Reseñas de festivales
Tanta agua
Tanta agua fue una de las dos películas uruguayas que se presentaron en el Festival de Berlín 2013, junto con el largometraje de dibujos animados AninA (Alfredo Soderguit, 2013).
Lucía tiene catorce años y su padre divorciado, Alberto, la lleva de vacaciones con su hermano menor de diez años. Con toda la adolescencia a flor de piel, Lucía preferiría estar en cualquier otro lugar, excepto el que le tocó este verano. Para empeorar la situación, no deja de llover torrencialmente, y padre e hijos no tienen otra opción que quedarse entre las cuatro paredes del pequeño apartamento veraniego.
Los personajes están vistos a través de los ojos de Lucía, quien nos convence que su padre y su hermanito son dos pesados que le hacen la vida imposible. Finalmente, durante sus vacaciones, conoce a otra adolescente con quien logra pasar momentos agradables, pero un muchacho se interpone entre las dos y los encuentros dejan de ser amenos.
Nada le sale bien a la adolescente este veraneo, pero su padre hace lo imposible para acompañarla en sus desventuras. Nos llega al corazón esta actitud y nos roba una sonrisa llena de empatía cuando el pobre, simplemente, no sabe qué hacer para acercarse a su hija.
La actitud que los adolescentes tienen ante los adultos, creyendo saber todo con aires de grandeza, está muy bien representada en la película. Si hay algo universal es lo desagradables que pueden llegan a ser, sin que importe el sexo, la cultura ni la clase social.
Los tres actores principales están muy bien, a pesar de la corta edad de los chicos, y se nota el trabajo que realizaron Ana Guevara Pose y Leticia Jorge Romero para que se conozcan y se sientan cómodos como una familia. Por momentos, la trama se hace muy lenta y logra aburrir un poco, pero quizás también es la habilidad de las directoras para transmitirnos el tedio de estas vacaciones pasadas por agua.