Wonka

Es posible que el nombre de Paul King no les diga demasiado, pero es el realizador que se encuentra detrás de títulos tan solventes como Paddington (2014), Paddington 2 (2017) y la más reciente Wonka, uno de los fenómenos cinematográficos de 2023, todavía en salas. A veces, cuando a un título le colgamos la etiqueta de “cine familiar”, parece que lo estemos menospreciando, infravalorando, pero no es nada fácil hacer buen cine familiar, y el mejor cine familiar es buen cine, sin etiquetas, sin apellidos, sin más. Es lo que suele pasar con los títulos de King, que son para toda la familia pero hay tras ellos una propuesta cinematográfica muy sólida: una buena historia, una exquisita ambientación y un elenco ejemplar.

Si el personaje de Paddington se lo debemos al escritor británico Michael Bond (1936-2017), el de Willy Wonka salió de la pluma de Roald Dahl (1916-1990), otro ilustre autor británico (y también guionista) adaptado innumerables veces al cine: La maldición de las brujas (The Witches, Nicolas Roeg, 1990), James y el melocotón gigante (James and the Giant Peach, Henry Selick, 1996), Matilda (Danny DeVito, 1996), Fantástico Sr. Fox (Fantastic Mr. Fox, Wes Anderson, 2009), Mi amigo el gigante (The BFG, Steven Spielberg, 2016), Las brujas de Roald Dahl (The Witches, Robert Zemeckis 2020) o los cuatro cortometrajes dirigidos por Wes Anderson recientemente para Netflix, La maravillosa historia de Henry Sugar (The Wonderful Story of Henry Sugar, 2023), El cisne (The Swan, 2023), El desratizador (The Rat Catcher, 2023) y Veneno (Poison, 2023), por citar solo algunas.

Fuera del repaso anterior han quedado las dos adaptaciones previas de una de las obras más icónicas de Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate (1964). Se trata de Un mundo de fantasía (Willy Wonka & the Chocolate Factory, Mel Stuart, 1971) y Charlie y la fábrica de chocolate (Charlie and the Chocolate Factory, Tim Burton, 2005), en las que el personaje de Wonka, ya adulto, que es como se presenta en la obra de Dahl, era interpretado por Gene Wilder y Johnny Depp, nada menos. La propuesta de Paul King bebe del espíritu de las anteriores pero se libera de su fuerte influjo visual. Recupera alguno de los temas musicales de la película de Mel Stuart y recrea una ambientación burtoniana en algunos aspectos (por ejemplo, el personaje de Olivia Colman, que recuerda a la Señora Lovett de Sweeney Todd).

Pero lo cierto es que el propio King y Simon Farnaby, guionista con el que ya había colaborado en Paddington 2, se han centrado en la juventud del personaje de Willy Wonka de una manera absolutamente libre. El guion de Wonka (recordemos que la familia de Dahl ha cedido todos los derechos del personaje a Warner Bros.) consigue lo más importante, no traicionar al propio personaje, quien, tras numerosos viajes de exploración, llega a una ciudad indeterminada (pero portuaria y de la Europa de entreguerras, más austrohúngara que italiana, pero con toques londinenses) con la intención de abrir su propia tienda de chocolate, lo que tratan de impedir quienes controlan esa industria con prácticas oligopólicas.

En el camino, el personaje de Wonka, maravillosamente interpretado por Thimotée Chalamet, nominado al Globo de Oro por este papel, se va encontrando con personajes que se suman a su proyecto y con otros que intentan torpedearlo. En esa magnífica galería de personajes secundarios y en su interacción con un mundo muchas veces hostil, Wonka no pierde nunca de vista ni su objetivo ni el ritmo. Y es que, no en vano, aunque en la promoción casi se haya ocultado, Wonka es un musical, como lo eran también las dos adaptaciones anteriores.

Repasemos, antes de terminar, la galería de secundarios que acompañan a Wonka. De su lado están personajes puramente dickensianos como la huérfana Noodle (Calah Lane) o el contable Abacus Crunch (Jim Carter), entre otros, mientras que enfrente tiene a los malvados empresarios del chocolate, Slugworth (Paterson Joseph), Prodnose (Matt Lucas) y Fickelgruber (Mathew Baynton), ayudados en todo momento por el jefe de la policía (Keegan-Michael Key) y la extraña pareja formada por la Señora Scrubitt (Olivia Colman) y su inseparable Bleacher (Tom Davis). Mención aparte merece Hugh Grant como el Oompa Loompa que persigue a Wonka para recuperar su cacao.

En definitiva, Wonka es una pequeña joya de un tipo de cine que ya no es fácil de encontrar en las salas, y que combina a la perfección un preciosista diseño de producción, unas interpretaciones memorables y una historia sencilla pero efectiva. Y, además, deja para nuestra memoria cinematográfica una escena inolvidable, el baile con los globos, que parece sacada del Circo del Sol.

Tráiler:

Premios: Nominada al Globo de Oro al Mejor Actor en Musical o Comedia (Timothée Chalamet)