Reseñas de festivales
Tres cuartos de luna
Tres cuartos de luna es una historia de encuentros y desencuentros fortuitos, de los altibajos inesperados de la vida, de las conexiones entre personas y el destino que las une. A veces es sorprendente la unión entre dos personas que a priori nada tienen que ver, con vidas muy dispares pero que en lo más esencial están estrechamente unidas.
El dúo protagonista de Tres cuartos de luna difiere en su procedencia, en las costumbres culturales, en su edad y por tanto en sus experiencias vitales. Hartmunt, taxista de edad avanzada, tiene un carácter fuerte y un curriculum repleto de prejuicios, entre los que destacan el machismo y el racismo. Un día recoge en su taxi a una mujer con su hija de seis años, Hayat, procedentes de Turquía. Este encuentro, sin importancia en apariencia, será fruto del vínculo contra pronóstico entre Hartmunt y la pequeña Hayat, que representa el contrapunto a esa forma de ser, rancia y malhumorada. Nexo a regañadientes que en muchos sentidos, cambiará la existencia de ambos.
Christian Zubert firma con este su cuarto largometraje, alzándose con el premio del público en esta edición del festival. La gran baza de esta cinta está en la gran facilidad para encontrar los momentos más melodramáticos y comprometidos, y transformarlos en situaciones hilarantes, porque aunque la línea base que recubre las circunstancias en las que se mueven estos personajes tiene un componente amargo, donde la soledad hace mella, la combinación de ambas personalidades expuestas ante situaciones insospechadas, proporcionan un tono desenfadado con espacio para la risa.