El viaje a los oscuros mundos paralelos

Insidious

James Wan, EUA, 2010

Por Enrique Posada

Insidious cartelLa teoría de los universos paralelos ocupa un lugar real en los extraños comportamientos del mundo natural que describe la física moderna. Durante los desarrollos de la física cuántica y en los intentos para encontrar una teoría unificada de las fuerzas naturales, se ha planteado la posibilidad de la existencia de múltiples dimensiones, más allá de las cuatro que conocemos con los sentidos, y se ha discutido la existencia de universos paralelos conformando un Multiverso.

Naturalmente algo similar ocurre con la ciencia ficción y con el género del terror. Son frecuentes las historias de otros universos y dimensiones llenas de sombras y de tinieblas, con seres espectrales e infernales y extrañas formas de vida.

Por otra parte se habla de los viajes astrales, como un tipo de experiencia mental y espiritual, por la cual se tiene la experiencia de una percepción extrasensorial, asociada con una separación o desdoblamiento del cuerpo astral que se libera del cuerpo físico. Al parecer estas experiencias se pueden tener por sugestión, por meditación, por el sueño o por el uso de drogas psicotrópicas. Se describe este estado como un viaje del cuerpo astral, en un mundo paralelo conocido como el plano astral.

Insidious fotograma No deja de ser interesante plantear a su vez la existencia de los mundos paralelos del cuerpo y de la mente, en los cuales se desarrollan los viajes del terror y los viajes astrales. Según lo expresado por Merleau-Ponty, "las películas están especialmente capacitadas para manifestar la unión de la mente y el cuerpo, la mente y el mundo y la expresión del uno en el otro". En este sentido el cine tiene la capacidad para unir estos tres: la mente, el mundo de las ideas y de las creencias, un espacio sutil, el menos físico de los tres; el cuerpo, el espacio de la experiencia física personal, bastante físico e íntimo; el mundo, el espacio universal, extra corporal, donde sucede lo que yo realmente no domino, algo más grande que mi mente y que mi cuerpo. El cine los puede unir. Pero además de ello, el cine puede manifestar la expresión del uno en el otro. Por ello es tan interesante explorar los paralelismos y los extremos de esas realidades corporales y mentales, y el cine de horror tiene en este sentido un mérito especial, en cuanto que explora las zonas oscuras y terribles de la mente, para que el espectador tenga esas vivencias sin que realmente se tengan que vivir en la realidad.

Insidious fotograma Es que el cine es quizás el mundo más vívido de los mundos de la ficción, el mejor de los laboratorios, en el cual se puede vivir una realidad como tanteo y error, como si fuera verdad. Para aprender, para aproximarse a la coherencia personal. Sin sentirse culpable.

Insidious se aprovecha de las ideas del viaje astral y de los mundos paralelos para crear un ambiente de terror y de suspenso que realmente atrapa al espectador y lo lleva por espacios oscuros, tenebrosos y extraños, de la mano de los personajes, en una visita donde abundan los espectros, no exenta de los tonos clásicos de un museo de cera londinense. Los inicios del filme son magistrales, ya que se utilizan los recursos obvios del horror pero con habilidad y mesura, sin caer en lo evidente: El empleo de los tonos en blanco y negro; una casa que recién se ocupa, grande y vieja, llena de rincones y de objetos misteriosos, incluyendo un ático oscuro; un antiguo reloj de tic tac insinuante y prevalente; puertas que se abren con ruidos espeluznantes; una mujer sola y niños que lloran en la noche; libros que desaparecen; habitaciones infantiles con dibujos sugestivos en las paredes; un marido que se mantiene ensimismado y más bien lejano. Se abre así el telón para que el espectador asuma en verdad que hay una situación de terror inexplicable, sin que sean necesarios la sangre ni los muertos.

El inocente, fotogramaEn un ambiente de universos paralelos es importante la combinación entre la luz y la oscuridad como símbolos del mundo de lo "lejano" donde viajan los cuerpos astrales y de lo cercano, donde permanecen los cuerpos normales, donde se alivian los miedos. En Insidious se trabajan bastante bien esas combinaciones para crear y soltar las tensiones de los personajes y de los espectadores. El día y la luz dan la tranquilidad, pero es evidente para todos, la cercanía de la noche y el regreso a los horrores y a la incertidumbre; los dos se repiten en una danza inevitable.   

La tensión que se ha creado al inicio, realmente se hace insostenible, y para resolverla y aproximarse a explicar los fenómenos, la película pierde cierta calidad y se adentra en el reino de los cazafantasmas, con una curiosa mezcla de personajes equipados con aparatos a lo Ghostbusters y de una médium que complementa sus habilidades síquicas con luces eléctricas y mangueras. No obstante, la tensión se mantiene razonablemente hasta el final, que es a la vez esperado y sorprendente.

Insidious fotogramaInsidious, como se aprecia en el título mismo, señala que el mundo paralelo es uno de horrores, penetrante, tenebroso, absurdo, que no vale la pena visitar, incluso cuando se tienen habilidades especiales y dones innatos. Mejor el olvido que la experiencia recordada; mejor la cercanía que la exploración. Afortunadamente también se plantean, tanto en el cine como en la vida, los mundos paralelos luminosos para exploraciones menos riesgosas. Afortunadamente tenemos el cine como medio de experiencia, por si nuestra curiosidad por el mundo oscuro es invencible.

En los filmes de horror la música tiende a ser esencial para crear los efectos deseados y la música de Joseph Bishara con sus tonos agudos y suaves, ajustados a las voces difuminadas de los seres espectrales y a los ruidos de los objetos y a los movimientos de los personajes es de alta calidad. De hecho, vale la pena este filme como viaje musical, que hace más placentero el viaje al universo de lo oscuro.

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