Oscura. Inteligente. Cancelada

Por Arantxa Acosta

Carnivale, la serie

 

"Before the beginning, after the great war between Heaven and Hell, God created the Earth and gave dominion over it to the crafty ape He called man. And to each generation was born a creature of light and a creature of darkness. And great armies clashed by night in the ancient war between good and evil. There was magic then, nobility, and unimaginable cruelty. And so it was until the day that a false sun exploded over Trinity, and man forever traded away wonder for reason"

Samson (Director de la caravana)

Carnivàle, una de las mejores series de los últimos años (de HBO, por supuesto)

Descubrí Carnivàle uno de esos días que te paseas por la fnac buscando algo, pero sin buscar nada. Me llamó mucho la atención la carátula del DVD: a un lado, más de una veintena de personajes variopintos típicos -cómo no- de carnaval, la mujer barbuda, la vidente, el enano, el freak... con una noria al fondo (al más puro estilo Freaks, vamos, Tod Browning, 1932). Al otro lado, un poco separado, un cura de espaldas a la curiosa troupe clamando al cielo, junto una mujer. Al fondo, una espesa tempestad. Es una imagen que, lejos de proyectar la alegría de un carnaval, infunde una profunda, profundísima, curiosidad.

Siguiente sorpresa: empieza el primer capítulo y... nos encontramos con unos títulos de crédito que son una verdadera obra de arte, y que revelan más cosas de la serie de lo que inicialmente podemos imaginar:

Intro:



Pero... ¿de qué va Carnivàle?

En cada generación nace una criatura de luz y una de oscuridad. El bien y el mal, tras millones de años de lucha volverán a enfrentarse, en esta ocasión personificados en dos hombres comunes, con el fin de conseguir el control del mundo.

Años 30 en Estados Unidos, plena depresión. Ben Hawkins, un pobre, un chico que vive en pleno desierto, está enterrando a su madre, la única persona con la que vivía. La "suerte" hace que en ese mismo momento circulen por su camino los trailers de un Carnaval ambulante. El jefe, un misterioso enano que parece saber más de lo que dice, decide recoger al muchacho.

Padre Justin. Huérfano junto a su hermana y criado por un sacerdote, lleva toda su vida dedicada al sacerdocio. Famoso ya en su comunidad, consigue poder ubicar una iglesia en una zona destinada al juego, a la que acudirán los más necesitados. Lamentablemente, un día la iglesia amanecerá incendiada y con decenas de niños muertos a causa del terrible "accidente". Habiendo perdido inicialmente su fe, pronto se dará cuenta de la revelación que le ha hecho el Divino: levantar una nueva iglesia, una nueva y fuerte comunidad.

A partir de aquí, el argumento se desarrollará siguiendo múltiples historias, que a su vez se bifurcarán en otras muchas, siempre con variopintos personajes, pero siempre alrededor de la trama principal, el encuentro de las dos generaciones que están destinados a enfrentarse, como eje que las acabará uniendo a todas. Así, toda subtrama contribuye, de una u otra forma, a la historia del bien contra el mal, pero claro... bondad y maldad están tan presentes en todos y cada uno de los personajes, que se hace muy difícil (y ahí radica uno de los mayores éxitos de la serie) ponerte del lado de unos u otros, darse cuenta de quién está ayudando al bien y quién al mal. Saber, en última instancia, cuál de los dos personajes principales trabaja para Dios (la criatura de la luz) y cuál para el Diablo (la criatura de la oscuridad) se convierte en toda una odisea.... porque no está nada claro tras los doce primeros episodios.

CarnivaleUna de las curiosidades de la primera temporada, es que ni Ben ni el Padre Justin cruzarán sus vidas en ningún momento. Se intuyen, sueñan el uno con el otro, sus investigaciones acerca de cuál es la verdadera misión de su vida empezarán a converger poco a poco.... pero nada más. Descubriremos junto a ellos sus poderes (Ben puede sanar a los enfermos, pero necesita poder quitar la vida a su alrededor -¡qué duro debe ser escoger qué matas para poder dar la vida!-; el Padre Justin puede controlar la mente de quien tiene alrededor, puede hacer que salgan monedas de la boca de una de sus feligresas que acude a él en busca de ayuda), y cómo avanzan sus vidas paralelamente, cómo van cambiando y pareciéndose cada vez más. Ben trabajará en el Carnaval, siendo presionado por el Profesor Lodz, el adivino que parece tener un interés demasiado especial por el chico, o atraído por dos de las mujeres más oscuras del circo. Y todo, amenizado por los cautelosos y reveladores comentarios que va desvelando el Gerente, una persona que sólo tiene derecho a ver el director del carnaval, Samson. Doce capítulos que sirven exclusivamente para conocer a todos los personajes, sus inquietudes y motivaciones, sus miedos y, claro, su relación con la batalla final. La gran decepción para muchos fue que, tras tanta atención... en realidad te habías enterado de muy poco.

La segunda temporada, por el contrario, recoge el fruto sembrado en la primera y desvela muchos porqués, pero no todos. Pensada para seis temporadas (una "trilogía" que se resolvía cada dos libros) y quedando exclusivamente en dos, la trama principal, la lucha entre el bien y el mal y su ganador, en esta ocasión sí llega a su fin. Pero claro, no todo podía ser tan fácil... aunque nunca sabremos qué nuevas intrigas les deparaban a Ben y al Padre Justin.

Si es tan buena... ¿por qué acabó cancelándose?

Básicamente, por dos motivos: el primero, porque su confusa trama no está hecha para el americano medio que, si se pone delante del televisor, lo único que quiere es desconectar y que se le facilite la vida, y no todo lo contrario. Y sí, es cierto que si tienes que esperar una semana a ver el siguiente capítulo, muchas de las micro-pistas sobre el argumento principal que se han ido dando, segurísimo que no las recuerdas. El segundo, el coste de cada capítulo, superior a dos millones de dólares... demasiado desorbitado si la audiencia no acompaña.

Mezcla de las creencias más cristianas junto ritos paganos, historia real y pura fantasía, sinceramente, tras A dos metros bajo tierra (Alan Ball, 2001-2005), Carnivàle es lo mejor que HBO ha producido. Eso sí, y por último, una recomendación: si gusta la primera vez, revísala. Se disfruta el doble después, porque puedes estar mucho más atento a todos los detalles, dándote cuenta de cosas que en una primera visión seguro que no habías parado atención.

Trailer season 1: