¿Felice si stare lassu?

Cosa voglio di più

Silvio Soldini, Italia-Suiza, 2010

Por Pablo Castriota

No son demasiadas las novedades que la cartelera cinematográfica argentina nos suele brindar sobre el cine italiano. Exceptuando las vigorosas Cosa voglio di piureapariciones del veterano Marco Bellocchio, los esporádicos aportes de un cada vez más ausente Nanni Moretti, alguna sorpresa de Matteo Garrone o Paolo Sorrentino y las ambiciosas producciones de Marco Tullio Giordana, no parecen ser muchas las posibilidades que el cine italiano ofrece hoy en día a la hora de retener apellidos y obras recordables. Podríamos suponer que esto es consecuencia, una vez más, de las restricciones que impone el funcionamiento de la distribución en nuestro país, pero a juzgar por las películas que desfilan en cada certamen, festival o muestra internacional, tampoco da la impresión de que el cine italiano esté cumpliendo un rol significativo o relevante dentro del panorama cinematográfico internacional. En estos últimos años ha resultado mucho más sencillo obtener novedades de Rumania o Filipinas que de nuestros ancestros sanguíneos de fines del siglo XIX. No deja de ser un detalle sumamente curioso este estado de situación actual, teniendo en cuenta la enorme influencia que el cine italiano ha ejercido mundialmente, casi a la par del desarrollo histórico del cine, por intermedio de géneros de fuerte raigambre popular (cine de divas, péplum, spaghetti western, comedia alla italiana), de su cine de autor (los apellidos son muchos y demasiado célebres, les dejo tomarse el trabajo de rememorarlos), y de la intensa marca y el indiscutible legado del Neorrealismo Italiano. En este contexto de producción algo irregular, el estreno en nuestro país de Cosa voglio di PiuÌ€ -que conserva extrañamente su título original sin traducir- termina representando una agradable sorpresa dentro de la cartelera local. El interés que la película pudiera generar va más allá de este factor contextual ya que, afortunadamente, Cosa voglio di PiuÌ€ dispone de los suficientes elementos de valor como para defenderse por sí misma, aun cuando no todos sus aspectos resulten del todo convincentes (particularmente algunos inherentes a los giros que adquiere la trama).

Cosa voglio di piu, críticaAnna es una empleada contable que vive en Milán y que está casada con un técnico con quien comparte una vida matrimonial amable y sin sobresaltos. Impactados por el reciente nacimiento de la sobrina de Anna ("nunca creí que nacer fuera así, tan violento" le comenta Anna a su esposo), ambos discuten en buenos términos la posibilidad de tener un hijo, por lo cual ella se compromete ante su marido a dejar de tomar anticonceptivos. Las cosas adquieren un rumbo inesperado cuando Anna conoce a Doménico, un inmigrante árabe que trabaja como empleado en una empresa de catering. La atracción resultará mutua e inmediata, y al poco tiempo Anna y Doménico entrarán en el resbaladizo terreno de una relación oculta a resguardo de sus parejas (como dato adicional, hay que agregar que él tiene una mujer y dos hijos). Quizás este aspecto interclasista de la relación resulte algo superficial, debido a que el guión lo presenta más como un obstáculo dramático para el desarrollo del vínculo entre ambos amantes que como un posible apunte de observación social. Cosa voglio di piu, películaSí, en cambio, resulta interesante la descripción del cuadro de vida matrimonial de Anna, el cual el realizador presenta con bastante calidez y complicidad, eludiendo el lugar común de confeccionar un cuadro de situación hostil que sirviera de plataforma para autorizar dramáticamente la concreción de la infidelidad por parte de su protagonista (excelentemente interpretada por Anna Rohrwacher, quien sabe dotar a su personaje de una vitalidad magnética indispensable a la hora de conectar emocionalmente con ella). Anna pareciera actuar la mayor parte del tiempo en función de sus impulsos y emociones, motivo que la convierte por derecho propio en el personaje más atractivo de la película. Desde el énfasis en portar prendas de color rojo y desde los meticulosos, aunque nunca irritantes cuidados que toma sobre su aspecto físico, se trasluce y evidencia la pasión que la conduce a dejarse llevar por lo que siente. En ese sentido Anna resulta un personaje lúcido, vital y coherente con sus sentimientos, factores que acrecientan el sentimiento de contradicción que se percibe sobre el final de la película en función de una decisión que no pareciera corresponderse con la construcción de su personaje. Cosa voglio di piu, películaNo puedo afirmar que la película ofrezca un punto de vista punitorio con respecto a las acciones de sus protagonistas, pero resulta extraño que la cámara le ceda un espacio tan generoso al cuadro familiar de ambos amantes, poniendo en relieve a los afectados y diluyendo o atenuando la posible empatía que el espectador pudiera establecer con el deseo de que la infidelidad derive en una nueva posibilidad de vida tanto para Anna como para Doménico. Esta sospecha adquiere mucho más espesor en la secuencia final de la película, de la cual a fin de no revelar detalles sobre su resolución me limitaré a decir que ilustra con cierta torpeza una decisión impulsiva de su protagonista poniendo en tela de juicio absolutamente todo aquello por lo que pareció estar dispuesta a jugarse previamente. La torpeza es de tipo formal, básicamente por un detalle que el realizador enfatiza con cierta grosería desde el encuadre, un elemento fácilmente asociable por la mente del espectador con el concepto de hacerse cargo de ciertas decisiones. Cosa voglio di piuY la decisión final de Anna básicamente fortalece esa ambigüedad anteriormente mencionada, dejando un cierto sabor amargo por la falta de audacia y sinceridad que la película venía demostrando tener en la mayor parte de su metraje.

El director Silvio Soldini, de quien se había podido ver en Argentina Pan y Tulipanes, lleva a cabo un pudoroso acercamiento hacia los personajes con un adecuado y discreto trabajo de cámara al hombro, un montaje bastante dinámico con abruptos cortes a negro que evitan la redundancia dramática de ciertas situaciones y aligeran la duración algo extensa de la película, unas pocas y acertadas intervenciones musicales y un sólido manejo de un elenco en el que sobresale un registro actoral espontáneo y altamente expresivo.

Trailer

Ficha técnica:

Cosa Voglio di Più, Italia-Suiza 2010

Director: Silvio Soldini
Guión: Doriana Leondeff, Angelo Carbone, Silvio Soldini
Fotografía: Ramiro Civita
Montaje: Carlotta Cristiani
Escenografía: Paola Bizzarri
Vestuario: Silvia Nebiolo
Productor: Lionello Cerri, Ruth Waldburger, Lumière & Co., Vega Film, Radiotelevisione Svizzera di Lingua Italiana

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