Críticas
Recuperar el tiempo perdido
Si de verdad quieres…
Hope Springs. David Frankel. EUA, 2012.
“Creo que me sentiría menos solitaria si estuviera sola”. Estas son las crudas, pero ciertamente identificables, palabras que Kay (Meryl Streep) dice a su terapista (Steve Carell) en una de las sesiones de la semana de “terapia intensiva para parejas”, a la cual acude con su esposo de hace treinta y un años, Arnold (Tommy Lee Jones). Pues, ¿cuántas veces nos hemos sentido solos, estando rodeados de muchas personas? ¿O tal vez solos, estando con la persona con quien se supone que pasaremos el resto de nuestras vidas?
Ciertamente nos encontramos con una gran sorpresa, pues la película no es la comedia que uno esperaría observar al entrar en la sala de cine después de ver el tráiler promocional; es más un relato serio, franco, real y, en ocasiones incómodo, de una mujer que intenta recuperar el romance perdido en su matrimonio. Y mientras más nos metemos en la película, más sorpresas nos llevamos, pues no solo es una historia de las posibles preocupaciones domésticas de una mujer, es una historia de insatisfacción sexual y la búsqueda por recuperar la fantasía en la pareja.
Hope Springs es la segunda ocasión en que David Frankel se reúne con la ganadora del Oscar, Meryl Streep; su primer trabajo juntos fue la muy aclamada El diablo viste de Prada (The Devil Wears Prada, 2006), también interpretada por la recientemente ganadora del Oscar, Anne Hathaway. Con esta película, el dúo director-actriz nos demuestra una vez más que todavía hay en Hollywood excelentes papeles para mujeres que pasan de los sesenta años. En 2008, Frankel se consagraría una vez más, con el éxito de taquilla Marley y yo/Una pareja de tres (Marley & Me), protagonizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson. En esa ocasión, David Frankel conquistó al público (amantes y no amantes de las mascotas), no solo por contar una bella historia de un adorable can, sino por lograr ir más allá, relatando el tropezado y complicado camino que significa convertirse en adulto, los cambios y las nuevas responsabilidades que trae el crecer y el inevitable paso del tiempo.
Con cada una de sus películas, David Frankel nos ha demostrado un tacto único para contar historias simples, que de una u otra manera llegan a lo más sensible de las personas; en algún punto todos logramos sentirnos identificados. Historias quizás juzgadas como frívolas por algunos, pero que de la mano de un buen director han sabido ser correctamente narradas.
Hope Springs o Si de verdad quieres…, como ha sido traducida al español, es también un relato que trata del paso del tiempo, pero en esta ocasión, del paso del tiempo en una relación matrimonial, y cómo este puede afectar si no ha sido bien llevado. Con excelentes interpretaciones, a las que ya estamos acostumbrados, y excelente química entre Meryl Streep y Tommy Lee Jones, vemos cómo en una pareja, la costumbre y la poca comunicación pueden llegar a ser cruciales para el desgaste de una relación. Los muy peligrosos: “yo creí que tú no querías”, “tú dejaste de…”, “tú dijiste que…”, esos pequeños malentendidos que con el paso del tiempo llegan a ser los causantes del distanciamiento, del resentimiento y del enojo; cada día que pase sin ser tratados o comunicados pueden crecer más, haciendo que una pareja pase a ser tan solo dos personas que se cruzan diariamente bajo el mismo techo, y en el caso de Kay y Arnold, incluso durmiendo durante años en cuartos separados.
Kay, no dispuesta a seguir con ese vacío diario, invierte sus ahorros en un viaje al estado de Maine, para realizar la “terapia intensiva de pareja” con el reconocido Dr. Feld, en la pequeña ciudad de Great Hope Springs. Cabe recalcar que organiza el viaje sin consultarlo con su marido, Arnold, un hombre amargado, constantemente enojado y sin ningún interés de salir de la rutina diaria que ha llevado los últimos quince años. Para Kay, este es el último intento para reencontrarse con su marido, y para Arnold es tan solo un berrinche de su mujer, pero el cual acepta porque, de alguna manera, sigue queriendo complacerla. La sorpresa se la llevan ambos, mientras realizan las sesiones, pues no solo hay malentendidos entre los dos, hay también deseo sexual reprimido, fantasías sin cumplir, aburrimiento y poca experimentación en sus relaciones sexuales. Y lo que para algunos puede llegar a no ser una sorpresa, para ellos es una revelación; el complacerse uno al otro, tocarse y abrazarse; la intimidad, como parte esencial para mantener la llama viva en el matrimonio, ha sido una de las causantes de su alejamiento. Con los ejercicios que les envía diariamente el Dr. Feld, intentarán quitar, una a una, las cicatrices que la pareja ha acumulado por años. Tratarán de restablecer el contacto físico perdido y encontrar la manera de volver a conectarse en su matrimonio.
Para los que estabamos acostumbrados a ver a Steve Carell semana a semana en su papel cómico en la serie The Office, esta es una gran oportunidad para disfrutar su otra faceta a pleno (no sorprende que David Frankel lo haya escogido, pues en la misma serie apreciamos su versatilidad). Con un papel secundario y con pocos minutos en pantalla, es él justamente quien dice una de las frases más conmovedoras y que seguramente el público “maduro”, a quien está dirigida la película, la viva y sienta más… “Hasta los mejores matrimonios tienen años espantosos. Tan malos que dan ganas de darse por vencidos. Pero no lo hagan. Aguanten. Llegará una época en que mirarán este momento… como el preludio de algo más pleno… y más rico, de algo con lo que jamás habían soñado”.
Tráiler:
Ficha técnica:
Si de verdad quieres… (Hope Springs), EUA, 2012.Dirección: David Frankel
Guion: Vanessa Taylor
Fotografía: Florian Ballhaus
Música: Theodore Shapiro
Reparto: Meryl Streep, Tommy Lee Jones, Steve Carell, Elisabeth Shue, Jean Smart, Susan Misner, Ben Rappaport, Mimi Rogers, Damian Young, Daniel Flaherty.
Me parece muy acertada esta critica, no solo por resumir de una manera muy concreta lo mas importante de la película, pero ademas por la veracidad de los sentimientos identificables que tenemos con la historia y con los personajes. Gran película, gran historia, y gran final.