Críticas
En el paraíso americano
Soltero en el paraíso
Bachelor in Paradise . Jack Arnold. EUA, 1961.
Adam J. Niles es un reconocido escritor soltero y socarrón, cuyo irónico destino lo lleva a vivir en una conservadora y rancia comunidad del Valle de San Fernando, California. Liberal y moderno, Adam ha pasado más de diez años viviendo en Europa, por lo que sus influencias conductuales del Viejo Mundo lo han convertido en la persona menos indicada para ocupar un lugar en la idílica comunidad familiar de Villas Paraíso. El residencial es el epítome de la sociedad norteamericana de los años 50, a medio camino entre la modernidad que significó el desarrollo tecnológico y la tradición, en forma de una casta o castrante moralidad. No obstante, para Mr. Niles es la única opción, ya que su gerente de negocios lo ha engañado, huyendo con todo su dinero, dejándole solamente una enorme deuda con el IRS -una enorme compañía doméstica-, según refiere su publicista Austin Parsley. El estado norteamericano lo busca por fraude, por lo que se han esfumado todos sus proyectos para continuar su serie de libros de costumbres Cómo se vive en…. Solo le queda esta oportunidad, la última, una propuesta de su publicista para hacer un libro sobre las costumbres del americano promedio titulado Cómo viven los americanos.
Desbordante del humor irónico e inteligente del que hizo gala en muchas ocasiones su director, Soltero en el Paraíso (1961) es una hilarante comedia de enredos, dirigida por Jack Arnold y basada en una historia de Vera Caspary. Sus guionistas desarrollan una divertida burla a la sociedad americana, poniéndola en perspectiva con las sociedades europeas de la época de una forma ligera y entretenida. Arnold, cuya obra cinematográfica rezuma sagacidad, critica de forma gentil ciertos puntos frágiles de la sociedad americana urbanita de finales de los 60, sin perder de vista las excelente cualidades humanas que surgen hasta en los ambientes más adversos.
El filme está protagonizado por un excepcional Bob Hope, que redondea con su carisma unos diálogos llenos de humor y viveza. Su personaje, Adam J. Niles, se encuentra perdido en esta suerte de sociedad ultraconservadora tan alejada de la Europa que ha tenido que dejar atrás, aunque encontrará un oasis en su arrendadora, la hermosa Rosemary Howard, interpretada por Lana Turner, quien regresaba a la Metro, luego de terminado su contrato de larga duración en 1956 con el filme Diane. Junto a ellos, un conjunto de actores secundarios pueblan este típico barrio residencial californiano, retratado en tonos pasteles, donde son también protagonistas los últimos avances en términos de arquitectura, diseño de interiores y urbanización. Destaca el carisma y la presencia de Paula Prentiss, en el papel de Linda Delavane, de Janis Paige, como la lujuriosa Dolores Jynson, o Don Porter, como el severo Thomas W. Jynson, quien será en primera instancia quien sospeche de la presencia de un soltero en una comunidad pensada solo para familias perfectamente estructuradas y felices.
Armado con su savoir faire y su experiencia global en asuntos amorosos, Adam – quien mantiene oculta su verdadera identidad- se convierte en el consejero de una troupe de amas de casa aburridas y olvidadas por sus esposos, a quienes les enseña las artes amatorias del mundo y les aconseja sobre lo que un hombre desea y quiere. Obviamente, siendo el ser humano impredecible como es, en algunas ocasiones acierta y en otras, no, creando un caos vital que revolucionará todo el vecindario. Producida por la Metro Goldwyn Mayer, para realizar este retrato en clave irónica de la sociedad norteamericana, Arnold contó en la asistencia de la dirección con Eric von Stroheim Jr, hijo del reconocido cineasta austríaco del mismo nombre y quien desarrolló casi toda su carrera en Hollywood en este renglón o como director de segunda unidad de rodaje. Destacan de igual forma, la banda sonora diseñada por Henry Mancini, donde resuenan ecos jazzísticos típicos de la modernidad con la trompeta asordinada mezclada con composiciones orquestrales para las que colaboraron además Nacio Herb Brown y Bronislau Kaper. La banda sonora del filme le valió a Mancini y a Mark David, una nominación a los premios de la Academia como Mejor Música y Mejor Canción Original por el tema Soltero en el paraíso.
Soltero en el paraíso es, en la filmografía de Arnold, de esas piezas crepusculares que el director emprendió, donde encontramos géneros tan variopintos como la desinhibida Sex Play (1974), el western Boss Niger (1975) o capítulos de series que van de lo sociológico a la fantaciencia, género este último donde mayormente se le reconoce. Filmada en Cinemascope y Metrocolor, la cinta inicia con unos divertidos títulos de crédito, animados por la compañía Animation, Inc., mezcla mitología y creacionismo, una de las fusiones más socorridas por Arnold para no disentir gravemente de su contexto, ni desistir de expresarse libre y abiertamente. Director considerado, en muchas ocasiones, menor por su producción en la ciencia ficción y una filmografía, donde no existen piezas de hondo calado conceptual, Arnold es, sin embargo, un interesante ejemplo de cordero gris en la manada hollywoodense.
Trailer:
Ficha técnica:
Soltero en el paraíso (Bachelor in Paradise ), EUA, 1961.Dirección: Jack Arnold
Duración: 109 minutos
Guion: Valentine Davies y Hal Kanter basada en una historia de Vera Caspary
Producción: Metro Goldwyn Mayer
Fotografía: Joseph Ruttenberg
Música: Henry Mancini y Mark David
Reparto: Bob Hope, Lana Turner, Janis Paige, Jim Hutton, Paula Prentiss, Don Porter, Virginia Grey, Agnes Moorehead, Florence Sundstrom, John McGiver, Clinton Sundberg, Alan Hewitt y Reta Shaw.