Críticas
Encuentro afortunado
Viaje
Paz Fábrega. Costa Rica, 2015.
Como parte de la sección oficial de largometraje internacional en competencia del Guanajuato International Film Festival, GIFF 2015, se presentó la película costarricense Viaje, de la directora Paz Fábrega (Agua fría del mar, 2009). La trama que nos presenta en esta ocasión es una muy sencilla, hasta se podría calificar de simple, sin embargo, el resultado deja un buen sabor de boca en el espectador.
Pedro (Fernando Bolaños) y Luciana (Kattia González) se conocen en una fiesta de disfraces y se sienten atraídos entre sí. Tras un breve coqueteo deciden pasar la noche juntos, y lo que era solo una noche se convierte en el resto del fin de semana, a sabiendas de que cuentan con una fecha límite, ya que cada uno tiene planes que seguir.
Viaje es un relato sobre un encuentro afortunado, en un momento quizá no tan apropiado. Es un retrato íntimo de una pareja de jóvenes solitarios, despreocupados, pero con miedo al compromiso, que pasa de la conversación trivial al descubrimiento de sí mismos en la cercanía con el otro.
Filmada en su mayoría en el Parque Nacional Volcán Rincón de la Vieja, vemos que el paisaje adopta un papel central en la historia de conocimiento y seducción. En un principio las escenas íntimas son tímidas, cargadas de juego y broma, para más tarde volverse más personales, en las que Fábrega logra con sutileza y sensualidad vislumbrar esa línea divisoria entre la atracción física y la conexión sensorial más profunda. Desde una mirada muy femenina, denotando acentuada sensibilidad, la directora nos cuenta una historia de exploración interior, de amor y amistad, de aventura y erotismo.
La fotografía, esencial para el mensaje que se deseaba transmitir, estuvo a cargo de Esteban Chinchilla, en su primer trabajo en cine. Chinchilla, presente en la proyección de la cinta en el Festival, comentó al público que fue invitado por Paz cuando ella conoció su trabajo en foto fija. Explicó que se optó por filmar en blanco y negro porque es más sutil y artístico y va de acuerdo con el concepto intimista y atemporal que buscaba Fábrega. Asimismo aclaró que al tratarse de una filmación que sucede casi por completo en medio de la naturaleza, el verde vivo de la vegetación en una película a color habría sido muy intenso para el espectador, ya que dominaría visualmente todo el encuadre en la pantalla, opacando a los personajes.
Por otro lado, hace hincapié en las dificultades de la filmación, debido a su bajo presupuesto, por lo que debieron prescindir de iluminación para adaptarse tan solo a la luz natural. Razón por la cual, la profundidad de campo es corta en algunas de las escenas, y se hace uso del foco selectivo, es decir, se enfoca un objeto o detalle principal en el cuadro, dejando lo demás fuera de foco, debido a los diafragmas abiertos, para aprovechar toda la luz que tenían. Los lentes que utilizó son de fotografía fija, principalmente el normal de 50 mm. Gracias a esto, cada uno de los detalles toma una exaltada relevancia: la piel, los ojos, los dedos entrecruzados; en fin, todos los fragmentos se alternan para hacer un conjunto que se convierte en arte. Fábrega se toma su tiempo, no lleva prisa, porque en realidad el guion no es largo, de hecho se fue construyendo mientras se rodaba. Y porque, definitivamente, las que cuentan esta historia, son las imágenes.
Tráiler:
Ficha técnica:
Viaje , Costa Rica, 2015.Dirección: Paz Fábrega
Guion: Paz Fábrega
Producción: Temporal Films / Al Filo de la Navaja
Fotografía: Paz Fábrega, Esteban Chinchilla
Música: Ale Fernández, Las Robertas y Monte
Reparto: Kattia González, Fernando Bolaños