Reseñas de festivales
Solecito
En el corto Solecito se combinan el documental y la ficción para relatar la historia del amor de dos adolescentes colombianos de extracción social humilde: Camila y Maicol. Al principio, cada uno de los dos cuenta su versión de lo que ha pasado entre ellos ante la cámara, e incluso Camila hace referencia a que Maicol está a la espera de hablar. Luego viene una secuencia actuada de reencuentro, que incluye un regalo que no es sólo de él para ella sino también para el espectador, porque en el objeto puede intuirse una metáfora.
Lo que ocurre después de la entrevista, ¿sucedió únicamente en la ficción? Siempre quedará alguna duda por la manera espontánea como se desenvuelven los dos actores no profesionales que trabajaron en Solecito, que fue seleccionado para la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes en 2013. Y ese es el encanto de esta película para el cinéfilo: que esa es la dificultad que puede existir para distinguir lo real de lo ficticio cuando se hace un cine que es fiel a su potencial para registrar la realidad, como todo aquel que es heredero del neorrealismo italiano y de sus seguidores en Latinoamérica.