Sex Tape: Algo pasa en la nube

La sexualidad es un tema tabú en la sociedad. A la gente no le gusta hablar públicamente de eso (bueno, no a la mayoría), y aunque hay mucho morbo y curiosidad al respecto, hay un sentimiento claro de invasión de la intimidad cuando el tema sale a flote. Como todo lo prohibido, produce una adrenalida morbosa y genera excitación, al menos la suficiente como para reactivar emociones.

Basada en esto, llega Sex Tape, una comedia romántica para treintañeros y parejas jóvenes de casados, en la que se reflejan problemas comunes de las familias neófitas y de la forma en la que se han desarrollado sus vidas en común. Dirigida por Jake Kasdan (Bad Teacher y New Girl, 2011), es una cinta ligera, muy al estilo de Zack and Miri Make a Porno (Kevin Smith, 2008), con gags, y con una Cameron Diaz que ya no sale de soltera cotizada, sino de madre de dos niños.

La historia no es nada nuevo, y seguro que cientos de parejas han pasado por algo similar: Annie y Jay se dan cuenta de que ya no tienen relaciones con la frecuencia y la pasión con la que las tenían antes, por ello deciden grabar un encuentro con nada menos que una tableta electrónica. El problema surge cuando ese video se esparce indebidamente por la red.

Lo anterior, contenido en el formato de una comedia americana “romántica”, no ofrece nada particularmente interesante. Su forma es utilitaria, amable y cercana, con colores brillantes, con lugares comunes, y con un reparto que –de tan familiar- se vuelve más allegado a los espectadores que se encuentran en el rango de edad promedio para esta cinta (entre los veintiocho y cuarenta años de edad).

No obstante su sencillez, el argumento versa sobre algunos temas que vale la pena explorar con más detenimiento. En primer lugar, la naturaleza humana que ahora encuentra emociones a través del uso de los nuevos medios de comunicación. La excitación actual no proviene del cortejo, las flores y las salidas tomados de la mano; no, se fundamenta en el “texting”, en compartir comentarios en Facebook, y en registrar en los dispositivos móviles las experiencias que se viven a diario. Para poder encender la pasión actual, se requiere de una herramienta tecnológica. Más aún, para poder volver a unir una pareja, deben pasar por una serie de obstáculos, que tienen que ver con la tecnología que está alejada de ellos, pero que es necesaria para que haya cohesión nuevamente entre ambos.

La tecnología parece ser un tema importante en la película, puesto que –además- el trabajo de los personajes principales se ve rodeado por ésta. Es más, el trabajo de ella –que está por conseguir un contrato generoso- se basa en compartir públicamente sus pensamientos como madre a través de un blog, que se ha vuelto particularmente popular.

Pero como todo en esta vida, las posibilidades de los avances siempre conllevan desventajas y agujeros de desconocimiento, que son completamente normales ante la vertiginosidad de la evolución de la ciencia y la tecnología. Así, este par de incautos exploradores del video digital, se meten en problemas ante la incomprensión de la “nube”, que puede reproducir la información y movilizarla sin tener que hacer realmente nada.

Parece un ejemplo burdo, y por supuesto peligroso, pensar en que algo tan íntimo como un video sexual pueda ser esparcido con tanta rapidez; pero así como su ejercicio audiovisual se diseminó sin que alguien se percatara, así la información publicada en cualquier red social o enviada por algún medio electrónico puede ser de pronto sembrada y difundida, y estar al alcance del mundo entero.

Aunado a toda esta situación actual con la tecnología, está la importancia de mantener una relación saludable con la pareja, en la que el equilibrio, la comunicación y la comprensión son fundamentales para lograr convivir durante años. A veces, es más bien la falta de convicción y convivencia lo que termina por complicar la manera en la que ambas partes se relacionan. Sin embargo, es el enfrentamiento con un problema mayor lo que obliga a la pareja a trabajar nuevamente lado a lado, hasta limar las asperezas y despertar los sentidos a la vida compartida. Entonces, los tiempos difíciles son más efectivos que las satisfacciones –de cualquier tipo.

Si bien Sex Tape se disfraza de historia sencilla, la realidad es que muestra –como buena cinta contemporánea y comercial que es- un reflejo de lo que se vive en la actualidad, de la manera en la se desarrollan las relaciones, la forma de operar de los nuevos matrimonios que viven inmersos en un mundo desechable, instantáneo y acelerado, en el que las personas se hallan más conectadas entre sí a través de los distintos medios, pero más desconectadas de su ser interior y de las personajes que les rodean de forma cercana. La inmediatez y la posibilidad de compartir –absolutamente todo- destroza sin miramientos la capacidad de disfrutar los pequeños detalles que rodean a cada individuo.

Tráiler: