Críticas
El reencuentro
Una vez más
Guillermo Rojas. España , 2019.
El recuerdo, la melancolía y el transcurrir del tiempo son los cuestionamientos que Guillermo Rojas desea examinar en su primer largometraje Una vez más. Con un guion escrito por él mismo, se plantea el reencuentro de una joven pareja tras cinco años de estar separados, y el sinnúmero de emociones, dudas e interrogantes que éste desata en ellos.
Abril (Silvia Acosta), vuelve desde Londres –donde trabaja en un afamado despacho de arquitectura-, a la bellísima Sevilla, su ciudad natal, para el funeral de su abuela, lo que le da la oportunidad de pasar un par de días con Daniel (Jacinto Bobo), su ex novio, con quien recorrerá calles, parques, y librerías mientras conversan sobre lo que ha sido para cada uno el tiempo que han vivido a la distancia.
Muy en el estilo de Richard Linklater en su trilogía Before…, Rojas sigue a esta pareja deambulando por atractivos lugares turísticos que despiertan una razonable nostalgia en la protagonista, a la vez que reiteradamente confiesa su sensación de soledad al tener que establecerse en un país lejano y sumamente distinto al suyo, por lo que ahora aprecia cada rincón que recorren, plagado de experiencias y memorias.
De tal forma que, los personajes, con soltura y naturalidad, con buenas interpretaciones de ambos, pasan horas y horas caminando, explorando, comentando, recordando, y así esta historia sencilla y fresca avanza con una ciudad sumamente fotogénica como telón de fondo, ofreciendo en principio su mejor rostro. Las dificultades, las pocas oportunidades, la lucha diaria para hallar un futuro profesional, en principio quedan ocultos a su mirada, cegada por la melancolía de aquellos recuerdos tan añorados.
Además de la obvia evocación a Linklater, Rojas encuentra una pronunciada inspiración en el cine de Jonás Trueba, especialmente en la película La reconquista (2016), misma que está en cartelera en el cine que los protagonistas frecuentaban y que deciden entrar a ver, aún cuando ya había comenzado.
Con dicho filme, Una vez más comparte muchos elementos tanto estéticos como narrativos; en ella también se describe un reencuentro y un largo día de convivencia deambulando por las calles de Madrid, de un lugar a otro, mientras la pareja se pone al día de lo que ha sido su vida desde que se dejaron de ver, quince años atrás.
La principal diferencia radica, primero, en el tiempo que tienen sin verse; en Una vez más son tan solo cinco años, y los cambios en ellos no son tan profundos. En segundo lugar, en que en La reconquista el amor que se añora es el de la adolescencia, cuando tenían apenas quince años y la despedida es algo obvio e inminente, mientras que la pareja que Rojas presenta es la de unos jóvenes que se deben separar para perseguir sus propios sueños, trabajos y vocación profesional, haciendo hincapié en la dificultad y falta de oportunidades en su país natal para hallar algo que valga la pena.
Más allá de las diferencias, en realidad Una vez más está plagada de alusiones al filme de Trueba. En ambas cintas, la cámara –y por lo tanto nosotros con ella-, acompañamos a la pareja muy de cerca. Se mueve detrás de ellos, o los presenta lateralmente cuando están tomando una bebida en algún café. Y la música, también en las dos, juega un rol acentuadamente protagónico. Quizá en es en ese preciso aspecto en el que Rojas tambalea un poco más, dejando demasiado tiempo las canciones elegidas como su banda sonora, de hecho las deja sonar completas, lo que disipa de pronto la atención del espectador, que se cansa de estos largos lapsos musicales, con letras que de pronto son un poco obvias, e incluso un poco cursis.
De todas aquellas secuencias en que las canciones participan de la trama, quizá la que refuerce mejor el sentimiento de nostalgia que permea durante todo el filme, se da en el momento en que, de forma espontánea y a capela, el grupo de amigos canta al unísono Esos ojos negros de Duncan Dhu.
En general el ritmo narrativo se mantiene activo y constante a lo largo de Una vez más, entreteniendo y generando tanto empatía hacia los protagonistas, como interés por su pasado, su momento presente y sus decisiones a futuro, que el expuesto reencuentro podría provocar.
No es la intención de Rojas el conformar una película con diálogos en extremo trascendentales o muy profundos, sino el evocar una sencilla, cotidiana y muy cercana exposición de la realidad de la juventud en la actualidad, esforzándose especialmente en recalcar que son los momentos guardados en la memoria, vistos a la distancia los que adquieren de pronto un brillo que no tenían en el tiempo en que fueron experimentados y originados. Por lo que estos días de conexión con su pasado, su hogar, su familia, amigos y sobre todo su antiguo amor, afectan emocionalmente a Abril, y tendrá que nuevamente poner en una balanza lo que desea para sí misma, y para su futuro, sopesando las oportunidades profesionales y personales que le ofrece su ciudad natal.
La reflexión y toma de decisiones será lo que hacia el final sostenga la tensión dramática, y sin duda, conseguirá hacer una invitación al espectador para a su vez, también reflexionar sobre ciertas ideas que quedan rondando en el aire.
Ficha técnica:
Una vez más , España , 2019.Dirección: Guillermo Rojas
Duración: 111 minutos
Guion: Guillermo Rojas
Fotografía: Jesús Perujo
Música: Pablo Cervantes
Reparto: Silvia Acosta, Jacinto Bobo, Teresa Arbolí, Julia Rodríguez, Celia Vioque, Beatriz Arjona, Cristina Domínguez