Series de TV
The Witcher (temporada 1)
Desde que HBO dejó vacante el Trono de Hierro, todas las plataformas, incluida la propia HBO, han intentado lanzar la serie que ocupe el lugar de Juego de tronos (Game of Thrones, 2011-2019). HBO apostó fuerte por Westworld (2016-), pero, hasta ahora, las dos temporadas que ha lanzado no han conseguido, ni de lejos, emular el éxito de los Siete Reinos. Netflix, en cambio, sí se ha aproximado algo más con The Witcher (2019-), cuya primera temporada lanzó el pasado 20 de diciembre, con bastante más éxito de público que de crítica.
The Witcher es la trasposición televisiva del universo literario del escritor polaco Andrzej Sapkowski, que se convirtió en un fenónemo mainstream gracias a los videojuegos basados en el personaje de Geralt de Rivia, el brujo que da título a la serie. Henry Cavill, el protagonista, dota a Geralt de Rivia de una inexpresividad casi proverbial y lo convierte en el rey del gruñido, en una interpretación que recuerda mucho al personaje que interpretaba Tom Hardy en Taboo (2017-).
Violencia, fantasía medieval y bastante sexo fueron los ingredientes que convirtieron Juego de tronos en un auténtico éxito, pero la magia no apareció en la serie de HBO hasta que pasaron algunas temporadas. The Witcher, en cambio, arranca ya en la primera temporada con la magia como un componente fundamental, si bien los libros en los que se basa la serie, más que una historia lineal, desarrollan varias historias cortas, si bien, de fondo, trazan un arco argumental.
Geralt de Rivia comparte el protagonismo con dos personajes femeninos, la princesa Cirilla (Freya Allan) y la hechicera Yennefer de Vengerberg (Anya Chalotra). Sin duda, lo que más ha despistado a los espectadores es el tiempo narrativo, que no es simultáneo, aunque eso no lo descubrimos hasta el cuarto episodio, uno de los mejores de la temporada. Las historias de los tres personajes no son pararelas, sino que unas han ocurrido antes que otras, aunque el montaje paralelo nos lleve a pensar lo contrario. Al parecer, hay hasta setenta años de diferencia entre algunas de las historias que aparecen en la primera temporada. Según ha apuntado la showrunner de la serie, Lauren S. Hissrich, en la primera temporada, la historia de Cirilla transcurre durante dos semanas, la de Geralt, durante veinte años, y la de Yennefer, durante setenta años, si bien todas confluyen en el final de la temporada.
En el primer episodio, “El principio del fin”, dirigido por Alik Sakharov, responsable también del segundo y del séptimo episodios, “Cuatro marcos” y “Antes de una caída”, encontramos el planteamiento de la serie: la presentación de Geralt de Rivia y la aparición del personaje de Cirilla. Yennefer no aparece hasta el segundo episodio, el ya citado “Cuatro marcos”, y con ella se completa el trío de protagonistas.
Es muy interesante la galería de monstruos y demonios que plantea la serie, ya que lo que tiene que hacer Geralt en muchos de los episodios es cazar o librarse de algunos de ellos. Eso convierte los episodios en autoconclusivos, como si fuera una serie procedimental. Además de Sakharov, dirigen episodios Álex García López (episodio 3, “Luna traicionera”, y episodio 4, “De banquetes, bastardos…”), Charlotte Brändström (episodio 5, “Deseos incontenibles”, y episodio 6, “Especies raras”) y Marc Jobst (que dirige el último episodio de la primera temporada, “Mucho más”, y codirige el séptimo junto a Sakharov).
Ahora que la serie ha funcionado bien y que ya se ha anunciado la segunda temporada, veremos cómo, poco a poco, se irá incrementando el presupuesto de cada capítulo, de manera que la modesta producción de esta temporada tendrá poco que ver con lo que The Witcher será en el futuro, tal como pasó con Juego de tronos, serie de la que no será del todo heredera, pero sí sucesora.
Tráiler:
Sucesora? nada que ver. Esta serie tiene problemas de continuidad, personajes que aparecen y desparecen sin motivo, saltos temporales no definidos.., y lo más interesante es el personaje de Yennefer.
Ademas algunos capitulos las historias de Geralt recuerdan a las malas series de Sci Fi, muy de relleno, mientras que las de Yennefer o la princesa si tienen continuidad. Esta serie es un Frankenstein que no han sabido conefeccionar..
Claro que es un Frankenstein es una obra de arte, toda obra de arte tiene que ir más allá de lo común para poder resaltar de tanto estiércol que son la mayoría de series que se están emitiendo.