Cinevirus
Tiempos de explorar
La cuarentena continúa en muchos países y con ella, las múltiples recomendaciones sobre qué ver, y es tanto, que la sensación de confusión crece ante tan vasta oferta de contenidos, plataformas de streaming y la gran variedad de opciones para absorber.
De pronto, entre todo ello podemos correr con la suerte de toparnos con algo del buen cine latinoamericano reciente, y así disfrutar de su frescura y variedad de propuestas. Como ejemplo está el caso del cine uruguayo, que a últimas fechas nos ha llegado desde diferentes y accesibles plataformas, con cintas que abordan temáticas interesantes, utilizando diversidad de géneros y llamativas propuestas tanto visuales como narrativas, demostrando que se encuentra hoy en muy buena forma.
NETFLIX
Belmonte, Federico Veiroj, 2018
La crisis creativa y de mediana edad que sobrelleva un artista, sumido en una confrontante soledad, es la compleja problemática que el director Federico Veiroj (La vida útil, 2010), decide explorar en la cinta Belmonte.
Varias dimensiones distinguen al protagonista, Javier Belmonte (Gonzalo Delgado); en primer plano está su trabajo como artista plástico de cierto prestigio que atrae a clientas de cierta edad; en segundo lugar, se nos despliega un reiterativo diálogo consigo mismo, cargado de un cinismo nihilista; otra más está en su perfil de padre abandonado, con una atormentada necesidad de pasar más tiempo con su hija Celeste, a quien no ve tanto como quisiera y, en cuarto lugar, una inexplicable y desesperada demanda de atención hacia su ex mujer (embarazada ya de su segundo marido).
Lo anterior nos hace un esbozo de una compleja personalidad de Belmonte, que expresa esa tormenta interna en un arte pictórico desbordado, en el que siempre aparecen alusiones a la muerte y a una desnudez que refleja la fragilidad del hombre torturado; arte que su hija no solo no comprende, sino que se angustia cuando lo ve.
Vieroj, de forma simple y con calma, acierta a retratar la cotidianidad de este personaje (para construirlo y darle forma), durante la planeación de una importante exposición, intentando llevar una vida normal, mientras se halla, a la vez, sumido en sus torbellinos internos.
Las secuencias de la rutina diaria, los momentos de convivencia y valiosas conversaciones con Celeste, aunadas a las tomas que muestran a Belmonte completamente inmerso en su trabajo, complementan la acción y reflejan lo interesante que puede ser llevar a la pantalla una historia que desnuda el mundo interior de un artista.
httpv://www.netflix.com/title/81025973
Whisky, Juan Pablo Rebella – Pablo Stoll, 2004
Dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, Whisky es una historia ubicada en Montevideo, en el universo personal de Jacobo Köller, el dueño de una fábrica de calcetines, quien, entregado por completo a su trabajo, ha desdeñado por mucho tiempo cualquier distracción o interacción fuera del mismo. Acostumbrado a su soledad, su rutina diaria, sus hábitos y costumbres parece no necesitar a nadie ni nada más.
La llegada de su hermano, con quien no parece tener una relación muy cercana, viene a trastocar toda la calma acostumbrada que ha labrado como un castillo a su alrededor, lo que lo desestabiliza y altera.
Momentos de humor agridulce acompañan la sobria puesta en escena, en la que los personajes se sienten confrontados por la soledad, el peso de la edad y las relaciones interpersonales.
Rebella y Stoll nos mantienen a cierta distancia de los protagonistas, no nos permiten un acceso libre y fácil a sus sentimientos, sin embargo, llegamos a conocerlos y comprender su confusión interna al verse envueltos en un cambio -de situaciones y posiciones- inesperado.
El rostro inexpresivo de Köller nos permite adivinar emociones contenidas y deseos reprimidos, y así es como el personaje nos deja empatizar con él y con su dolor que no conocemos, pero intuimos.
Esta dupla de directores llamó la atención con su anterior cinta, 25 watts (2001), por su manejo de la estética urbana, al retratar a unos jóvenes vagando por las calles por veinticuatro horas, envueltos en una atmósfera de ocio y alcohol. Con Whisky, el tiempo diegético aumenta y concede al espectador permiso de comprender con mayor profundidad a los personajes y acompañarlos en un viaje que deja un sabor agridulce, pero que vale la pena probar.
httpv://www.netflix.com/title/70044999
RetinaLatina.org
El baño del Papa, César Charlone, Enrique Fernández, 2007
El baño del Papa es un emotivo filme, basado en hechos reales, aunque “el azar impidió que fueran exactamente como se cuentan” -así lo indica la leyenda al principio del mismo-, que de igual manera te provoca risa, te conmueve y, a la vez, te hace reflexionar.
Haciendo un claro homenaje al Neorrealismo italiano, y especialmente a Ladrón de bicicletas (1948), de Vittorio de Sica, los directores César Charlone y Enrique Fernández también cargan de valor emocional a una bicicleta, colocando en ella el peso del futuro y la esperanza de una vida mejor para una familia sumida en la pobreza.
Así es como nos presentan a Beto (César Troncoso), un “bagallero” de Melo, un pequeño pueblo que colinda con Brasil, que diariamente debe cubrir sesenta kilómetros en bicicleta, aunque llueva, truene o padezca de dolor de rodilla, para ganar el sustento de su hogar. Sin embargo, cuando se anuncia la visita del Papa Juan Pablo II, en 1988, el pueblo entero se contagia de un espíritu de esperanza ante la promesa de bonanza económica y apuestan todo lo que tienen para generar tan solo ese día la mayor ganancia posible, jamás imaginada. A Beto lo que se le ocurre es construir un baño para que los 50.000 visitantes que se esperaban, lo usen.
De la misma forma en que el Neorrealismo presentaba sus historias, la puesta en escena de El baño del Papa se realizó en locaciones naturales, combinando actores con experiencia con “no” actores -gente de Melo que nunca antes había actuado-, dotando a la película de un naturalismo que resulta muy atractivo e interesante.
Asimismo, los recorridos en bicicleta se convierten en el pretexto para que César Charlone, reconocido fotógrafo de Ciudad de Dios (2002) y encargado de la cinematografía del filme, aproveche para regalarnos unas destacables imágenes de los personajes a toda velocidad por los campos y los terrenos, escapando de la autoridad. Destacan sobre todo las imágenes en tonos sepias, en que vemos las sombras de las bicicletas y las ruedas sobre la tierra café, y las de los ciclistas alineados uno tras otro, reflejándose en el agua.
La simpleza de la historia y la forma en que se presenta no implica que se dejen de encarar temas de gran relevancia desde un punto de vista agudo y crítico, como lo son el trabajo, la religión y el papel de los medios de comunicación como ente manipulador del pueblo. Sumando a ellos un toque esperanzador hacia el final de la misma, en la que la relación padre e hija adquiere un nuevo matiz de comprensión, y la dignidad e integridad del protagonista también se hacen presentes, enfatizando sobre todo su resiliencia y su ánimo para seguir intentándolo, a pesar de los tropiezos.