Reseñas de festivales
The Quiet Ones
Parece que el regreso de la Hammer no ha encabezado títulos destacables que hagan rememorar de alguna manera los grandes clásicos de terror que marcaron desde mediados de los años 30 hasta finales de la década de los 70. The Quiet Ones es la quinta película de la productora británica desde su regreso, dirigida por John Pogue, quien anteriormente había realizado Quarantine 2, secuela del remake de la española [Rec] (Jaume Balagueró, 2007).
Ambientada en la década de los 70, Joseph Coupland es un profesor de universidad, que de manera particular, lleva el caso de Jane Harper (Olivia Cooke), una joven con un largo historial psiquiátrico, que padece la desdicha de sentirse poseída por otro ser, de características demoníacas, que la manipula y le hace actuar con un comportamiento sobrenatural. El profesor Coupland, mediante su método científico, intentará demostrar que los fenómenos que están detrás de la joven no son más que los efectos de una descontrolada fuerza mental.
Esta desavenencia entre lo científico y la interpretación más esotérica de procesos que escapan al entendimiento más racional, es lo más interesante del film. Cuando la hipótesis inicial que explica lo que le ocurre a Jane da bandazos ante la coherencia. Esta es la razón que lleva a iniciar la cinta con la ya clásica coletilla de «basado en hechos reales». La confrontación del conocimiento científico cuando no alcanza a dar explicación sobre ciertos aspectos de la psicología o enfermedad humana. Justo donde hace presencia el ámbito de lo paranormal. The Quiet Ones logra transmitir ese desconcierto a través de escenas que sí consiguen producir gran inquietud, sin embargo, como suele ser habitual, la historia se descamina por derroteros donde pierde la esencia de la premisa con la que se inició.
Una respuesta a «The Quiet Ones»