Series de TV
State of the Union
State of the Union es una de esas pequeñas joyas de la televisión que a veces nos encontramos en las plataformas. En este caso, HBO ofrece esta pequeña pero magnífica pieza de cámara, una serie de diez episodios con un formato no demasiado habitual, ya que todos los episodios tienen una duración aproximada de diez minutos y nos presentan a una pareja minutos antes de acudir a su sesión semanal de terapia. La pareja, compuesta por Tom (Chris O’Dowd) y Louise (Rosamund Pike), se reúne siempre en un mismo pub (el Thatched House) que está cerca de la consulta. El pub y sus inmediaciones se convierten en el único escenario de la serie y, aunque aparecen algunos personajes en papeles secundarios, nunca llegan a desarrollarse totalmente y todo el peso recae sobre la pareja protagonista, que está viviendo un momento de crisis a causa de una infidelidad de ella.
Lo cierto es que podíamos esperar lo mejor del tándem compuesto por Stephen Frears y Nick Hornby, cuyas filmografías ya se habían cruzado en un título ya clásico como Alta fidelidad (High Fidelity, 2000). Frears comenzó en la televisión británica pero pasó después al cine, medio en el que tuvo un enorme éxito en la segunda mitad de la década del ochenta gracias a títulos como Mi hermosa lavandería (My Beautiful Laundrette, 1985), Las amistades peligrosas (Dangerous Liaisons, 1988) o Los timadores (The Grifters, 1990), si bien tuvo un gran éxito con The Queen (2006) y recientemente ha dirigido la miniserie Un escándalo muy inglés (A Very English Scandal, 2018). En lo que respecta a Nick Hornby, tiene una amplia trayectoria como novelista, ensayista y guionista. Destacan, por ejemplo, sus guiones para An Education (Lone Scherfig, 2009) y Brooklyn (John Crowley, 2015), por los que fue nominado al Oscar.
State of the Union es una idea de Hornby, que ha firmado también los guiones dirigidos por Frears. Por el tono, recuerda al cine de Woody Allen, a títulos como Hannah y sus hermanas (Hannah and Her Sisters, 1986) o Maridos y mujeres (Husbands and Wifes, 1992), pero también al más reciente cine de Noah Baumbach, a películas como Una historia de Brooklyn (The Squid and the Whale, 2005), Mientras seamos jóvenes (While We’re Young, 2014) o la más reciente Historia de un matrimonio (Marriage Story, 2019).
Como ya se ha señalado, toda la la serie se sustenta en el duelo interpretativo de los protagonistas, un matrimonio que trata de reconstruir su relación. State of the Union ofrece una auténtica lección de lo que debe ser la dirección de actores, basada, eso sí, en unos diálogos brillantes, llenos de giros, de ocurrencias ingeniosas y de ataques y reproches mutuos. La serie es algo así como la cara B de En terapia (2008-2010) y otras propuestas de ficción similares, pero con el aliciente de dejar fuera de campo el personaje del terapeuta.
En los primeros episodios, aparece siempre una misma pareja que entra primero en la consulta y a la que parece que le va peor que a ellos mismos. El tema del Brexit planea sobre toda la serie. Ella es doctora y él es crítico musical; ella toma siempre una copa de vino blanco y él una cerveza; a lo largo de los episodios, van cambiando de mesa dentro del pub, lo que permite construir cada episodio de una forma visual algo distinta. Como cada episodio está ambientado en una semana diferente, eso permite avanzar a la historia: a la quinta él se marcha de casa, en la sexta aparece hecho un hipster…
Hay algunas referencias perfectamente reconocibles, como la alusión a De Jong en el Mundial de Fútbol, la mención de la serie ¡Llama a la comadrona! (Call the Midwife, 2012) o la aparición en sus conversaciones de un director como Preston Sturges, cuyos melodramas no le gustan a Louise. En definitiva, una pequeña joya que hay que administrar en pequeñas dosis para poder disfrutarla plenamente.
Tráiler:
¿Podrían decirme el título de la última canción? Se trata de un tema de jazz
Gracias!