Críticas
No basta con una aterradora sonrisa
Smile
Otros títulos: Sonríe.
Parker Finn. EUA, 2022.
Yo odio ver tráileres de películas. No exagero, lo juro. En mi opinión, la mayoría están “mal hechos”, porque básicamente resumen todo en tres minutos y muestran las mejores escenas, dejando poco para cuando uno paga la entrada de cine. Esto suele pasar en las cintas de suspenso, y a Smile (Parker Finn, 2022) también le sucede. Aunque se guardan uno que otro susto para el largometraje, la mayoría de la historia ya es conocida (o incluso intuida) para el que ya vio el tráiler. Y no queda mucho que descubrir: una excelente premisa con un terror psicológico a medias que promete mucho y cumple poco, se queda en clichés y sustos tradicionales del género, sin ofrecer mucha novedad.
Todo gira alrededor de una extraña maldición que se manifiesta con una sonrisa espeluznante que se puede encontrar en cualquier persona, incluso en familiares o conocidos. O al menos eso es lo que la psiquiatra Rose Cotter (Sosie Bacon) logra entender de su última paciente del día (Caitlin Stasey), quien está en una crisis después de haber presenciado un suicidio. Cotter descubre que lo mismo que le pasaba a su paciente ahora le sucede a ella –muy al estilo de It Follows (David Robert Mitchell, 2014), como si fuera una enfermedad contagiosa– y, por supuesto, debe hacer lo imposible por quitársela de encima.
Tal como funciona en todas las cintas que tienen una maldición, la protagonista se embarca en una investigación de casos similares hasta llegar a la raíz del asunto y poder quitarse de encima esa condena a muerte que la ha llevado a hacer cosas muy extrañas que no puede explicar. En esta cinta, la maldición se maneja de forma similar a una enfermedad mental, ya que sus víctimas son ignoradas por todos sus allegados, pues nadie más ve la supuesta sonrisa macabra que ellos sí presencian.
No es casualidad que la nueva víctima sea una persona especialista en salud mental, porque la pone en el dilema de creer o no creer, pero está viendo lo que sucede y luego hace cosas que no recuerda, lo que hace que la gente a su alrededor la llame “loca” y considere que está teniendo un posible brote psicótico. De la misma forma en que una enfermedad mental debilita a la persona y la va consumiendo, esta maldición se alimenta de la psique de cada víctima y se manifiesta con paranoias y alucinaciones específicas para cada uno, sacando a relucir los peores miedos y traumas que llevamos dentro y que van alimentando el terror. Lo interesante es que lleva a la protagonista a un dilema moral que le hace pensar al espectador ¿quién sería capaz de llegar a ese punto? Si se trata de nuestra vida, ¿haríamos lo que fuera por continuar vivos?
Con ese concepto, promete bastante. Pero la ejecución se queda en lo mismo de siempre: la situación y la música llevan a “jump-scares” predecibles y esperados, los sonidos que buscan sorprender terminan produciendo la risa nerviosa en el público, unos diálogos que explican más de lo necesario y unas actuaciones que se quedan en la obviedad y están justo en el borde de lo ridículo, de unos personajes que no se terminan de querer y a quienes no les importan sus mascotas, porque desaparecen y no hacen el menor esfuerzo por buscarlos. Sin duda, esa mezcla es totalmente eficiente para una tarde de cine con palomitas de maíz, muchos espectadores considerarán que esa es la combinación perfecta para hacer una cinta de suspenso y no esperan nada más.
Para mí, la película presenta una promesa de algo mejor construido y trabajado, pero se queda todo en el tráiler y en jugar en lo predecible, en lo que un fanático del género ya sabe cómo se maneja y no le presenta sorpresa alguna. No hay sutilezas, no hay forma de generar una duda acerca de lo que vemos y de antemano sabemos dónde va a terminar. Pero mejor ni hablemos del final, que deja claramente abierta la posibilidad de una secuela, ¿o una nueva saga de cintas de suspenso? No necesitamos otra, gracias.
Lo peor del asunto, como dice un artículo que encontré por ahí, es verla en cine. Leyendo comentarios sobre esta cinta llegué a un artículo donde su autor se queja de la nefasta experiencia al verla en una sala de cine, pues alguien que estaba atrás contestó una llamada telefónica y habló con absoluta tranquilidad. A mí me pasó lo mismo, con el agravante de que al otro lado estaban un grupo de adolescentes hablando y riendo, todo esto fue antes de leer el artículo.
No entiendo en qué momento fue aprobada la resolución de que estaba bien hablar en cine, sea con la persona que acompaña o por teléfono, y molestar a los demás sin que les importe mucho. Entiendo que este tipo de películas ponen nerviosas a la gente y una de las reacciones puede ser hablar, pero no es la primera vez que me pasa, ni tampoco es exclusivo de películas de suspenso. Peor que una película que no engancha, es no poder escuchar bien ni verla con tranquilidad.
Trailer:
Ficha técnica:
Smile / Sonríe , EUA, 2022.Dirección: Parker Finn
Duración: 121 minutos
Guion: Parker Finn
Producción: Marty Bowen, Adam Fishbach, Wyck Godfrey, Isaac Klausner, Robert Salerno
Fotografía: Charlie Sarroff
Música: Cristobal Tapia de Veer
Reparto: Sosie Bacon, Kyle Gallner, Jessie T. Usher, Robin Weigert, Caitlin Stasey, Kal Penn, Rob Morgan, Gillian Zinser, Judy Reyes, Jack Sochet, Nick Arapoglou