Críticas
Condena fuera y tras las rejas
La visita
Jorge Leandro Colás. Argentina, 2019.
BAFICI 2019
Entre la nueva generación de documentalistas argentinos y participante de la Competencia Argentina del Bafici, Leandro Colás (Parador Retiro, 2008; Gricel, 2012; Los pibes, 2015; Barrefondo, 2017) nos acerca a un tema sensible, para muchos, desconocido, que pone el foco en los familiares de los detenidos dentro del penal de máxima seguridad de Sierra Chica, en Olavarría, Provincia de Buenos Aires.
Todos los fines de semana, cerca de quinientas mujeres y algunos hombres llegan al pueblo de Sierra Chica a visitar a los detenidos en el complejo penitenciario. La travesía en micro lleva horas, y llegan de madrugada a una zona media inhóspita, triste, de pocos habitantes, escasos comercios y mucho campo alrededor. Las mujeres van con sus hijos y esperan largas horas hasta poder ingresar en el penal. Ese tiempo lo pasan en el único almacén del lugar. Allí, dejan sus pertenencias, compran provisiones para compartir con los presos, cargan sus celulares, se maquillan y hablan con el dueño, con quien entablan cierta familiaridad al volverse habitués y clientas del lugar. Otras, descansan en la humilde pensión de una mujer, que también tiene a su esposo preso, y ha decidido abrir las puertas de su casa para brindarles un espacio de contención y alojamiento.
Enmarcado en un documental de observación, el registro cercano de la cámara acompaña a las visitas, mostrando toda la rutina que va desde el arribo hasta el ingreso. Cada plano refleja parte del sacrificio que sostienen por amor, superando las instancias burocráticas de las prolongadas esperas ante una reja, las requisas que deben atravesar, como el costo del viaje, ya que por lo general las familias provienen de estratos sociales humildes. Los detenidos de Sierra Chica no son los únicos condenados, ellas cargan también con una condena social que sufren y padecen por ser esposas, novias, hijas o madres de los presos, así lo revela frente a cámara el testimonio de la dueña de la pensión, acompañado por el aporte de algunas mujeres que pasan por allí y cuentan sus experiencias.
El comerciante también tiene protagonismo en la dinámica y la organización que lleva alrededor del penal, sacando provecho de una situación dramática y construyendo un monopolio de “asistencia” para las visitas que llegan. Y lo hace, ganándose la simpatía y confianza de su clientela.
Uno de los aspectos más interesantes en el aspecto formal es el trabajo de Colás en relación al sonido y al fuera de campo. A través de suaves paneos y travellings, las imágenes recorren el penal de Sierra Chica, del que solo vemos la fachada de los muros antiguos de cemento, pero no pasamos ni espiamos, siquiera, a través del alambrado. Ese límite del afuera aumenta la curiosidad sobre lo no visto, un deseo que se retroalimenta por el alcance de algunas voces y gritos que provienen del interior en plena noche cerrada. Entonces, a través de lo no visto, solo nos queda imaginar.
La visita narra con buen ritmo y sensibilidad ese submundo que se forma alrededor de la cárcel y al que pertenecen muchas familias, balanceando momentos dramáticos con otros más distendidos. Hay muchas historias detrás de los rostros de cada una de las mujeres que posan frente a cámara, mirando de frente, una característica habitual en sus documentales, donde prevalecen problemáticas sociales y vigentes. La mirada cercana y comprometida del realizador da luz a la importancia de los vínculos que fortalecen la perseverancia de acompañar y asistir a aquellos seres más olvidados y marginados de la sociedad.
Ficha técnica:
La visita , Argentina, 2019.Dirección: Jorge Leandro Colás
Duración: 76 minutos
Guion: Jorge Leandro Colás
Fotografía: Martín Larrea
Reparto: Bibiana Simbrón, Emilio Melotto