Críticas
El primer amor, inocencia y juventud
Yara
Abbas Fahdel. Líbano, 2018.
Locarno Film Festival 2018
Yara es el tercer largometraje en la filmografía de Abbas Fahdel y supone un giro sustancial en la forma que se presentaba hasta la fecha. El director iraquí ha optado por una brillante y extrema sencillez, filmando una historia que transcurre en una pequeña villa de Líbano con, tan solo, tres personajes. Asumió, para la realización de la película, además de la dirección, también el guion, la producción, el sonido, el montaje y la dirección de fotografía, que firma él mismo.
La joven Yara (Michelle Wehbe) vive con su abuela Mary (Mary Alkadi) en un valle situado al norte de Líbano, un lugar donde la mayoría de los habitantes bien han fallecido, bien se han marchado al extranjero. Un día aparece Elías (Elías Freifer), un joven excursionista que pasa por la granja donde viven las dos mujeres y conoce a Yara. Será con él, con quien Yara experimente las alegrías y los dolores del primer amor.
Nos encontramos ante una sencillez radical en el planteamiento, un relato despojado de adornos, construido con los mínimos recursos necesarios, donde brilla, por ejemplo, la austeridad de la casa en la que viven y de un estilo basado en escasísimos movimientos de cámara, haciendo uso de planos medios y generales, para mantener siempre presente el cuerpo de la naturaleza. Estos elementos guardan una coherencia interna íntegra tanto con el relato, como con la forma que Fahdel confiere a la película.
El director iraquí debió entender que el naturalismo aboga por mostrar la naturaleza como el principio de la realidad, motivo por que el que este genial director se toma su tiempo para realizar un palpitante retrato del corazón de esa villa, dedicando largos planos a mostrar las cabras, las gallinas, así como el entorno que las rodea. Surge a partir de aquí, haciéndose mucho más patente al final de la película, una confrontación, ya que Fahdel logra crear un fuera de campo en el que se vislumbra la urbe y todo aquello de lo que estas dos mujeres parecen huir.
La relación de la joven Yara con Elías y su enamoramiento abarca desde los encuentros con él a las conversaciones que ambos mantienen, y hasta los momentos en que Yara llega a casa y se tumba en su cama pensativa, con una presencia que oscila entre lo alegre y lo triste, en la misma proporción, por no estar con él.
Es remarcable la interpretación de Michelle Wehbe, actriz que da vida a Yara, la cual inunda la pantalla de inocencia y ternura. Así, el filme se mueve entre lo entrañable del cine de Kiarostami (¿Dónde está la casa de mi amigo?, 1987), salpicándose de pequeños tintes bressonianos. Fahdel depura ambos estilos y consigue otro muy personal.
En este sentido, el género en que se encuadra la película es un híbrido que bascula entre el documental, por el fabuloso retrato de la villa, y la ficción, por la historia de amor que vive Yara, convirtiéndose finalmente en un hermoso cuento en el que la idea principal es cómo el primer amor se ve enfrentado a la dicotomía entre el mundo rural y la gran ciudad, y las consecuencias de tener que elegir.
Un tema muy presente es el de la emigración y la situación a que deben enfrentarse en determinadas zonas rurales. Fahdel aborda estas ideas cuestionándose si es necesario el desarrollo urbanístico en que nos hemos visto inmersos y qué nos ha aportado esta evolución en que se han visto sumergidas las grandes ciudades. Yara y su abuela viven aisladas, rodeadas de animales, cabras y gallinas, y tienden diariamente la colada que se encargan de hacer.
Yara se convierte en un mosaico descriptivo de actividades que, tanto ella como su abuela, llevan a cabo en la villa. Un mundo rural, que vive al margen de normas y que, hoy parece casi en extinción. Dos personas abandonadas, separadas de la civilización, que rechazan cualquier tipo de aburguesamiento. Un universo en el que sobreviven, gracias a su perseverancia.
Ficha técnica:
Yara , Líbano, 2018.Dirección: Abbas Fahdel
Guion: Abbas Fahdel
Fotografía: Abbas Fahdel
Reparto: Michelle Wehbe, Elias Freifer, Mary Alkady, Elias Alkady, Charbel Alkady
Hermoso relato fílmico. Recién vi este film en el 33°mdqfilmfest, y me impactó el despojo, simplesa, frescura. Una joya recordó tanteo. Felicitaciones, me tocó el alma.