Zootrópolis

Es cierto que Disney se ha expandido absorbiendo mentes, franquicias y productoras en los últimos años; por citar algunos ejemplos, la franquicia de Marvel de Los Vengadores, la saga Star Wars, y Pixar, aquella que en el año 1995 nos sorprendió con Toy Story. Es que cuando uno se entera que uno de los productores de la película que está por ver es John Lasseter, principal responsable de ese increíble motor de ideas llamado Pixar, tiene garantizada por completo una estadía muy apacible en el cine.

Ese poder con el que cuenta Pixar para caracterizar cuestiones de la vida adulta en historias animadas fue el que llevó a éxitos como Monsters Inc. (Pete Docter, 2001) o Cars (John Lasseter, 2006) a abrirse a un público un poco más adulto al que nos tenían acostumbrados las películas de animación, algo que quizás esa gran industria llamada Disney no nos deparaba con sus historias de princesas y personajes tradicionales, como Mickey o Cenicienta.

Y ya que hablo de Pixar más que de Disney, me siento en la obligación de resaltar las caracteristicas del filme. Podemos destacar que cada personaje tiene sus características muy marcadas, pero antes de mencionar a los demás, me gustaría referirme a la utilización de perezosos para la oficina estatal, algo que se ve en el tráiler. Es algo muy cómico de ver en el filme, ya que el nombre elegido para este personaje es “Flash”, un aspecto que se opone intencionalmente a la lentitud de sus movimientos.

El mensaje de Zootrópolis es quizás el fuerte del filme. Independientemente de cuestiones que se encuadran exclusivamente en el cine de animación, que debe atraer a un público de menores edades, la cinta nos deja un gran sabor a autosuperación, a realización personal. Partiendo de esta base, nos cuenta la historia de una coneja campesina, desde su infancia hasta que decide alistarse para la policía de la gran ciudad. Ella es Judy Hopps (voz de Ginnifer Goodwin en la versión original en inglés), personaje que deberá sortear los prejuicios de la sociedad hacia su especie, ascendiendo gracias a su desempeño y responsabilidad. Luego de dejar el campo, Judy Hopps se reencuentra en la gran ciudad con un viejo enemigo de la infancia, el zorro Nick Wilde (voz de Jason Bateman en la versión original en inglés), que luego de varios pases de factura, será su compañero de aventuras. Y destacándonse entre quienes aportan su voz a los personajes, tenemos a Idris Elba en el papel del jefe de policía Bogo, caracterizado en un toro y a JK Simmons, que en forma de león, da vida a la voz del alcalde Lionheart, siempre hablando del doblaje de la versión original en inglés.

El sonido fue trabajado por Michael Giacchino, que tiene una larga historia musicalizando películas de animación de Pixar (un punto más que la anota como una película «Pixar»), tales como Ratatouille (Brad Bird, 2007) y Up (Pete Docter, 2009), pero también trabajó en series como Alias (JJ Abrams, 2001-2006), en Perdidos (Lost, JJ Abrams, 2004-2010) y en sus inicios, componiendo para videojuegos como Call of Duty, Black y Medal of Honor. Más allá de un excelente trabajo de Giacchino, Zootrópolis cuenta con una banda de sonido en la que aporta su voz Shakira, interpretando a la cantante pop Gazelle.

Los tres directores de Zootrópolis no son principiantes en el mundo de la animación. En el caso de Byron Howard, que ha dirigido Bolt: Un perro fuera de serie (2008) y Enredados (Tangled, 2010), pero también trabajó en el departamento de animación de Pocahontas (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995) y Mulan (Tony Bancroft, Barry Cook, 1998). Por otro lado, Rich Moore participó en series animadas como Los Simpsons (1990), El Crítico (The Critic, 1994) y Futurama (1999), además de haber dirigido en 2012 ¡Rompe Ralph! (Wreck it Ralph!) y Jared Bush, quien fue uno de los agentes creativos de la gran Big Hero 6 (Don Hall, Chris Williams, 2014).

Esa cuestión lúdica que mezcla personajes infantiles envueltos en situaciones adultas sobresale al momento de disfrutar este tipo de cine. Con esto destaco que así como Hopps parece una coneja inocente, el deber que ella se impone con la sociedad es el de ser policía e investigar a los criminales hasta las últimas consecuencias. Situaciones de la vida cotidiana comparables con la joven promesa que busca destacarse en las grandes ligas, como el rayo McQueen de Cars, o los colores asignados a los personajes de Del Revés (Inside Out, Pete Docter, 2015) que hacen que los 108 minutos de duración de Zootrópolis sean entretenidos y aleccionadores.