Reseñas de festivales
The Wind Rises
Jiro Horikoshi fue un ingeniero aeronáutico determinante en la historia de Japón. Gracias al avión de combate que diseñó, el modelo Zero, el ejército japonés pudo atacar la bahía de Pearl Harbor, suponiendo, consecuentemente, la intrusión del país en la Segunda Guerra Mundial. The Wind Rises se basa libremente en la vida de este significativo personaje, que ya desde muy pequeño, y a pesar de no poder ser piloto por su corta visión, sueña con volar y diseñar aviones como los de su gran ídolo, Gianni Caproni. Así, acompañando a Jiro, se narrarán importantes acontecimientos del Japón de principios de siglo, como por ejemplo; el terremoto de Kanto de 1923, la Gran Depresión o la epidemia de tuberculosis.
Declarado pacifista y ecologista, tal vez resulte atípico que Hayao Miyazaki haya elegido una historia de este calibre para la que será, según dicen, su última película. Sin embargo, al contrario que en aquella insustancialidad creada por Michael Bay, Miyazaki no vanagloria ni los éxitos de unos ni las derrotas de otros. No juzga lo acontecido históricamente, sino que se centra en plasmar la pasión que Horikoshi sentía por volar y como ese entusiasmo es secuestrado por las circunstancias históricas de la época. Al contrario que en el cine animación más convencional, con Miyazaki los estándares del bien y del mal vuelven a no estar definidos.
Esta animación, permite comprender el contexto social que vive Japón, en el preciso momento en que decide ser un protagonista más de la guerra.
El mítico avión zero, fue uno de los que llamó mi atención cuando niño. La historia de su inspiración, por parte de Jiro Horikoshi, y su tragedia personal, al perder a su amada por la tuberculosis, genera un entorno romántico al trabajo del ingeniero.