Reseñas de festivales
Exit Elena
Elena (Kia Davis) es una joven recién recibida de enfermera. Somos testigos de su última práctica en el hospital. Consigue trabajo en una casa de familia, con cama adentro, para cuidar a una anciana. Pero nada es lo que parece a simple vista. La familia está compuesta por un matrimonio que es completamente disfuncional, ella es neurótica y su esposo hace la suya. Le importa solo su trabajo y el bienestar de su madre. Elena se deberá adaptar a las modalidades de un familia muy distinta a ella, que desea incluirla y hacerla parte de su vida.
Divido en tres capítulos, el filme se estructura como un diario íntimo en el que se descarga lo que pasa en el interior de una joven. Está filmada con cámara en mano y en formato bien cuadrado de 4:3. La imagen no es del todo clara, tiene la textura de la película con grano, que condice, con coherencia estilística, con el registro naturalista que logra su realizador. Para generar un tono intimista, la cámara se mete entre la familia y pasa a ser un invitado más sentado a la mesa. En ese detalle por captar lo cotidiano y hacernos partícipes se parece al estilo de Ursula Meir en Home (2008).
La película aborda la dificultad de las relaciones y los vínculos. Habla de los límites, la tolerancia, lo que se puede ceder y lo que no, la crianza y la necesidad del afecto.
La matriarca de la casa (Cindy Silver), madre en la vida real del realizador, es un personaje muy bien definido que logra despertar irritación en el espectador cuando despliega su neurosis obsesiva, sus constantes preguntas y su falta de ubicación. Excesos que se contraponen como antítesis frente a la poca gestualidad de Elena, con su timidez, discreción y soledad a cuestas. Sin embargo, y con mucha paciencia, entre ellas nacerá el respeto y un cariño sincero, a pesar de sus diferencias.
El hijo del matrimonio, personificado por el mismo realizador, Nathan Silver, también presenta problemas de adaptación. Y de eso también se habla en la película, de la capacidad para poder adaptarnos a lo que somos y a lo que aspiramos en relación a los otros. Y en ese camino Elena busca su propia salida.
Rítmica, sencilla, natural, Exit Elena es una linda y pequeña muestra de un cine independiente con personalidad y estilo.
Me fascinan los relatos que ponen en el foco los vínculos, es muy interesante como la protagonista se va adentrando en esa familia y logra desarrollar una relación a su manera con cada integrante de la misma. Excelente!
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gracias Estefanía, los Festivales te brindan estas pequeñas grandes obras. Saludos
hermosapelicula, muy bien logrados los personajes
Ana, gracias por leernos. Saludos
Gracias por la recomendación.