Críticas
¿Rebelión o resistencia?
Rogue One: Una historia de Star Wars
Rogue One. Gareth Edwards. EUA, 2016.
Disney controla muy bien los tiempos de los estrenos y está dispuesta a optimizar los beneficios de todas sus franquicias, como ya ha demostrado sobradamente con la marca Marvel. En cierto modo, Disney es como el Imperio, y Rogue One: Una historia de Star Wars es un producto perfectamente manufacturado que actúa como si fuera el recuerdo de una vacuna, una especie de dosis administrada entre los episodios VII, El despertar de la fuerza (2015), y el VIII, cuyo título ya se ha anunciado, El último Jedi (2017). Con una campaña publicitaria mucho más discreta que el episodio VII, Rogue One ha llegado a las pantallas en fechas tan propicias como las navideñas, dispuesta a convencer a una legión de fans ya convencidos, entre los que me incluyo.
Lo cierto es que nadie esperaba demasiado de Rogue One ni de su director, Gareth Edwards, realizador de Monsters (2010) y de la última versión de Godzilla (2014), pero la película funciona bien y ha sorprendido bastante, ya que, frente al clasicismo del relato de J. J. Abrams, el de Edwards resulta mucho más oscuro y anecdótico, casi marginal. No tenemos aquí a los grandes nombres de la Rebelión, sino a dos personajes que están más cerca de Han Solo que de Leia Organa. Se trata de Jyn Erso (Felicity Jones) y de Cassian Andor (Diego Luna), quienes lideran la misión que dará finalmente título al filme. Ambos personajes tienen un oscuro pasado, pero solo accedemos al de Jyn, que está estrechamente entrelazado con el diseño y la construcción de la primera Estrella de la Muerte, ya que Jyn es hija de uno de los ingenieros que la construyeron, Galen Erso (Mads Mikkelsen).
De hecho, la construcción de la Estrella de la Muerte sirve como pretexto argumental para este spin off. En un momento dado del episodio IV, se afirmaba que el robo de los planos de la Estrella de la Muerte había costado muchas vidas. Pues bien, eso es lo que cuenta Rogue One, el robo de dichos planos. Además, también justifica argumentalmente la existencia de un punto débil, de un talón de Aquiles, en semejante estructura, una estación espacial preparada para destruir planetas enteros. El resultado es una película especialmente oscura, de atmósfera casi sucia, sin héroes ni princesas, ya que los protagonistas son supervivientes que tratan de escapar de las garras del Imperio, aunque eso les lleve, en ocasiones, a caer en las de la Rebelión o en las de un personaje tan siniestro como Saw Gerrera (Forest Whitaker).
Rogue One ha funcionado bien en taquilla y ha tenido en torno a los dos millones y medio de espectadores solo en España, lo que la ha convertido en la película más taquillera de las Navidades junto a ¡Canta! (Sing, Christophe Lourdelet, Garth Jennings, 2016), que se estrenó una semana después. Sin duda, ofrece otra visión de esa galaxia lejana que tan bien creíamos conocer, un mundo mucho más ancho y ajeno de lo que cabía esperar, con el Imperio Galáctico a pleno rendimiento y con Darth Vader como el azote de la Rebelión. Aunque John Williams no ha compuesto la banda sonora, el genial Michael Giacchino ha conseguido una serie interesantísima de variaciones sobre los temas principales del maestro, muy acordes, además, con el tono bélico y pesimista de la película.
Uno de los grandes aciertos de Rogue One es que consigue enlazar esta historia con el comienzo del episodio IV. También resulta especialmente llamativa la aparición de personajes como Mon Mothma, el general Dodonna o Bail Organa, por no hablar de la presencia del Gobernador Tarkin (que nos devuelve digitalmente a Peter Cushing) o del inefable Darth Vader, a quien James Earl Jones vuelve a prestar su voz en la versión original. Ahora bien, el villano de la función no es ninguno de ellos, sino uno creado ad hoc, Orson Krennic (Ben Mendelsohn), ingeniero al mando de la construcción de la Estrella de la Muerte. Y aquí es donde radica el acierto de Rogue One, en su ausencia de pretensiones, en contentarse con ser simplemente “una historia de Star Wars”, una puerta de entrada para la saga galáctica más famosa de todos los tiempos, para el universo de ficción más rentable del séptimo arte.
Premios:
Nominada al Oscar al Mejor Sonido y a los Mejores Efectos Visuales
Tráiler:
Ficha técnica:
Rogue One: Una historia de Star Wars (Rogue One), EUA, 2016.Dirección: Gareth Edwards
Duración: 133 minutos
Guion: Chris Weitz y Tony Gilroy
Producción: Simon Emanuel, Kathleen Kennedy, John Knoll, Jason Gatlin, Allison Shearmur
Fotografía: Greig Fraser
Música: Michael Giacchino
Reparto: Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Riz Ahmed, Wen Jiang, Mads Mikkelsen, Alan Tudyk, Forest Whitaker, Valene Kane, Guy Henry, Alistair Petrie, Genevieve O'Reilly, Jimmy Smits, Daniel Mays, Jonathan Aris, Ben Daniels, Ian McElhinney, Spencer Wilding