Críticas

El blockbuster de más grandeza estilística de los últimos meses

Rompenieves

Otros títulos: Rompenieves.

Snowpiercer. Bong Joon-ho. Corea del Sur, 2013.

Snowpiercer, cartelEl célebre Ray Bradbury afirmó una vez que «la ciencia ficción te balancea en el acantilado. La fantasía te empuja». Es un razonamiento interesante. La fantasía en sí misma se rige por sus propias reglas; delimita un espacio atemporal, alterno a la realidad del autor. La identificación directa con los conflictos ideológicos o sociales de la obra queda sujeta entonces a la capacidad reflexiva del lector y a su habilidad para concientizar las alegorías. Con todos los géneros y vertientes sucede lo mismo, por supuesto. Y, como el arte es subjetivo, siempre dependerá del lector el discernimiento correcto de la premisa de la obra. Bien. Es cierto. Pero en la ciencia ficción hay una diferencia fundamental: la mayoría de las veces los personajes que hilan el argumento se enfrentan a un paroxismo, a la idealización o distopía de la sociedad que los rodea. La ciencia ficción trabaja con la “explotación” de los conflictos reales que asolan el período en el que es concebida la obra, lo que convierte las denuncias en una crítica directa hacia el contexto actual de la humanidad.

En este caso se puede afirmar que Rompenieves,del surcoreano Bong Joon-ho, es una obra que tiene muy presente estas pequeñas diferencias, y las aprovecha para materializar un discurso de una claridad abrumadora. Parte de esta lucidez se debe al material de origen, la novela gráfica de Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette, Le Transperceneige, publicada por primera vez en 1982, y otra parte al acertado concepto de autor que Joon-ho imprime a su película. Junto con Noé (Noah, 2014) que también abordaba desde otra perspectiva el ocaso de la humanidad, Rompenieves es el blockbuster de más grandeza estilística de los últimos meses, además del más astuto y, vale acotarlo de nuevo, conciso con lo que quiere decir.

RompenievesEn el año 2014, un experimento fallido para contrarrestar los efectos del calentamiento global genera temperaturas extremadamente bajas que congelan la tierra, y acaban con la mayoría de la vida en ella. Los únicos humanos sobrevivientes se encuentran a bordo del Rompenieves, un tren equipado para conservar un ecosistema en su interior, dividido por clases sociales. Sin embargo, y después de una década relegados a los últimos vagones, los más pobres planean una rebelión en contra de sus opresores. Vista desde esta perspectiva, no es una historia completamente novedosa. Es fácil apreciar los lugares comunes que comparte con otras ficciones de temática similar; sin ir muy lejos, Los Juegos del Hambre: en Llamas (The Hunger Games: Catching Fire, 2013), que también inserta un comentario social respecto al sistema capitalista, sus defectos y posibles resultados.

El primer llamado de atención que destapa un análisis narrativo tiene relación con el calentamiento global y sus consecuencias, eso queda bastante claro. Pero Snowpiercer va más allá de lo obvio y da algunas pinceladas en el terreno simbólico: que lo poco que sobrevive de la humanidad esté dentro de un tren, condensado con una misma lengua y costumbres comunes, es una explícita referencia a la transculturización a la que la humanidad se ha sometido, día a día, a causa del proceso de globalización facilitado por las redes virtuales y su instantaneidad. Que la película esté dirigida por un surcoreano, basada en un comic francés, con reparto occidental y financiamiento americano es una pequeña ironía que sirve para debatir el mismo tema.

Imagen-1-SnowpiercerLa rebelión está liderada por Curtis, interpretado por un muy correcto Chris Evans, que se desliga por completo de la figura del Capitán América. El resto del reparto, conformado por los secundarios Jamie Bell, Kang-ho Song, Octavia Spencer y John Hurt (entre otros), logra una buena química que les hace vibrar en conjunto, a medida que atraviesan uno a uno los vagones del tren para encontrar al Wildford (Ed Harris), el ingeniero encargado de mantener en funcionamiento el motor autosustentable del tren y además, su creador. Pero si un nombre del reparto hay que destacar, es el de Tilda Swinton, que interpreta a Mason, un papel tan absurdo como diabólico, originalmente escrito para un hombre; una representación de la autoridad más déspota y cínica, que intenta sofocar las esperanzas de los oprimidos.

Tratándose de una historia que se desarrolla en un espacio cerrado, de una estancia a otra, Joon-ho crea una estética de videojuego que mantiene una tensión emocional envidiable. Junto con el diseño de producción, que ha contribuido a la creación de un universo de numerosos matices únicamente dentro de un tren, el aspecto más destacable de la película es el guion. Quizás sea demasiado pronto para compararla con una película de culto como lo es Blade Runner (1982), pero sí hay reminiscencias sobre ella a medida que el largometraje se desarrolla: la historia está cargada de giros, secretos, evolución psicológica e imprevisibilidad. Las preguntas entonces invaden el aire: «¿es cierto que todo ser humano tiene un lugar en el mundo para conservar el equilibrio de un ecosistema? ¿Es la humanidad una cifra que muta de vez en cuando y cuyos números extra hay que amputar? ¿Hasta qué punto la opresión es necesaria o misericordiosa?». Una buena noticia: a diferencia de Prometeo (Prometheus, 2012), acá hay más respuestas que preguntas.

Snow Piercer (Rompenieves)Hay muchas otras cosas que se podrían decir acerca de Rompenieves, pero hacerlo implicaría ahondar en el terreno del spoiler, y es probable que las sorpresas sean parte del atractivo del conjunto. Hay un balance muy logrado entre calidad técnica, artística y narrativa, llena de entretenimiento, toques autorales y lucidez estética. Lo interesante del híbrido que consigue filmar Joon-ho son las transiciones tan naturales que conectan todos los elementos que coloca sobre la mesa. Hay una palpable obstinación reflexiva, pero también humor negro y crudeza visual. Aun así, nada parece forzado; ni los giros en la historia, ni sus resoluciones. Eso eleva el listón de una película muy bien lograda, de ritmo trepidante y pretensiones realistas. En potencia, obra capital en la filmografía de su director.

Trailer:

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Ficha técnica:

Rompenieves  / Rompenieves (Snowpiercer),  Corea del Sur, 2013.

Dirección: Bong Joon-ho
Guion: Bong Joon-ho, Kelly Masterson (Cómic: Jean-Marc Rochette, Jacques Loeb)
Producción: Coproducción Corea de Sur-EEUU; Moho Films / Opus Pictures
Fotografía: Kyung-Pyo Hong
Música: Marco Beltrami
Reparto: Chris Evans, Song Kang-ho, Tilda Swinton, Jamie Bell, Octavia Spencer, Ewen Bremmer, Ah-sung Ko, John Hurt, Ed Harris, Alison Pill, Luke Pasqualino, Steve Park, Adnan Haskovic, Clark Middleton, Paul Lazar

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