Generalmente utilizamos el término "filme" para referirnos a un producto singular, a la película, mientras que cuando decimos "cine" suponemos que abarcamos un fenómeno más amplio, que sin duda engloba un conjunto de filmes.
Esta distinción que va de lo particular a lo general arrastra consigo dos maneras de estudiar el cine (es decir, los filmes), que usualmente ha sido utilizada para distinguir la teoría de la crítica, dos de los grandes discursos que se levantan a partir del producto que representa una película.
Así, comúnmente se establece una distinción entre los autores que estudian el lenguaje cinematográfico y los que estudian los filmes. A los primeros se les llama teóricos, pues escriben sobre el cine en general y a los segundos críticos, pues escriben sobre filmes, expresamente designados.
Christian Metz en su libro Lenguaje y cine (un clásico de la teoría cinematográfica de orientación lingüística) pone en orden lo que esta distinción intenta explicar. En primer lugar, deja claro que ambas perspectivas se encargan de estudiar los filmes. Puesto que quienes se encargan de estudiar el lenguaje cinematográfico se basan en un corpus, que a su vez está compuesto por películas y sólo películas. De lo que se trata es, aclara Metz, de dos tipos de análisis.
(...) los que tienen por meta reagrupar rasgos fílmicos en tanto sistemas como filmes hay, y los que intentan reagrupar rasgos fílmicos en un sistema (o en un conjunto de sistemas) que no se refiera a ningún filme en particular (Metz,1973:99)
Ambos autores, analistas, estudian los filmes. Sin embargo, en el grupo de los críticos, la mirada se dirige a establecer la manera en que están construidos los filmes (como dice Metz, uno por uno).
(...) si los estudios de este género tienen como punto de partida "los filmes", su punto de llegada (el objeto que se esfuerzan por alcanzar) no es en absoluto los filmes, sino "los sistemas propios de los filmes".(1973:99)
El lenguaje cinematográfico es visto por Metz como un conjunto de sistemas.
(Béziers, 12 de diciembre de 1931 - París, 7 de diciembre de 1993), semiólogo, sociólogo y teórico cinematográfico francés.
Obra:
-Essais sur la signification au cinéma, vol.1, 1968 (trad.cast.: Ensayos sobre la significación en el cine, Barcelona, Paidós, 2002)
-Essais sur la signification au cinéma, vol. 2, 1972 (trad.cast.: Ensayos sobre la significación en el cine, Barcelona, Paidós, 2002)
-Langage et Cinéma, 1971 (trad.cast.: Lenguaje y cine, Barcelona, Planeta, 1974)
-Le signifiant imaginaire, psychanalyse et cinéma, 1977 (trad.cast.: El significante imaginario, Barcelona, Paidós, 2001)
-Essais sémiotiques, París, Klincksieck, 1977
-L'énonciation impersonnelle, ou le site du film, París, Klincksieck, 1991
Así, para este autor, estudiar uno de estos sistemas (como suele hacerlo el crítico de cine, cuando analiza un filme) no sería estudiar el lenguaje cinematográfico. El ejemplo de Metz es elocuente: estudiar el fundido en negro no es estudiar el lenguaje cinematográfico, sólo parte de él.
Por otra parte, cada filme representa un sistema singular, donde operan al mismo tiempo elementos cinematográficos (como el montaje) con otros elementos extra cinematográficos (como la ideología). Pues, como bien subraya Metz, "un filme no sólo es una muestra de cine sino también una muestra de cultura".
El objeto de estudio de los llamados teóricos del cine no será, entonces, advierte Metz, "el filme en tanto discurso manifiesto, serie de imágenes y de sonidos y de palabras, en cierto orden, cuerpo susceptible de ser atestiguado". La búsqueda, la ansiada meta, será establecer el sistema que organiza este desarrollo que es el filme, la estructura de ese texto y no el propio texto. Este "sistema" no está claramente inscrito en ninguna parte del desarrollo manifiesto del filme: un sistema, como tal, nunca está atestiguado.
Para Metz, padre de la semiología del cine, uno de los máximos representantes de la perspectiva metodológica que dominó el ámbito de las teorías cinematográficas entre las décadas de los 60 y 70, el papel del semiológo estaba destinado a construir ese sistema, o mejor, el conjunto de sistemas que conforman el lenguaje cinematográfico.
El analista que mira los filmes para estudiar el lenguaje cinematográfico se enfrenta a un filme ya realizado, no tiene que hacerlo, "ni decir cómo debe hacerse, tiene que mirar cómo está hecho. No camina hacia el filme (lo cual es el trayecto del cineasta), sino que parte del filme, hacia tal o cual de sus sistemas".
El teórico realiza el recorrido de una "lectura" y no de una "escritura", e intenta explicar ese recorrido en todas sus partes. El asunto es comprender cómo se comprende el filme. Se trata entonces, de una "metalectura, una lectura analítica frente a la lectura cultural del espectador."
Las teorías cinematográficas pueden verse como una reflexión sobre los modelos de representación que se han insitucionalizado a través de la historia del cine, los modos adoptados por los distintos tipos de industrias y que han sido aceptados por el público.
Las distintas mutaciones teóricas, las proposiciones o postulados que elaboran los autores, desde diversas disciplinas o tendencias de pensamiento, son parte también de la historia del cine (no sólo los filmes producidos y sus cineastas). Pues a través de estos discursos podemos conocer cómo ha sido la recepción de la obra cinematográfica en distintos ámbitos y épocas. Sin olvidar que las teorías cinematográficas también actúan como paradigmas de pensamiento que condicionan una manera de ver el cine, de hacer historia del cine y de establecer los criterios para valorar los filmes y sus cineastas, productores, creadores.
*Los contenidos de este espacio forman parte de los contenidos de la asignatura Teoría y Crítica Cinematográfica, que dicta en el Máster de Crítica Cinematográfica que AULA CRÍTICA ofrece en la modalidad virtual.