Críticas
Perdición
The Last Stop in Yuma County
Francis Galluppi. EUA, 2023.
La cuestión del bien y del mal se desarrolla según dos ideas diferentes : por un lado los que creen que hay personas malas, ya que es parte integrante de ellas hacerles daño a los otros, mientras que por otro lado se sitúa la idea de quienes afirman que la maldad solo es el resultado del contexto social y cultural en el cual una persona acaba de existir. Se trata, por supuesto, de dos puntos de vista que, si bien analizados, no tienen que excluirse mutuamente, ya que se podría decir que los “naturalmente” malvados no logran expresar su verdadera naturaleza si les dejamos dentro de una situación en la que no pueden hacerles daño a nadie. O, más sencillamente, nadie puede matar a cuchilladas a nadie si no les ofrecemos una hoja. Es la situación, entonces, el evento, lo que nos lleva a decidir por una acción o por otra, llevando a la superficie lo que se esconde dentro de nosotros y que forma parte de lo que realmente somos. Como se dice en Italia, “l’occasione fa il ladro”, una frase de Rossini algo que bien explica, quizás, el alma más bien negra que tienen los seres humanos, algo que se sitúa dentro del concepto maquiavélico de cinismo y de “lo real”.
Y es efectivamente “lo real” lo que parece interesarle a Galluppi en este cuento muy preciso y claro en su estructura. Un real que se reverbera en la narración de algo que podría pasar (haber pasado) dentro de la historia humana, ya que la cuestión de qué acción podemos tomar para llegar a un resultado determinado (la supervivencia) pone de manifiesto el valor mismo de la susodicha “occasione” en el sentido de contexto fortuito en el cual se puede desarrollar un cambio en el tipo de rol del que nos hemos ido vistiendo durante nuestra vida. Es, más sencillamente, un análisis de cómo es posible actuar dentro de los esquemas de una estructura que sabe unir lo vasto de la naturaleza desierta con lo mínimo de una posada que representa el último puesto antes de que comience la larga marcha de la nada, de lo que se sitúa fuera de la presencia del ser humano. Y, por supuesto, esta frontera entre civilización y naturaleza salvaje no puede sino presentarse como la metáfora de la representación espacial de la posible pérdida de cualquier regla del buen vivir, de compartir la buena esencia del espacio civil.
Last Stop es entonces un cuento con una estructura bien calibrada en el cual el juego está en el hecho de meter a algunas personas en un lugar preciso en el momento peor. Una cuestión narrativa sencilla, esencial, en la que se desarrolla una lucha por la supervivencia y un juego de tensión que llega a una explosión que había ido creciendo subrepticiamente. Y es también el después de esta explosión que Galluppi sabe analizar y desarrollar hasta un final que nos invita a preguntarnos hasta qué punto el ser humano es víctima de los eventos que están a su alrededor. Si de un juego cerrado se puede hablar al principio, en el cual cada pieza tiene su estructura en cuanto ser humano, es verdad que la presencia de lo inesperado y de los juegos que el azar nos propone implica la necesidad de preguntarse qué haríamos nosotros si nos encontráramos en la misma situación. Y es así que la película logra jugar con las expectativas, sin que, desde el comienzo, resulte simple saber qué va a pasar. Esta incapacidad de definir exactamente el posible desarrollo de la narración se transforma entonces en la parte más solida de la estructura fílmica.
Cerrado principalmente en las cuatro paredes de una posada durante los años setenta de unos Estados Unidos calientes, el filme de Galluppi es entonces capaz de proponer un cuento que va más allá de lo obvio, con unas actuaciones de primer nivel, y con un trasfondo tanto psicológico como social (y cultural) que traspasa el valor simbólico para entrar en contacto con la necesidad de analizar, cada uno de nosotros, cómo las acciones humanas nacen y se desarrollan según el contexto. A veces el mal solo es falta de lucidez o tan solo la oportunidad de actuar de cierta manera cuando desaparece el ojo del juez, o sea la sociedad como elemento capaz de controlar. Es un torbellino de emociones, una estructura clara y perfecta en su capacidad de construir un fluir narrativo de primer orden, y es también la demostración de que el arte de narrar, cuando está en las manos de quienes saben cómo utilizarlo correctamente, sabe abrir paso a una discusión sobre nosotros mismos, sobre el ser humano y sobre el mal en cuanto parte de la sociedad.
Ficha técnica:
The Last Stop in Yuma County , EUA, 2023.Dirección: Francis Galluppi
Duración: 90 minutos
Guion: Francis Galluppi
Producción: Matt O'Neill, Atif Malik, Francis Galluppi
Fotografía: Mac Fisken
Música: Matthew Compton
Reparto: Jim Cummings, Jocelin Donahue, Sierra McCormick, Nicholas Logan, Michael Abbott Jr., Connor Paolo, Alex Essoe, Robin Bartlett, Jon Proudstar, Sam Huntington, Ryan Masson, Barbara Crampton, Gene Jones, Faizon Love, Richard Brake