Críticas
Tom Cruise continúa volando
Top Gun: Maverick
Joseph Kosinski. EUA. China., 2022.
Yo ya no me acordaba de Top Gun (Ídolos del Aire) [Top Gun, Tony Scott, 1986]. Supongo que en algún momento de la vida la vi y no quedó ni el recuerdo, eso de los aviones tal vez no era lo mío. Pero sí tenía mucha curiosidad de ver Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022), especialmente después de la sorpresiva ovación de cinco minutos en el festival de cine de Cannes y sus excelentes comentarios por parte de la crítica y los espectadores por igual. Debo decir que me encontré con una película profundamente emocionante, tanto por sus escenas de acción como por la nostalgia que evoca, y parece que Tom Cruise no hubiera envejecido mucho desde la primera entrega. Esta cinta se sostiene por sí sola a pesar de ser una secuela, es absolutamente entretenida, con una historia predecible pero efectiva, impresionantes efectos visuales y una música que engrandece la experiencia. Un rato de diversión asegurado en la sala de cine.
En esta ocasión encontramos a Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) todavía como capitán, se niega a ser promovido para continuar siendo piloto de prueba y viviendo en el aire. Cuando surge una misión que amenaza la seguridad de Estados Unidos y el mundo (¡Gran novedad!), Maverick es el llamado para entrenar a los jóvenes pilotos de la academia Top Gun. Entre ellos está Bradley Bradshaw (Miles Teller), el hijo de su difunto amigo Goose (¡Y no es spoiler!), a quien le negó la entrada a la academia en algún momento.
El equipo de libretistas – que incluye a Chistopher McQuarrie, ganador del Oscar a Mejor Guion Original por Sospechosos Habituales (The Usual Suspects, Bryan Singer, 1995) – logra un guion que refleja la evolución en la forma de contar historias que se ha dado desde la época en que se estrenó la primera cinta: ningún personaje es totalmente bueno ni malo, todos tienen sus conflictos internos y tratan de sacar lo mejor de cada uno; el enemigo es anónimo para evitar controversia internacional y ser prohibida en algún país; hay momentos de comedia, de romance, de acción, abundan las emociones y los giros dramáticos, todas las escenas están cargadas de intención y envueltas en el mundo militar en que viven los personajes.
Por supuesto, esta no deja de ser la historia en la que son los norteamericanos los que salvan al mundo y quedan como héroes, pero eso hace parte del género de estas cintas. El espectador, consciente o inconscientemente, ya ha aceptado este acuerdo al tener a Cruise como el protagonista, el típico héroe americano cuya formula repite hasta el cansancio y, sorpresivamente, le sigue funcionando. Su sonrisa, su carisma y su presencia siguen vendiendo. Esa es una de las razones por las que el estreno se aplazó, y no solo fue por la pandemia. Las productoras necesitaban hacer los estrenos tradicionales de alfombra roja en diversas partes del mundo con la presencia de Cruise, porque como dice un refrán de mi tierra, “la cara del santo hace el milagro”. Y la de él, que parece no envejecer, representa millones de dólares en taquilla, además de ser una especie de sello de garantía de que la película va a valer el precio de la entrada.
La nostalgia es una herramienta clave que llega en forma de la música (se usan canciones y temas de la banda sonora original), en los flashbacks que ubican al espectador que ha olvidado la cinta original y la corta aparición de Val Kilmer (quien tiene problemas para hablar desde su cáncer de garganta en el 2015), pero se siente especialmente en la sensación que deja de ser ese “gran blockbuster de verano”, esa añoranza del cine como el lugar único para las historias grandes, esas que ameritan la pantalla grande, el sonido por todos los rincones y reacomodarse en la silla porque nos revuelca las emociones y nos conecta.
Todo esto se mezcla con unos impresionantes efectos especiales hechos por Method Studios, una empresa que se ha encargado de varias cintas de Marvel y más recientemente Le Mans ’66 (Ford v. Ferrari, James Mangold, 2019), que no se aleja para nada al trabajo hecho en esta cinta: la velocidad, la emoción, los giros… Pero en aviones de combate de la Fuerza Aérea Americana. Y si además le sumamos la música del legendario Hans Zimmer, el resultado es una cinta a la que no se le sienten pesados sus 130 minutos de duración.
Eso sí, recuerdo perfectamente a Take my breath away, el tema de la primera cinta que le dio el último de sus tres premios Oscar a Giorgio Moroder. En esta nueva versión son dos canciones las que lideran la banda sonora: I Ain’t Worried de la banda OneRepublic y Hold my hand, tema principal de la cinta a cargo de Lady Gaga, otra ganadora del Oscar a Mejor Canción Original por Shallo”. Su canción es, quizás, el punto más flojo de la cinta, está muy lejos de ser un tema clásico de película de esos inolvidables. Pero afortunadamente solo suena hasta el final, cuando ya el espectador está más que comprometido emocionalmente con la historia, quizás hasta las lágrimas. El tema pasa totalmente desapercibido (Y ha tenido poco éxito en las listas musicales), pero la cinta deja una satisfacción de ser esa película para adultos que buscaban acción más allá de las ya tradicionales cintas de Marvel.
Top Gun: Maverick se ha convertido en la más taquillera de la carrera de Tom Cruise en Estados Unidos, con más de 800 millones de dólares. También es la película de live action más exitosa de los estudios Paramount en 15 países. Nada mal para ser una secuela tan esperada y que supera con creces a la original.
Trailer:
Ficha técnica:
Top Gun: Maverick , EUA. China., 2022.Dirección: Joseph Kosinski
Duración: 130 minutos
Guion: Ehren Kruger, Eric Warren Singer & Christopher McQuarrie
Producción: Jerry Bruckheimer, Tom Cruise, Emily Cheung, David Ellison, Dana Goldberg, Don Granger, Tommy Harper, Christopher McQuarrie, Chad Oman, Mike Stenson
Fotografía: Claudio Miranda
Música: Hans Zimmer, Lorne Balfe, Harold Faltermeyer & Lady Gaga
Reparto: Tom Cruise, Val Kilmer, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Monica Barbaro, Danny Ramirez, Glen Powell, Jake Picking, Ed Harris