Dada su colocación en el calendario, el Fecinema sirve como concentrado resumen de lo mejor del año. Como ya pudimos atestiguar el año pasado, los programadores sigue gozando de un excelente criterio, trayéndonos a Manresa el mejor ramillete de películas vistas en grandes festivales. Por ejemplo, de San Sebastián se trajeron este año cinco películas: la premiada Neds, de Peter Mullan, Bautismo de Marcin Wrona, Caracremada de Lluís Galter, La llave de Sara o Chloe de Atom Egoyan, que pudo verse en 2009. Así podríamos seguir con Sitges, Cannes, Venecia o Berlín. En ese sentido, uno lamenta que todas las películas tengan un único pase, obligando a realizar discriminaciones que no siempre pueden ser del todo acertadas. Este año, el certamen ha estado marcado nuevamente por la crisis económica, que les ha hecho reducir su presupuesto, pero no por ello han renunciado a la oferta de calidad, algo que se agradece. Asimismo, las dos pérdidas recientes de Chabrol y Berlanga han pivotado las menciones del Festival, tanto en la Inauguración, abierta con un correcto Tavernier, mediante En el centro de la tormenta, como en la Clausura, dando el broche de oro con un auténtico regalo para el aficionado, la divertida Outrage, del siempre inmenso Kitano. De Chabrol se proyectaron de forma gratuita sus dos (interesantes) películas sobre el inspector Lavardin, Pollo al vinagre y El inspector Lavardin. Berlanga no estuvo en la programación, pero sigue incólume el recuerdo de Plácido, rodada en Manresa en los años 60.
En lo que a contenidos se refiere, la apuesta por el cine europeo y el cine de autor rigen las principales líneas maestras del festival. En ese contexto, Manresa no solo proyectó recientes muestras europeas del mejor cine criminal que se cuece en la actualidad, con películas como las citadas Neds o Bautismo (una de nuestras favoritas), o la también reseñada Schemer junto a Easy money o Im schatten, sino que en su espacio gratuito Placidoscope se denudaron los esfuerzos para realizar una retrospectiva del alud de cine negro nórdico que aterriza en nuestras pantallas, tras el boom mediático conseguido por las novelas de Stieg Larsson. Así, films como Aurora boreal o la atractiva Reykjavik-Rotterdam sirvieron para comprobar si existe una idiosincrasia común y específica en todas estas obras nutridas de la letra impresa de los países nórdicos.
Como todo evento cinematográfico serio, no sería justo eludir su apoyo a jóvenes realizadores, mediante la presencia de ocho cortometrajes a concurso. Pudimos ver cinco del total, quedándonos con Dinero fácil de Carlos Montero, que obtuvo una mención especial del Jurado, y Esto no es amor de Javier San Román. El resto de lo que vimos fueron notables pero la dotación prefirió quedarse en casa, premiando con 3.000€ a La culpa de David Victori, corto que contaba con una buena provisión de medios para plasmar una pesadilla circular con ciertos ribetes lynchianos. No podemos objetar su calidad, pero un pequeño detalle nos hace poner la mosca detrás de la oreja. David Victori es de Manresa. Quizás la cuestión fue todavía más sangrante con el largometraje premiado, Carne de neón, galardón del que disentimos rotundamente (en su reseña y crítica nos explicamos ampliamente). Damos por sentada la independencia del Jurado seleccionado a la hora de pronunciarse, pero esta aparente confluencia de los intereses de la organización con el criterio del Jurado (unas pequeñas líneas explicativas ayudarían a disipar la desconfianza), puede acabar pareciendo una pequeña mancha a la seriedad, buen hacer y profesionalidad de un equipo de entregados cinéfilos que merecerían un mayor apoyo y reconocimiento y que, por supuesto, siguen gozando de nuestra simpatía.
El crimen es algo consustancial a nuestra intrínseca y contradictoria naturaleza humana. No existe la luz sin las sombras. Con lo que el hecho delictivo y su radiografía, prueba clara de ello, sirve para poner sobre el tapete las disfunciones de una individualidad y una organización social enfermas. El azote desestabilizador de la debacle económica de amplitud global dispara las elucubraciones imaginarias de esta gama de estilos, en torno a la desesperación y a la angustia existencial. No creemos en géneros estancos y disecados. Al contrario, el que despierta la fascinación del Fecinema, preferimos concebirlo como un organismo vivo, elástico, complejo, mestizo y totalmente aperturista que quiebra las codificaciones restrictivas, haciendo uso de una combinación bastarda de estilos, tonos y excesos. Quizás por ello, nos ponemos pesados discutiendo que películas como Boogie, el aceitoso, Sangre fácil, de Zhang Yimou o El perfecto anfitrión queden fuera de la Sección Oficial y en cambio, a Chloe la veamos bastante más apurada. No podemos quejarnos de todas formas. Porque gracias a ellos podemos verlas juntas. Y bien es cierto, que al público poco le importa donde esté colocada.
Los demonios del inconsciente colectivo este año han plasmado el infierno de la infidelidad mediante Chloe o Sangre fácil, de Zhang Yimou, el toque de alerta sobre unas nuevas generaciones profundamente heridas y peligrosas mediante Neds o Schemer, la amistad y los profundos lazos fraternales puestos a prueba mediante Carne de neón o Bautismo, la sinrazón de las organizaciones criminales en Outrage o la tenue línea entre ley y crimen a través del retrato de unos agentes de la ley profundamente exasperados, vistos en otra de las mejores, Los amos de Brooklyn, sentimientos también puestos al límite en la fábula fantástica de Franklyn.
Finalizamos con el listado de las críticas que desde aquí podéis enlazar, junto con el total de los trabajos reseñados:
CRÍTICAS:
Carne de neón. Paco Cabezas, España, 2010
De dioses y hombres (Des hommes et des dieux). Xavier Beauvois, Francia, 2010
Neds. Peter Mullan, Reino Unido, 2010.
Sangre fácil, de Zhang Yimou. (A Woman, A Gun And A Noodle Shop/ San qiang pai an jing qi), Zhang Yimou, China, 2009.
RESEÑAS SECCIÓN OFICIAL:
Bautismo (The Christening/ Chrzest). Marcin Wrona, Polonia, 2010
Chloe. Atom Egoyan, Canadá-EUA, 2009.
En el centro de la tormenta (The electric mist), Betrand Tavernier, EUA-Francia, 2009.
Los amos de Brooklyn (Brooklyn finest), Antoine Fuqua, EUA, 2009.
Outrage (Autoreiji). Takeshi Kitano, Japón, 2010.
Schemer (Dusk). Hanro Smitsman, Holanda, 2010.
RESEÑAS OTRAS SECCIONES:
Boogie, el aceitoso. Gustavo Cova, Argentina, 2009.
El perfecto anfitrión (The perfect host). Nick Tomnay, EUA, 2010.
El último exorcismo (The Last Exorcism). Daniel Stamm, EUA, 2010.
Franklyn. Gerald McMorrow, Reino Unido-Francia, 2008.
Inspector Lavardin (Inspecteur Lavardin). Claude Chabrol, Francia, 1985.
Paprika. Satoshi Kon, Japón 2006.