Críticas
De bienes ajenos y dignidades propias
Una segunda madre
Que Horas Ela Volta. Anna Muylaert. Brasil, 2015.
El cuarto largometraje como realizadora de la brasileña Anna Muylaert, tras Durval Discos (2002), É Prohibido Fumar (2009) y Chamarada a Cobrar (2012), proviene de la inquietud de la directora ante la paradoja de que en su país no resulta infrecuente que los hijos de las clases adineradas sean cuidados por sus niñeras, mientras que estas, a menudo, se separan de sus propios descendientes para poder trabajar y así ser capaces de pagarles una educación. Parece que algo ha cambiado desde que le surgió a la realizadora la idea del guion, hace unos veinte años, pero las desigualdades y clases sociales de primera, segunda y otras divisiones siguen existiendo, no solo en Brasil, sino también en el resto del planeta.
El film arranca acercándonos a la vida de Val, una empleada doméstica dedicada y sometida en cuerpo y alma a la familia para la que trabaja, un matrimonio con un hijo ya adolescente, el cual prácticamente tiene la misma edad que su propia hija, de la que tuvo que separarse años atrás para poder salir adelante. Anna Muylaert nos muestra, en un tono naturalista y con la cámara a menudo distanciada, en planos generales o medios, el hábitat donde se mueve la protagonista: la vemos en la (“su”) cocina, limpiando la casa y el jardín, durmiendo en un cuartucho sin apenas ventilación, cuidando y mimando al hijo de sus jefes con especial afecto y dedicación, aceptando y asumiendo como natural y obvio el comer en lugar y horario distinto al de los demás habitantes de la casa, el reservar para los patrones determinados manjares o placeres, desde el helado de chocolate al baño en la piscina, el estar atenta en todo momento por si al señor le entra sed y le pide un vaso de agua o un refresco de la nevera…
El primer tema al que nos acerca la película es el de la falta de conciencia de clase, la carencia de dignidad propia, ya por la inexistente educación o por costumbres arcaicas arraigadas. Y no debe de estar desencaminado el panorama mostrado en las imágenes fílmicas, cuando, al parecer, la obra no va a ser estrenada en prácticamente toda Latinoamérica (¿nos dará miedo enfrentarnos ante nuestras propias miserias?). Val, magníficamente interpretada por Regina Case, actriz brasileña muy apreciada, lleva años trabajando en la casa, pero resulta llamativo que en una conversación con la señora, comentándole cierta circunstancia de su hija, Jessica, la pronta respuesta de la patrona sea «¿Quien es Jessica?» Desprecio brutal hacia una persona que está no solo entregando su trabajo para que continúes con tu vida de opulencias, caretas y banalidades; la “criada”, además de ser tratada casi como un ser inferior o con derechos ínfimos, también es invisible, no nos importa nada, ni su vida ni como se siente, lo que ama, sus anhelos o inquietudes.
El segundo tema viene de la evolución con el paso de los años y generaciones del primer asunto, de la toma de conciencia de clase, de la propia dignidad, del convencimiento de la universalidad en la aplicación en la igualdad de derechos. Y este segundo tema lo introduce la hija, Jessica, en una interpretación suelta y sencilla, convencida de su propio orgullo y estima, con independencia de pertenencia a clases sociales o raciales. El choque de este aire fresco contra prejuicios muy rastreros terminará por sacar lo mejor y lo peor de cada uno, fotografiando debilidades, vidas insustanciales, caracteres intolerantes y aprensivos y, también afortunadamente, recompensando esfuerzos individuales en busca de objetivos vitales.
El tercer tema que creemos merece destacarse en la película es precisamente la relación madre-hija y su reflejo en la que se produce entre la madre/niñera y el joven rico (Fabinho). La frase proverbial de que el roce hace el cariño encaja perfectamente aquí, y si bien sabemos ser protectoras, maternales, cómplices con quien hemos estado conviviendo mucho tiempo, desconocemos cómo tratar a esa hija desconocida, a la que solo reconocemos ya por fotografía, cuyos anhelos ignoramos y cuyas actitudes y modo de ver el mundo no entendemos. Parece que en este tercer tema se ha querido detener la desafortunada traducción del título original en portugués, que vendría a decir algo así como cuándo o a qué hora será la vuelta o el regreso. “Una segunda madre” ¿segunda para Fabinho y primera para Jessica o sólo segunda para el chico tras su madre biológica? ¿primera para Fabinho y segunda para Jessica? No entendemos el alcance que se ha pretendido con la “originalísima” traducción del título, lamentablemente desacertado.
El film, si bien muy lúcido en su descripción de un universo de divisiones sociales que continúan existiendo, ya sea por darle un caramelo al espectador, ya por asegurarse la distribución, introduce dosis medidas de comedia y da un giro en sus últimos minutos que no se corresponde con la evolución o falta de ella que han recorrido los personajes, dejando absurdamente abiertos algunos interrogantes sin ninguna necesidad. No parece precisamente casualidad que la obra haya obtenido el Premio del Público de la Sección Panorama del Festival de Berlín.
Anna Muylaert, con esta obra, fija su cámara, estáticamente, en esos habitáculos donde se siguen reproduciendo las diferencias de clase, y lo hace en un momento muy oportuno, cuando el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo nº 189 de junio de 2011, hasta el momento solo ha sido ratificado por veintiún países, entre los que no se encuentran naciones como Estados Unidos, Francia o España. Su ratificación supone la obligación de garantizar a los trabajadores domésticos explicación detallada y por escrito de sus condiciones de trabajo, de sus horarios, descansos, las tareas efectivas contratadas, sueldo y forma de cálculo, fin de los descuentos abusivos por manutención y alojamiento, salario mínimo, horas extras, licencia anual y remunerada, condiciones laborales seguras, respeto a la privacidad, igualdad de condiciones en la Seguridad Social con el resto de trabajadores. En definitiva, nada más y nada menos que derechos humanos básicos.
Tráiler:
Ficha técnica:
Una segunda madre (Que Horas Ela Volta), Brasil, 2015.Dirección: Anna Muylaert
Guion: Anna Muylaert
Producción: Africa Filmes. Globo Filmes. Gullane Filmes
Fotografía: Bárbara Alvarez
Reparto: Regina Casé. Camila Márdila. Karine Teles. Lourenço Mutarelli. Michel Joelsas. Helena Albergaria. Antonio Abujamra
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