia necesita, rotunda y perfectamente, mucho tiempo (un ejemplo de gran calidad es el Killing, de Scorsese).

El caso de Snyder es particular. Se trataría de una epopeya del género de ciencia ficción, propuesta inicialmente para ser parte del mundo de George Lucas (dentro de las propuestas de Disney) y del todo rechazada. Se notaría, entonces, una estructura narrativa de world-building que mucho que ver tiene con el mundo de la galaxia lejana, lo cual, dicho sea de paso, de por sí no implicaría una falta completa de imaginación. Y es que, efectivamente, la presencia de un imperio del mal y de unos rebeldes que quieren luchar es también parte de los mecanismos básicos de muchas historias, ya que se propone, como siempre, el mal contra el bien, la voluntad de ser libres, por un lado, y la de la autoridad negativa, por el otro. Elementos, entonces, fáciles de comprender y que le dan a la historia de esta primera parte una estructura que no se complica demasiado. Algo que, quizás, podría parecer demasiado simple o, mejor dicho, que comporta una serie de análisis estructurales sobre la bondad de cómo el cuento se va desarrollando. Y esto, porque un problema de la película es, efectivamente, tener un ritmo muy lento.

No se quiere decir aquí que el problema se inserta en la falta de cierta velocidad necesaria para que el discurso fluya con más agilidad. Lo que se subraya es la cuestión de cómo la estructura narrativa de esta primera parte, dentro del concepto de director’s cut, parece tener elementos inútiles si bien su presencia no estorba el conjunto global de la narración. Es como si los muchos minutos fuesen tan necesarios como innecesarios dentro de lo que sería una estructura de carácter fílmico. Y es aquí que se nota el problema de este primer capítulo (y quizás de otros): más que un filme único, a lo mejor, hubiera sido más correcto dividir el cuento en fragmentos de una hora cada uno, ya que el ritmo y la estructura parecen más ajustados a las reglas de las series de televisión y no tanto a las del cine en la gran pantalla. No se trata, entonces, de rechazar el producto en cuanto carente de ritmo, sino de notar cómo su estructura actual poca relación tiene con la posibilidad de ver la película como un único cuento; o, más simplemente, la atención del espectador se pierde hasta quizás el aburrimiento debido al cansancio mental, cosa que no tendría lugar si de episodios más pequeños se tratara.

La cuestión de crear epopeyas en el cine depende muchas veces de cuánto tiempo tenemos a disposición. Lucas sabía que la atención del público tiene sus límites, y es por esto que, efectivamente, sus seis episodios se pueden ver durante un solo día sin muchos problemas; no hay cansancio mental al final del arco narrativo. Diferente es la cuestión de Snyder, quien, si bien nos presenta una primera historia que de por sí funciona suficientemente, también muestra cierta debilidad dentro de un movimiento que carece de un buen ritmo. Se trata, entonces, de una obra que sí presenta aspectos positivos, que logra en parte estimular nuestra atención, pero de la cual se nota su longitud dentro de un canon técnico que llevaría a los autores de cine a controlar hasta qué punto, efectivamente, el espectador es capaz de aguantar. Y es así, entonces, que quizás la mejor manera de ver esta película sea dividirla nosotros mismos, los espectadores, en tres sesiones más cortas pero más simples de digerir.

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Ficha técnica:

Rebel Moon – Chapter One: Chalice of Blood ,  EUA, 2024.

Dirección: Zack Snyder
Duración: 204 minutos
Guion: Zack Snyder, Kurt Johnstad, Shay Hatten
Producción: Deborah Snyder, Eric Newman, Zack Snyder, Wesley Coller
Fotografía: Zack Snyder
Música: Tom Holkenborg
Reparto: Sofia Boutella, Djimon Hounsou, Ed Skrein, Michiel Huisman, Bae Doona, Ray Fisher, Charlie Hunnam, Anthony Hopkins

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