El cómic como materia noble

Linterna Verde

Green Lantern. Martin Campbell, EUA, 2011

Por Manu Argüelles

Linterna VerdeDesde hace unos años, ahora ya casi de forma persistente, el blockbuster hollywoodiense viene monopolizado por los superhéroes de los cómics norteamericanos. Una teogonía multiforme y exuberante, rica en mundos y seres fantásticos, que viene a ejercer simbólicamente el papel de mitología prosaica y popular, con su transmisión de valores absolutos, precisamente en una realidad carente de ellos. Su puesta de largo en el cine, lo vemos en recientes producciones como Thor (Kenneth Branagh, 2011) o X-Men: Primera generación (X-Men: First Class, Matthew Vaughn, 2011), suele optar por la perspectiva multigenérica y el pastiche, trascendiendo las coordenadas en las que se asienta el material original, para así alcanzar amplios estratos de población y no limitarse sólo al aficionado. En esta carrera crematística, las dos grandes compañías norteamericanas, DC y Marvel, son las que disponen del mayor catálogo. Pero unos ojos atentos permitirán advertir cómo ambas flotas difieren en su política de adaptación. Mientras que Marvel lleva al celuloide de forma proclive y en abundancia a todos sus seres, DC, que fue la pionera, dilata más en el tiempo y prácticamente se ha centrado en sus dos principales galeones: Superman (la película de Richard Donner en 1978 podría considerarse la primera en cuanto define un modelo seguido posteriormente por todas) y por supuesto, Batman, responsable del mejor film que se ha realizado hasta la fecha de este subgénero, El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008) de Christopher Nolan.

En esta dirección se puede entender que Linterna Verde, otra de las figuras importantes del universo DC, haya tardado tanto en su aparición cinematográfica, lo cual también explica que ésta sea una de las traslaciones más ortodoxas y más puras de este tipo de superproducciones. Tengamos en cuenta que el personaje vio por primera vez la luz en 1940, aunque la saga alcanzó su máximo esplendor a finales de los años 50, en la llamada Edad de Plata, punto del que han partido para la concepción del film, cuando el cómic se contagiaba de la popularidad que alcanzaba la difusión del sci-fi en el cine.

Linterna VerdePosiblemente sea un film fallido en sus aspiraciones, ya que es difícil que resulte satisfactorio para todo aquel que no conozca previamente al personaje. Para empezar,  Linterna Verde no ha conseguido trascender más allá del aficionado especializado, factor que impide que resulte una figura atractiva para todo tipo de público. Su carácter fundamental de space-opera, parcela todavía más al público destinatario. E incluso, antes de que se estrenase, sufría una de esas corrientes de opinión negativas que pueden ser mortíferas para este tipo de productos, y que actúa como un virus capaz de aniquilar cualquier ofensiva publicitaria que se maneje. Es justo reconocer que responde con rigurosidad y gesto serio e inflamado a su material de origen. Su fidelidad puede haber sido un enemigo en su contra. Pero para todo aquel familiarizado con los caballeros galácticos de la Mesa Redonda puede sentirse satisfecho en la forma que se ha sintetizado y presentado, habida cuenta de los niveles de complejidad en los que suele manejarse la serie original. Que conste en tareas de producción una persona como Geoff Johns, el principal responsable de revitalizarlo dentro de las viñetas cuando retomó el personaje de Hal Jordan a finales del 2004, ya nos indica qué criterio se manejaba desde la Warner. Por otra parte, el realizador escogido, Martin Campbell, director de La máscara del zorro (The Mask of Zorro, 1998), o de la mejor de James Bond en lustros, Casino Royale (2007), es un eficiente artesano del cine de aventuras, como en su día lo fue Michael Curtiz, y como tal, cuenta sin la excesiva personalidad que haga desviar el rumbo lejos del espíritu original, y a la vez, otorga el crédito suficiente para que pueda llevarlo a buen puerto. Visto el resultado, es cierto que le falta al film esa chispa autoral que le hubiese dado alguien con una visión personal. Por ejemplo, para ser una producción rutilante resulta bastante atemperada en su tratamiento cromático, a pesar del juego que podía dar el color dramatizado: el verde para la voluntad y el amarillo para el miedo.

También podemos estar de acuerdo que adolece de cierto desarrollo romo y algo ramplón en su tramo final, sin que seLinterna Verde esfuerce mucho en escapar de territorios trillados (la invasión alienígena o la típica secuencia en la que corre peligro la chica, donde recuerda excesivamente a una acción típica del hombre de hierro de la misma factoría). El actor escogido para encarnar al Linterna Verde terrícola más emblemático de la serie, Ryan Reynolds, da el físico, pero le falta el carisma que tiene un actor como Robert Downey Jr, capaz casi él solo de levantar un film como Iron man (2008). Además, los que conocemos a Hal Jordan, casi sabemos lo irreverente y chulesco que es en el film, más por lo que dicen lo demás de él, que por lo que transmite el propio actor, excesivamente contenido. Porque Linterna Verde puede padecer un férreo control, contrapartida positiva que provoca que sea estupenda infográficamente, donde parece que se ha desplegado el mayor empeño. Tampoco acabamos de comprender por qué no se han atrevido a ubicarla por completo en el espacio exterior, cuando, especialmente en el prólogo, es donde mejor funciona, resultando las secuencias en nuestro planeta como una especie de renuncia a su esencia. Incluso las Linterna Verdereminiscencias a míticas space operas como las de Star wars o Star Trek, le sienta bien. Algo tiene de producto desangelado, en cuanto no mantiene  siempre el listón a la misma altura, pero tampoco es el mediocre film que todo el mundo se ha empeñado en vender. Al menos, el lector de cómics puede haber agradecido la decisión de sus responsables conforme el material original merece todo el respeto que se dispensaría a un Shakespeare. La opción que han adoptado me parece la más coherente, ya que hablamos de la presentación en sociedad del personaje, algo que también les hace distanciarse de su principal competidor, Marvel.

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