Por fin una alegrí­a en el cine español

Celda 211. Daniel Monzón, España , 2009
Por Arantxa Acosta

Cartel Celda 211

Una prisión andaluza. Un funcionario con muchas ganas de empezar bien en su trabajo. Un motín. Una decisión. Y, por supuesto, Malamadre. Daniel Monzón nos ha alegrado el año. Bueno, Luis Tosar nos ha alegrado el año. Porque si algo es Celda 211, es resultado de la gran interpretación de este nuestro actorazo.

Hacía tiempo que pensaba que no escribiría algo así pero, señores, hay esperanza para el cine español. Lo digo en serio. Daniel Monzón ha sabido adaptar a la pantalla de forma casi magistral la primera novela de Francisco Pérez Gandul y, si bien es verdad que fallan sobre todo algunas. de las interpretaciones secundarias (que te hacen salir momentáneamente de la trama para pensar qué pena, oye) e incluso en algunos momentos la principal del funcionario (¿nadie vio que Luis Tosar se comería con patatas a Alberto Ammann en las escenas compartidas?), estamos ante un thriller que obliga al espectador a estar atento y en tensión durante las casi dos horas de duración y que le deja, finalmente, por un lado con el mal sabor de boca de ver cómo podemos llegar a ser de imbéciles y, por el otro, con la certeza de acabar de ver un film carcelario como nunca se había hecho en España. Porque Monzón ha sabido plasmar lo mejor de una novela que ha sorprendido tanto a críticos como a lectores por su franqueza, su realismo y, por encima de todo, su visión ante la necesidad de ser queridos.

Y es que quien busque un film sobre motines y fugas estrambóticas, donde los policías son los malos y los presos los buenos que finalmente consiguen escapar... no es Celda 211 lo que busca, quizá sí La gran evasión o Papillon. El film de Monzón es mucho más que eso: es una reflexión sobre la problemática de un país (no en vano se hace referencia no sólo a las exigencias poco escuchadas de los presos, sino  también a las preferencias políticas hacia el bienestar de los terroristas, a la corrupción intercarcelaria, donde los presos consiguen droga o lo que sea a cambio de información por parte de los trabajadores), sobre los intereses comunes e individuales de los grandes colectivos (ya sean presos, carceleros, gobiernos o familias) pero, por supuesto, sobre lo curiosa que es la vida: cómo dos personas que en circunstancias normales ni llegarían a conocerse pueden acabar siendo amigos, confidentes extremos, pero con un firme secreto, unidos por un fin común: salvar su vida.

Celda 211Y es aquí, llegados a este punto, cuando nos dejamos llevar completamente por la historia de Celda 211: cuando el funcionario encubierto conoce a Malamadre, el film inicia su ascensión imparable. Y es que Luis Tosar llena completamente el plano cuando aparece, fundiéndose con su personaje como si fuesen uno solo: Tosar/Malamadre, el líder del motín, es un personaje que, a sabiendas de lo terrorífico que puede ser, acaba desdibujando los límites de su dura personalidad hasta el punto que acaba incluso por caernos mejor que el propio funcionario.

Malamadre, papel secundario en el libro, asume por completo el peso del film (no hay más que ver el cartel de la película). Una apuesta que hubiese sido muy arriesgada si Tosar no hubiese bordado el que sin duda es el mejor papel de su carrera hasta el momento (si no le dan como mínimo el Goya, yo no entiendo nada), porque Ammann, aunque ha sido una agradable sorpresa y resuelve bien el personaje (por otro lado, hay que reconocer que nada fácil), nos deja con la duda de si ha sido la elección correcta. En cualquier caso, juntos hacen un buen tándem (balanceado, eso sí) que, junto con la breve aparición de Antonio Resines, que podría definirse como "un Malamadre legal" - al tratarse de uno de los carceleros- hacen que el thriller no tenga nada que envidiar a una superproducción americana.

Ficha técnica:

Daniel Monzón, España, 2009

Dirección: Daniel Monzón
Producción: Alvaro Agustín, Juan Gordon
Guión: Daniel Monzón, Jorge Guerricaechevarría
Fotografía: Carles Gusi
Música: Roque Baños
Montaje: Cristina Pastor
Interpretación: Luis Tosar, Alberto Ammann, Antonio Resines, Carlos Bardem, Marta Etura

 

 

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