Críticas
Infancia es destino
Tomboy
Céline Sciamma. Francia, 2011.
El segundo film de Céline Sciamma, Tomboy, se estrenó mundialmente en la sección Panorama dela Berlinale 2011. Relata la vida cotidiana de Laure/ Michael (Zoé Héran), de diez años, a quien le atraen los juegos característicos de los niños, usa pantalones y tiene el pelo corto. Conoce a Lisa (Jeanne Disson) en su nuevo vecindario, y ante sus amigos se hace llamar Michael. Su recién adquirida identidad le permite reinventarse una forma distinta de interactuar con los chicos, juega futbol sin camiseta, escupe, se empuja entre sus amigos, todo con el fin poder demostrar su hombría. Sin planearlo, explora su primer beso con Lisa. Todo esto sucede mientras transcurren las vacaciones de verano, pero las clases están por empezar y el engaño está por caer para Laure/Michael, quien no puede dar vuelta atrás lo que empezó como un juego y ahora es más complicado y está fuera de su alcance enmendarlo.
El film es ambiguo, no evidencia los verdaderos motivos que a Laure/Michael le impulsan a cambiar su identidad de género, reconocerse y desear ser reconocido como Michael. Estamos ante la presencia de un/a adolescente, en un universo que apenas se despliega, lo que justifica la confusión del despertar sexual y la ambivalencia en el comportamiento de los padres. Si los adultos enfrentan con temor su homosexualidad, en el caso de los adolescentes y de los niños resulta más difícil asumirla. El espectador tendrá que hacer sus propias conjeturas: si el cambio fue por gusto, de manera temporal, si fue a partir de su propia exploración y redescubrimiento sexual o si es un verdadero deseo que marcará su vida. Lo importante no es la orientación sexual del personaje, sino cómo enfrenta una realidad que le resulta propia y que le es difícil referir a los demás, incluidos los propios padres. La escena final es contundente al determinar la decisión de Michael y lo maravilloso que debe resultar sentirse aceptado.
La luz natural del atardecer ilumina las escenas que se desarrollan en el interior del departamento, filtrándose por las ventanas, creando un efecto de aislamiento, enclaustrando el secreto, incluso para el resto de su familia. La iluminación utilizada como intensa metáfora unidireccional alude al ostracismo y a la inocencia de sus impulsos sexuales, elementos que se verán contenidos debido a las distintas posturas que adoptan los padres.
Los actores infantiles hacen que Tomboy genere en el espectador, admiración, sensibilidad, dulzura por la mezcla de deseo e inocencia, ausentes de complicaciones emocionales propias de la pubertad; haciendo el film no solo más conmovedor y fascinante sino más realista.
Los motivos de Céline Sciamma van más allá de mostrar la inocencia propia de esa edad, logra presentar una vida llena de sensualidad y emociones ambiguas, narradas a partir de una historia fundada en una mentira, con un personaje andrógino que guarda un secreto de identidad.
El cine, sin duda, ha tocado temas referentes al género como condición humana, pero son pocos los films que aluden a condiciones de género en los niños y en los adolescentes; en este caso, Céline Sciamma aborda el tema con naturalidad y simpleza, empleando elementos de expresión cristalinos, utilizando disolvencias al inicio y al final de la historia, los cortes y los silencios abundan, los movimientos de la cámara son escasos, los planos cortos y en conjunto son numerosos, permitiéndole al espectador adentrarse en los sentimientos más íntimos de Laure/Michael. Estos elementos de expresión han sido aprovechados a lo largo del film, transmitiendo de manera armoniosa una serie de sensaciones: suspenso, asombro, audacia y temor, que tienen lugar a través del lenguaje de las miradas, los prolongados silencios y las caminatas en parajes solitarios; testimonios todos, que la cámara recoge como una cómplice.
El tratamiento de la identidad sexual no es nuevo en el cine, loables antecedentes preceden este trabajo. Películas como Trevor (1994) de Peggy Rajsk, Ma vie en rose (1997) de Alain Berliner, Like a Virgin (2006) de Lee Hae-Joon y la polémica XXY de Lucía Puenzo (2007) son magníficos ejemplos. Lo inusual resulta al presentar personajes muy jóvenes que ya tienen perfectamente identificada su condición y el hecho de que no les representa problema alguno, el problema se traslada a los demás, al contexto social, cuya incapacidad de aceptación y de tolerancia por las diferencias deben constituir motivos de reflexión para el espectador.
Trailer:
Ficha técnica:
Tomboy , Francia, 2011.Dirección: Céline Sciamma
Guion: Céline Sciamma
Producción: Producción: Bénédicte Couvreur
Fotografía: Crystel Fournier
Música: Para One
Reparto: Zoé Heran, Malonn Lévana, Jeanne Disson, Sophie Cattani Intérpretes: Zoé Heran, Malonn Lévana, Jeanne Disson, Sophie Cattani
Por si algún día lo ve el autor de esta reseña, a mi parecer no es tanto la supuesta homosexualidad del protagonista sino más bien de su identidad sexual, en este caso vemos a alguien transgénero o transexual. Al menos es en esa busqueda de querer ser un chico que el hecho de le guste una chica.
De hecho si es transgenero, no seria homosexual, seria un chico trans hetero
Es una homosexual, es niña y le gustan las niñas. Nos es trans
es chico, parece que no entendiste
Que enseñanza deja o deberio dejar esta pelicula?
De que la infancia trans existe