Críticas

Violencia sin ostentación

Romper el círculo

It Ends with Us. Justin Baldoni. EUA, 2024.

Romper el círculo aficheLily Bloom es una chica hermosa, conoce a Ryle, atractivo cirujano que resulta ser impulsivo y agresivo a partir del matrimonio. Atlas, compañero del pasado, intentará protegerla y rescatarla de una problemática relación.

Tema subexplotado al servicio de varios factores que ofician de línea directriz motivadora para una serie de consejos prácticos hacia la víctima de clase media.

Los avatares del filme se agrupan en función de lo que sería el punto de vista de la protagonista, quien ejerce un inestable coqueteo con el que será su maltratador. Todos los elementos están dispuestos a la espera de dudas muy tibias. El montaje contribuye a generar algún tipo de interrogante acerca de lo accidental o incidental de los sucesos, lo cual redunda en una imagen masculina salvaguardada ante toda posible acusación de género.

El personaje de Justin Baldoni es un hombre violento por arranques entre planos fugaces en el tiempo. Dos circunstancias son velozmente presentadas con la cámara encima de los personajes, una edición que, en principio, genera el punto de vista de la protagonista, no como toma de postura sino desde la posible percepción que aporta la duda en la velocidad del instante. Será una guía que fomente la expectación ante lo difuso. Necesidad de dilucidar la disyuntiva del límite borroso que impide la asignación de categorías precisas: ¿estamos frente a un accidente o ante un caso de violencia de género?

El proceso es aplicado y abreviado, adapta circunstancias de tímido empoderamiento avasallado por la virilidad de un musculoso latin lover. Ryle conoce los “secretos” de la seducción  amparada en un físico portentoso, sumado a una interesante y directa versatilidad verbal. Prototipo de hombre ganador, irresistible don Juan del siglo XXI carente de sutilezas y portador de sobrados recursos.

Romper el círculo fotograma

Es así, como la relación comienza inmersa en una interesante, prolija y dinámica narración que combina sucesos del presente con determinantes experiencias pasadas. Flashbacks superpuestos configuran escenas a manera de irrupción hacia momentos culminantes. El peso del pasado reaparece, instancias clave ejercen influencias positivas, establecen una ligazón que permite comprender y ejecutar acciones para la liberación de un vínculo que no alcanza a volverse tóxico.

El filme rescata esta posibilidad como mensaje preventivo, razón por la cual no escarba en la infancia de los protagonistas, ni desarrolla un estilo de presentación donde el maltrato sea excesivo. Solo 3 momentos de violencia compulsiva, 2 de las instancias son dudosas, bien aprovechadas por breves planos inteligentemente montados. La agresión es reducida a mínima expresión, cuasi accidental en apariencia. La tolerancia también debe ser mínima. Los personajes masculinos son considerados en sus dificultades, ni desvalorizados ni defenestrados; su situación se reduce a “humanos con problemas”.

Romper el círculo escena

Lily transporta una discreta ancla, su sentimiento, aunque no lo reconozca, está ligado a tempranas experiencias con un chico que reaparecerá en su vida e intentará protegerla. Es el contrapeso que modula la presencia masculina, lo que hace que el filme no sea feminista en términos radicales, equilibrio que establece el fenómeno de la violencia en medio de contextos de vida comunes. La agresión va de la mano del ser violento, no del ensañamiento con la mujer por ser tal.

La perspectiva, considerada y comprensiva, zanja una postura tolerante en términos de ausencia de escarnio y burla hacia el agresor. Se desvincula del modelo de hombre machista que humilla por propia condición en el intento de asentar su “innata superioridad”.

Los orígenes del descontrol, cualidad impulsiva del maltrato, son llevados a puntuales experiencias de sobrecarga emocional reiteradas en el tiempo. El accidente familiar brota como causa de una impulsividad que no alcanza a controlar la ira. Las dificultades son de Ryle. Atlas se diferencia por su actitud ante la mujer. A pesar de haber padecido la violencia hacia su madre, no alcanzó a identificarse con su padre.

Los resultados relativizan los orígenes, los hijos de padres agresores no necesariamente toman el mismo camino. La experiencia puede contribuir a rechazar la violencia, la toma de conciencia es en defensa del respeto a la integridad del otro. Visión optimista anclada en la posibilidad de cambio por las nuevas generaciones; los padres de los protagonistas no llegan a ‘romper el círculo’, sus hijos sí.

Romper el círculo juega con aquello de te doy tu lugar pero no permito que te apropies del mío. Algo tan simple como una caricia, o el cariñoso palmoteo de una lápida, entran en franca contradicción con un discurso que reafirma el deseo de divorcio o la aceptación del lugar del padre fallecido. Separación de espacios disociada del reconocimiento de aspectos vinculados a derechos propios de un rol no invalidado por completo.

No obstante estas cuestiones, la cinta sostiene un aire a novelita rosa. El desenlace nos aproxima a una banda sonora que desliza sentimientos estereotipados; las circunstancias cotidianas introducen toques melodramáticos un tanto efectistas.

La contracara es la desilusión ante modelos consustanciados con la norma; ideales de belleza y status irrumpen asociados para transformarse en disfuncionalidades a contrapelo de moralinas de telenovela.

El filme se desarrolla con patrones de clase media integrada a un modo de vida proclive a determinadas concepciones acerca de la vida y las relaciones. Aspecto que destaca la promoción de salidas posibles a conflictos típicos. Recorte excluyente de sectores sociales de mayor vulnerabilidad a condiciones afectivas semejantes. Razón limitante que impulsa un esquema de rápidas conclusiones lógicas. El filme no toma riesgos, no inserta a fondo el cuchillo, se queda en planteamientos de rápida y accesible resolución que operan más a modo de consejo que de profunda y poderosa disección de realidades habituales. Punto en el cual se desprende de radicales y combativos enfoques feministas afines a defenestrar la presencia masculina.

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Ficha técnica:

Romper el círculo (It Ends with Us),  EUA, 2024.

Dirección: Justin Baldoni
Duración: 130 minutos
Guion: Christy Hall. Novela: Colleen Hoover
Producción: Page Fifty-Four Pictures, Sony Pictures Television, Wayfarer Studios. Distribuidora: Sony Pictures Releasing
Fotografía: https://www.filmaffinity.com/es/film607991.html#:~:text=Fotograf%C3%ADa-,Barry%20Peterson,-Compa%C3%B1%C3%ADas
Música: Duncan Blickenstaff, Rob Simonsen
Reparto: Blake Lively, Justin Baldoni, Jenny Slate, Brandon Sklenar, Hasan Minhaj, Amy Morton, Alex Neustaedter, Isabela Ferrer, Kevin McKidd, Robert Clohessy, Steve Monroe, Will Fizz, Lana McLellan

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