Aunque te quites, te toca

Miss Bala

Gerardo Naranjo. México, 2011

Por Cristina Bringas

Miss Bala cartelHace casi tres años, Laura Zúñiga, originaria de Obregón, Sonora, ganó el certamen Nuestra Belleza Sonora, lo que automáticamente le dio pase para competir por Nuestra Belleza México y luego, tal vez, por Miss Universo. Lamentablemente, su sueño se vio truncado, debido a que en ese mismo año fue arrestada por presuntos nexos con el crimen organizado. Esta historia que parece sacada de una película de ficción, es un caso real y fue la inspiración de Gerardo Naranjo para su último largometraje: Miss Bala.

En esta película, que apenas tiene un par de semanas en las carteleras de algunas ciudades mexicanas, Naranjo decidió hacer su aportación a la conciencia colectiva respecto a la realidad que vivimos, darle una imagen diferente a las reinas de belleza, y hacer su versión de lo que está sucediendo actualmente en el país, con respecto al narcotráfico y al crimen organizado, que cada día se vuelve un eslabón más sólido en la cadena de poder de México.

Miss Bala fotograma Aunque la realidad que plantea el director mexicano es cruda, la cinta es muy llevadera, e incluso entretenida (que no divertida), y logra ser envolvente y empática con el público que, poco a poco, va conociendo más a fondo a Laura Guerrero, una chica bajacaliforniana que tiene el único deseo de ser la reina de belleza de su localidad, fruto de la ignorancia y el deseo creciente por alcanzar una realidad diferente, que la llene de calidad de vida, éxito, fama y fortuna.

Este es el cuarto largometraje de Gerardo Naranjo, quien anteriormente había realizado cintas como Drama/Mex (2007) y Voy a explotar (2008), ambas con resultados muy positivos de la crítica y los festivales a los que fueron invitadas. Todas ellas comparten un sello particular, que está basado en su estilo, en sus movimientos de cámara y en sus historias de gente común en situaciones extraordinarias. Su breve pero sustancial y prolífica carrera en el cine nacional ha ido posicionando a Naranjo en la mirilla y ha despertado un sinfín de positivas expectativas sobre él y su trabajo.

Miss Bala fotograma Stephanie Sigman interpreta a Guerrero y con este papel ha logrado ya hacerse acreedora a diversos premios y nominaciones internacionales. La fortaleza que le da la modelo mexicana al personaje es evidente: la protagonista es una mujer sencilla, que desconocía realmente sus límites y fuerza; al principio lucía temerosa e incapaz de siquiera ponerse un vestido y tacones, y poco a poco se va transformando en una mujer que huye para sobrevivir, que es amenazada y que debe enfrentar una de las más crudas realidades: involucrarse con gente peligrosa y despiadada. Su papel y su interpretación recuerdan a aquella realizada por Catalina Sandino Moreno en María llena eres de gracia (Joshua Martson, 2004).

Si bien es una película de ficción, no se pone en duda que lo que sucede en la cinta es posible o ha sucedido alguna vez, aunque tal vez no haya pasado igual en el caso particular de Nuestra Belleza Sonora. Esto vuelve a Miss Bala aún más aterradora. Sigman entonces personifica a una de tantas jóvenes que en su afán por ganar un reconocimiento tienen que hacer sacrificios, a veces mucho mayores a los que estaban dispuestas a enfrentar. Esto, en cierta medida, muestra lo que una persona es capaz de hacer cuando su vida depende de ello.

Miss Bala fotograma Por otro lado, Naranjo ha decidido no exponer la realidad de una forma mórbida y sanguínea, y se ha limitado a representarla y darla a entender con muchos otros recursos. Esto, lejos de quitarle realismo o crueldad, le da una dimensión al drama de la película que está centrado en la vida de Laura Guerrero. En ese aspecto, la cinta está muy alejada de películas como El Infierno, en donde resulta gracioso el tipo de personajes fantoches que se muestran, acompañados de balaceras y mutilaciones muy a la Tarantino.

El narcotráfico y el crimen organizado, sabemos todos, ya forman parte de nuestra vida cotidiana, sin embargo, muchas de las cosas que suceden las desconocemos de cierto, o tal vez no las queremos ver. El director ha orquestado una visión específica de los hechos, en cuanto a su labor de narrativa se refiere. La cámara ve, la mayoría de las veces, sólo lo que Laura Guerrero ve y nos pone -a nosotros como espectadores- en el lugar de la protagonista, llenándonos de momentos de silencio, de oscuridad o sólo dejándonos ver las reacciones de ella, sin conocer su contexto. Lo que al principio es un poco descontrolante e incómodo, permite una inmersión muy clara en la historia.

Miss Bala fotogramaMiss Bala habla de crimen organizado y de la nueva política que está dominando al país. Muestra cómo se van generando las estructuras y el tipo de gente que tiene el poder en muchas de esas organizaciones. Personas que son motivadas por la necesidad de tener una mejor vida, pero que se condenan al riesgo y la infelicidad por un poco de dinero y oportunidades de crecimiento que el país ha sido incapaz de darles. El personaje de Lino (Noé Hernández) es prueba de ello, muy distinto al Alcázar en El Infierno, que tenía su buen auto, su chica en casa y su satisfacción. Lino por el contrario, carga con pesadumbres y tiene que matar y tomar lo que le corresponde para poder siquiera sobrevivir.

También habla sobre la nueva forma política que está dominando a México, donde "lo conveniente", lo acordado y lo necesario para todas las partes es lo que rige el sistema de gobierno. La vida se vuelve un preciado tesoro, después del dinero. En el universo de Miss Bala, el gobierno se ve poco involucrado, pero es representado por un concurso de belleza que es obligado a actuar por la fuerza a favor de Guerrero, tal como seguro suceden las cosas en México a grandes escalas.

Pero por sobre todas las cuestiones, Miss Bala hace referencia a las conexiones entre el ciudadano promedio y el crimen organizado, la forma en la que llegan a vincularse y la manera en la que se puede alcanzar un desenlace que tal vez no sea el más deseable. Vivimos en un peligro inminente e ineludible, que tal vez preferiríamos ignorar, pero que historias como ésta nos recuerdan para que reflexionemos sobre lo que sucede en México y lo que espera si no se hace algo. 

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