The Desperate Hour

Esta es la historia de una madre que trata en forma angustiosa de recatar a su hijo adolescente de una situación que se ha presentado en el colegio donde él estudia. Una situación que hemos visto con frecuencia en las noticias en las instituciones educativas norteamericanas, un sujeto desquiciado entra violentamente en una escuela, cargado de armas y de municiones, amenaza y dispara contra alumnos y profesores, antes de ser sometido por la policía o de cometer suicidio. Pero este no es el tema real de la película, que se refiera a la narración detallada, digamos en vivo y en directo, de una dramática hora en la cual la madre hace hasta lo imposible, en medio de la angustia y del desespero, para llegar al sitio donde está su hijo, uno de los estudiantes atrapados en el incidente, con la peregrina idea de rescatarlo ella misma.

La protagonista es una mujer atlética, decidida, pero también frágil y sensible. Cuando sucedieron las cosas en la escuela, estaba trotando por los bosques cercanos a su casa, luego de despachar a su hijo, un muchacho rebelde y difícil a quien quiere mucho y entiende poco. El celular es el segundo protagonista de este filme, tan protagonista como lo es para casi todas las personas, santos o criminales, en la vida actual. Por el celular se entera de la noticia, se entera de que su hijo podría ser el desconocido atacante según sospecha la policía y ante esta circunstancia se da cuenta de que tiene que intervenir, pues si no lo hace, todo se va a torcer para ella y para su hijo. El celular se convierte en el arma fundamental de esta hábil mujer, que lo utiliza para desarrollar investigaciones que la policía ni siquiera concibe y para comunicarse con todos los involucrados, porque en estos tiempos, todos están en línea, hay GPS, y todo está conectado; y lo utiliza para moverse a gran velocidad por los tupidos bosques, cruzando ríos y transitando caminos en busca de su objetivo.

Entonces nosotros somos testigos de continuas llamadas y conversaciones, de preguntas y de respuestas; estamos en la mente de la desesperada mujer, contemplando sus gestos y sus caras angustiadas y frustradas y somo empáticos con los que le ayudan y la conectan al otro lado del espectro, admirados de que ella vaya resolviendo los enigmas a gran velocidad mental y gran velocidad física, dado que el tiempo se agota; y nos desconciertan las actitudes de los que desconfían de ella, haciendo que todo sea más difícil. Naturalmente sabemos que todo drama debe moverse entre tensiones que llevan las cosas al extremo de las emocione y de las acciones, que parte de ello es que solo se sepa hacia el final cuál es el desenlace.

Me ha parecido valiosa esta película. En sí misma, como narración de una aventura de la modernidad, en la cual una madre que vive en la realidad de gestionar un hogar difícil, se vuelve heroína, significativa e inesperada compañera para un joven rebelde, influenciado por influenciadores digitales y que cree que los adultos están bastante fuera de onda. En realidad, casi todos están en onda, mucho más de lo que piensan las nuevas generaciones que han recibido todos estos beneficios de la red sin mayor esfuerzo. Es una aventura que muestra la posibilidad de que exista una digitalizada efectivad en los adultos. Pienso que es también un símbolo de la forma en que se pueden establecer conexiones deliberadas y conscientes para que haya flujo, para que haya colaboración, para que haya soluciones a tantos retos, a las dificultades de la sordera colectiva en medio del abundante bullicio de las comunicaciones.

Es también una celebración de las crisis como orígenes de situaciones nuevas, pues como dicen, las cosas se agitan para cambiar. Siempre y cuando el desespero momentáneo esté emparentado con la responsabilidad, con la atención despierta y con el deseo de servir, convertido así en fuente de creatividad y de intuición valiosa.

Trailer:

https://www.youtube.com/watch?v=lLvKNEHTTjU