Críticas
Los tentáculos del mal
Spectre
Sam Mendes. Reino Unido, EUA, 2015.
2015 ha sido un buen año para el cine de espías, con algunos títulos muy interesantes en manos de directores con un marcado estilo, como es el caso de Misión: imposible. Nación secreta (Mission: Impossible. Rogue Nation, Christopher McQuarrie, 2015) y Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E., Guy Ritchie, 2015), pero, paradójicamente, será un año discreto para el agente 007, que ha alcanzado con su película número veinticuatro unos resultados que nada tienen que ver con el éxito cosechado por la anterior entrega, Skyfall (2012), que también dirigió Sam Mendes.
Spectre es una buena película, bien hecha, acaso demasiado clásica en su planteamiento argumental, pero que sabe a poco después de haber visto otras propuestas similares a lo largo del año. Ahora bien, lo más decepcionante de Spectre no es que James Bond no esté a la altura de Ethan Hunt (Tom Cruise), sino que esta organización criminal, s.p.e.c.t.r.e. (Special Executive for Counter-Intelligence, Terrorism, Revenge and Extortion), queda muy lejos de la que recordábamos de entregas anteriores de la serie Bond: Operación Trueno (Thunderball, Terence Young, 1965), Desde Rusia con amor (From Russia with Love, Terence Young, 1963), Solo se vive dos veces (You Only Live Twice, Lewis Gilbert, 1967), 007 al servicio secreto de su majestad (On Her Majesty’s Secret Service, Peter R. Hunt, 1969) y Diamantes para la eternidad (Diamonds Are Forever, Guy Hamilton, 1971).
Además, Christoph Waltz, que ha interpretado a algunos de los mejores villanos de los últimos tiempos, no nos hace olvidar a Anthony Dawson, Donald Pleasance, Telly Savalas y Charles Gray, que también se pusieron en la piel del número 1 de Espectra, Ernst Stavro Blofeld. Y ese es uno de los grandes problemas de Spectre, que falta malo, que este nuevo villano no está a la altura de Silva (Javier Bardem) y que su esbirro (el luchador David Bautista) es poco más que una caricatura.
La película empieza muy bien, con un plano‑secuencia en Ciudad de México el Día de Difuntos, pero ya no vuelve a alcanzar ese nivel en todo el metraje (acaso resulten excesivos los 150 minutos de duración). En los últimos años, Daniel Craig se ha ido consolidando como uno de los mejores James Bond que ha dado el séptimo arte, y este título ha sido uno de los más esperados de toda la serie, entre otras razones por el actor que interpretaba al villano, Christoph Waltz, pero parece que la película no ha estado a la altura de las expectativas.
Sam Mendes ha conseguido una película de corte clásico, acaso demasiado, en la que predominan las más variadas geografías, que se convierten en excusas para escenas de acción. Así, Bond se pasea por Ciudad de México, Roma, Austria, Marruecos y, por supuesto, Londres, sede del ya moribundo MI6, encabezado por un nuevo M (Ralph Fiennes), que es, sin duda, lo mejor de la película junto a la interpretación de Craig.
En el apartado de las chicas Bond, nos encontramos con Monica Bellucci, que aparece muy poco e interpreta a Lucia Sciarra, y a Léa Seydoux, que interpreta a Madeleine Swann, hija del señor White (Jesper Christensen), personaje al que ya encontramos en Quantum of Solace (2008). En el MI6, no podía faltar Moneypenny (Naomie Harris) y Q (Ben Whishaw).
En definitiva, Spectre tenía todos los ingredientes necesarios para convertirse en una gran película de James Bond, pero Sam Mendes ha acabado haciendo una película impersonal, con buena factura técnica, pero que carece de alma. El Bond que encontramos en Spectre es más integrado que apocalíptico, más apolíneo que dionisíaco, más clásico que moderno…
Tráiler:
Ficha técnica:
Spectre , Reino Unido, EUA, 2015.Dirección: Sam Mendes
Guion: John Logan, Neal Purvis, Robert Wade y Jez Butterwoth
Producción: Michael G. Wilson y Barbara Broccoli
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Música: Thomas Newman
Reparto: Daniel Craig, Ralph Fiennes, Ben Whishaw, Naomie Harris, Rory Kinnear, Christoph Waltz, Léa Seydoux, Monica Bellucci, David Bautista y Andrew Scott
Muy de acuerdo contigo. Mendes acertó con Skyfall, una de las mejores pelis de Bond. Pero con Spectre patina, mantiene el estilo, pero empeora casi todo lo que proponía aquella. Salvo la escena inicial, que es lo mejor, sin duda.