Festivales
Toronto International Film Festival 2014
El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF)es el más importante de Norteamérica. Con treinta y nueve años de existencia, esta fiesta canadiense es el aparador para la industria internacional más grande del continente. Durante diez días se estrenan alrededor de trescientas películas del mundo entero, y se dan cita cinéfilos de todos los rincones del globo terráqueo, la comunidad de Toronto, además de los aproximadamente dos mil voluntarios que colaboran año a año y más de cuatro mil delegados de la industria, sin contar por supuesto el inagotable número de estrellas y artistas de cine que se dan cita en sus alfombras rojas y en las galas de las once sedes con alrededor de treinta salas de cine.
Toronto es tan grande y tiene tantas dimensiones que es imposible abarcarlo todo, pero cada una de ellas tiene su propia personalidad. El slogan de este año es “este es tu festival” y ciertamente, cada participante puede crear su experiencia deseada: hacer contactos de industria, conocer estrellas, visionar películas todo el día, disfrutar de la espera previa mientras conversas con los otros cinéfilos, caminar por las calles de Toronto y sentir el ambiente festivo y lleno de destellos naranjas que se transpiran por cada rincón del centro financiero donde se llevan a cabo todas las actividades.
Todas las películas que se estrenan en el TIFF tienen un común denominador de calidad: la posibilidad de brillar en carteleras internacionales. Deben ser cintas que el público aprecie, no importa el país de procedencia, el tema o el género. Para ello tiene a veintiún programadores que viajan por todo el mundo encontrando los títulos ideales para el Festival. Así, toda su programación se divide en dieciséis programas que van desde las Galas especiales en los teatros más grandes, con títulos multiesperados, pasando por una serie de películas de nuevos directores, junto a otro programa de realizadores consagrados, así como documentales, cine de vanguardia, ciudad invitada (Corea del Sur), cine de medianoche y cortometrajes.
Pero no solo hay proyecciones en este festival, hay una serie de actividades paralelas como fiestas y reuniones de distintas instituciones, agrupaciones, empresas y películas; conferencias públicas y de industria, ruedas de prensa, presentaciones de libros, conciertos, y durante un largo fin de semana hubo un nuevo evento llamado Festival Street, en donde varias cuadras de la calle King se convirtieron en el punto de convergencia de todos en el festival, junto a instalaciones artísticas, música en vivo, food trucks y toda la gente que le da vida al TIFF. Todo esto frente al edificio que se ha construido para albergar a este Festival anual, el Bell Lightbox, que es un condominio de departamentos, pero en sus primeros cuatro pisos tiene cuatro salas de cine, salones y otros servicios para quienes habitan ahí pero que se vuelven la sede principal –cada año- durante septiembre.
Entre los títulos que se estrenaron en Toronto están los siguientes estrenos mundiales: The New Girlfriend de François Ozon, The Riot Club de Lone Scherfig, Samba de Olivier Nakache y Eric Toledano, Maps to the Stars de David Cronenberg, A Little Chaos de Alan Rickman, Men, Women and Children de Alan Reitman, Learning to Drive de Isabel Coixet y Rosewater de Jon Stewart. También hubo cintas de consagrados como: Adieu a langage 3D de Jean-Luc Godard, The Tale of the Princess Kaguya de Isao Takahata, The Golden Era de Ann Hui, A Second Chance de Susanne Bier, Coming Home de Zhang Yimou y Miss Julie de Liv Ullmann, entre otras.
Así mismo, llegaron a salas varias historias biográficas o históricas como: Foxcatcher (Bennett Miller) sobre John Du Pont y su obsesión con un par de luchadores olímpicos, The Theory of Everything (James Marsh) sobre un Stephen Hawking joven, The Imitation Game de Morten Tyldum acerca un período de la vida de Alan Turing, película que además ganó el People’s Choice Award que entrega cada año el Festival; y Pride de Matthew Warchus que retrata el momento en el que el colectivo LGBT de Reino Unido se alió a la huelga de mineros en los 80.
También hubo una serie de óperas primas de varios actores como: Seymour: an Introduction, un documental de Ethan Hawke sobre un pianista norteamericano. Before We Go, una película romántica de Chris Evans, Top Five de Chris Rock y Breathe de la francesa Mélanie Laurent.
La lista de películas no termina, y junto a ella suceden las conferencias de industria, en las que durante siete días se realizaron charlas sobre todas las etapas del proceso de producción de una película, desde el guión hasta su exhibición. También se llevaron a cabo durante dos días conferencias sobre documentales y un día el del Asian Film Summit para afianzar alianzas entre Oriente y Occidente. Hubo otras actividades como el Producers Lab Toronto que es un foro de coproducción; el Talent Lab que ofrece talleres a realizadores noveles; TIFF Rising Stars en el que se presentan a las nuevas estrellas canadienses; PITCH THIS! que es un concurso de pitching y el Foro Internacional de financiamiento, entre otras actividades. Todo esto, por supuesto, en el marco de uno de sus puntos más sólidos y reconocidos: la industria. Así, al final del festival ya se habían concertado alrededor de cuarenta y ocho adquisiciones de películas exhibidas durante los primero ocho días del TIFF.
Este es un evento para todos, hay glamour, hay actividades al aire libre, proyecciones gratuitas y otras a precios asequibles, alfombras rojas, prensa internacional, profesionales caminando por las calles, románticas tardes lluviosas, salas llenas de amantes del cine y cientos de películas esperando a ser visionadas.
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