Harry Potter es más que un mago del siglo XXI o un personaje creado por la autora británica J.K. Rowling, es un símbolo de toda una generación, y al mismo tiempo un fenómeno multimediático que ha convertido a su creadora en la mujer más rica de Gran Bretaña, a sus películas en unas de las más exitosas de la historia, y ha regalado a la industria del libro un muy necesario segundo aire, rellenando los anaqueles con literatura consumible. Millones de lectores, y luego, millones de espectadores se encontraron en sus películas, y continuaron llenándose de magia durante una década, que marcó una era y que ha culminado este 2011.
Pero la magia de Harry Potter no sólo estriba en aquello que es evidente, como sus capacidades para la hechicería o lo fantástico de su mundo, también se hace tangible en el retrato de la madurez de un niño que no sólo debe lidiar con sus propios problemas, sino que carga a cuestas la vida de -prácticamente- toda la humanidad. Aún con toda la magia, la historia de Rowling habla de un ser humano, al que le cambia la vida, pero que sigue siendo un niño cuando empieza su aventura y poco a poco se va transformando -literalmente- frente a nuestros ojos.
Acompañando a Harry en sus proezas y desventuras, están todos los personajes que se han convertido en elementos esenciales para el desarrollo de la historia y que son tan entrañables como el mismo protagonista, dándole una dimensionalidad múltiple a cada película, y permitiendo que la mente del espectador vuele y se regocije, de acuerdo con sus gustos personales.
Una introducción al mundo mágico: Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter and the Sorcerer's Stone) Reino Unido-EUA, 2001
En esta primera película, Harry Potter, de once años, descubre que es un mago y que debe ir a Hogwarts a comenzar sus estudios de hechicería y magia, pero su talento no viene solo, se acompaña de una maldición que lo dejará atado a Lord Voldemort, quien buscará su muerte hasta el final de la historia.
La cinta corrió a cargo de Chris Columbus que ya había tenido experiencia realizando películas familiares como Home Alone o Mrs. Doubtfire. Tal parece que esa fue la razón para que él fuera el primer director de la saga, que si bien permitió una introducción a todos los elementos, no ha sido de las mejores entregas.
Quizá el acierto más grande de este primer acercamiento sea el reparto -enteramente británico- que se seleccionó y que -mejor aún- se mantuvo prácticamente íntegro hasta el final. Además, es de reconocerse el exhaustivo trabajo que implica traducir un libro completo que ha descrito detalladamente cada espacio del mundo Potter, a la pantalla grande. Cada sala, elemento, objeto (mágico o no mágico), así como vestuario, maquillaje, personalidad y apariencia de los espacios ha sido concebido cinematográficamente de tal forma que ha cautivado y convencido a los lectores.
Ficha técnica:
Dirección: Chris Columbus
Producción: Chris Columbus, Mark Radcliffe
Guión: Steve Kloves, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: John Seale
Música: John Williams
Montaje: Richard Francis-Bruce
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Richard Harris
Desarrollando la marca cinematográfica: Harry Potter y la cámara de los secretos (Harry Potter and the Chamber of Secrets), Reino Unido-EUA-Alemania, 2002
En esta cinta, Harry Potter ha logrado salir ileso de su primera aventura (sucedida en la película anterior) y cuando intenta regresar a Hogwarts a estudiar el segundo año, parece haber algo que se lo impide. Aparecen nuevos personajes en su camino, y sobre todo, hay información valiosa sobre el Lord Voldemort que relata parte de su pasado.
Tras el éxito obtenido con la entrega anterior, Chris Columbus continuó con la realización de la segunda película, en la que siguió creando y recreando el universo potteriano, tal como en la primera entrega. La escuela creció un poco más, y la retícula de actores se amplió, adhiriendo a la plantilla a unos cuantos intérpretes británicos más, algunos de la talla de Keneth Branagh. Dado que la historia muestra aún a protagonistas niños (de once años), Chris Columbus sigue a la cabeza del proyecto para mantener el desarrollo de los personajes, su evolución y un contexto. No hay cambios drásticos ni contundentes entre esta cinta y la anterior, por el contrario, es más una continuación "natural", que va generando el sello mágico de esta saga.
Ficha técnica:
Dirección: Chris Columbus
Producción: Chris Columbus, Mark Radcliffe
Guión: Steve Kloves, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Roger Pratt
Música: John Williams
Montaje: Peter Honess
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Richard Harris
Una nueva visión de Harry: Harry Potter y el Prisionero de Azkabán (Harry Potter and the Prisoner of Azkaban), Reino Unido-EUA, 2004
Se introduce uno de los personajes más importantes de la serie (Sirius Black) y toda la trama gira en torno a sus motivos para escapar de la prisión de Azkabán y la seguridad del propio Potter. Se percibe en general un ambiente tenso y a un Harry Potter que comienza una etapa de madurez importante para la continuación de la saga.
Hubo en esta entrega un cambio de director y pasó a manos del realizador mexicano Alfonso Cuarón. Su participación resultó nutritiva para el desarrollo de la saga, puesto que éste le dio una nueva dimensionalidad y complejidad a los personajes principales (Harry, Ron y Hermione). Justo en esta etapa, entre las vivencias experimentadas en los primeros dos episodios, y el crecimiento mismo (tanto físico como emocional) de los personajes y los actores, es notorio el cambio que están sufriendo; y esta evolución Cuarón comienza a delinearla (porque sólo la bosqueja), dando pie a que las siguientes entregas conlleven una madurez coherente de los protagonistas. Los tres chicos tienen conflictos con sus cambios, y esto se refleja también en la oscuridad que empieza a empapar los espacios de Hogwarts. Además, esto hace cada vez más notorio que el mal se aproxima lentamente.
Destaca de este film, el cambio de Richard Harris (quien falleció) por Michael Gambon como Dumbledore, que continuaría participando hasta el final. Por supuesto se sigue incrementando la retícula de actores británicos, y los que estaban, continúan en la serie.
Ficha técnica:
Dirección: Alfonso Cuarón
Producción: Chris Columbus, Mark Radcliffe, David Heyman
Guión: Steve Kloves, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Michael Seresin
Música: John Williams
Montaje: Steve Weisberg
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Michael Gambon
La adaptación por excelencia: Harry Potter y el cáliz de fuego (Harry Potter and the Globet of Fire), Reino Unido-EUA, 2005
Tras el éxito que seguía acumulando la colección Harry Potter, llegó la cuarta entrega, junto con un cambio de director. Esta vez le tocaría a Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral, 1994), quien logró una doble tarea: una buena dosis de acción y aventura, y un desarrollo emocional complejo de los personajes.
En esta cinta, el concurso de los tres hechiceros se lleva a cabo, éste es un certamen interescuelas que se desarrolla durante ese año en Hogwarts, y los participantes tendrán que enfrentarse a una serie de retos. Harry resulta ser el cuarto participante (como excepción). Voldemort hace por primera vez una aparición en la historia, y Harry es el único que lo ve.
La adaptación de este volumen ha sido de las más fieles y certeras, y la combinación -en general- de todos los elementos ha dado por resultado una de las mejores entregas de la serie. Tiene dosis de acción y se mantiene el misterio y suspenso durante prácticamente toda la cinta. Lo que se ha estado construyendo con anteriodidad (de la mano de Columbus y Cuarón) continúa matizándose, para que el universo potteriano siga cobrando forma.
Harry y sus amigos siguen creciendo y conformando una personalidad, que se permea de acuerdo a sus vivencias. En este episodio, Harry tendrá que empezar a enfrentarse a temores más profundos, y su visión de la vida sigue transformándose, preparándose para lo peor, que está por venir. Mientras Harry continúa con su maduración. Hermione y Ron comienzan a dar señales de tener algún tipo de atracción, y esto va moldeando sus intereses y su interacción.
La atmósfera se mantiene en claroscuros, pero se va tornando cada vez más opaca. Es notorio que el mal sigue inundando los espacios del castillo y de las vidas de los magos.
Aunado a esto, una serie de efectos especiales comienza a rondar más tangiblemente la saga, ya que aquí hay varios personajes que requeiren de CGI y algunos otros instrumentos especiales. Asimismo, el mundo mágico se amplía y el diseño de cada uno de estos sectores mundiales de magia (Francia y Alemania, en este caso) conllevó su aportación a la serie. En ésta se incluyen actores de esas nacionalidades para seguir con esta necesidad de congruencia con el libro.
Ficha técnica:
Dirección: Mike Newell
Producción: David Barron, Tanya Seghatchian
Guión: Steve Kloves, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Roger Pratt
Música: Patrick Doyle
Montaje: Mick Ausley
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Michael Gambon
El momento de quiebre: Harry Potter y la orden del Fénix (Harry Potter and the Order of the Phoenix), Reino Unido-EUA, 2007
Al inicio de la película, Harry es el único que sabe que Voldemort ha vuelto, y mientras nadie le cree, el chico crea un ejército que se prepara y entrena para enfrentarse al mal. Mientras tanto Howgarts y el mundo mágico -en general- comienzan a sufrir desequilibrios, tanto que incluso el mundo muggle también comienza a padecer los estragos del regreso del mal.
La película de lo que sería el libro más largo de toda la serie estuvo a cargo de un nuevo y último director: David Yates. Éste le dio un giro atinado y necesario que incluye muchas más secuencias de acción y momentos intensos en la trama. En ningún momento los directores han cambiado radicalmente nada de lo que se ha construido previamente. Resulta sumamente interesante, a diferencia de otras sagas en donde cada director aporta cambios drásticos, que todo se mantenga y evolucione. Aquí, se complementa cada cinta con la visión de los directores, que más que cambios al diseño de producción, le otorgan valores distintos a la dimensión emocional de los personajes.
Yates entonces nos muestra momentos muy personales en la vida de Harry que comienza a sufrir pérdidas, y lo va convirtiendo en un ser mucho más oscuro y menos inocente. Junto a él, todos los demás, sobre todo Hermione y Ron, van motivándose a ser un poco más adultos.
Además para esta cinta, una serie de prestigiosos actores ingleses, tales como Timothy Spall o Helena Bonham Carter, se integraron al reparto.
Ficha técnica:
Dirección: David Yates
Producción: Lionel Wigram, David Barron
Guión: Michael Goldenberg, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Slawomir Idziak
Música: Nicholas Hooper
Montaje: Mark Day
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Helena Bonham Carter
La pérdida: Harry Potter y el misterio del príncipe (Harry Potter and the Half Blood Prince), Reino Unido-EUA, 2009.
Durante el sexto año de Harry en Hogwarts, se topa con una serie de recuerdos y acontecimientos que le enseñarán los secretos de Voldemort, parte del pasado de Snape y la importancia de comprender qué son los horrocruxes. Esta cinta es el inicio del fin de la saga, a partir de aquí una serie de dudas surgen y deben ser resueltas en el descenlace. Se puede decir que es casi el punto clímax de la saga.
Yates logra mantener la acción álgida y al mismo tiempo darle solemnidad a ciertos momentos que así lo requieren. Si bien el libro no deja más que cabos abiertos y desolación, la película permite aclarar algunas dudas, abrir nuevas interrogantes y preparar al público para lo que será el final.
En esta película, se ocupa mucho más -que lo habitual- el recurso del flashback para ir armando el pasado de las familias de Harry, Voldemort y Snape. El pasado de Harry no es tan claro ni brillante como era de imaginarse. En realidad, se trata de un chico con múltiples raíces, no es una vida sencilla. Además, la luz del pasado se va atenuando con la imagen opaca de un Harry inconforme, que comienza a perder control de sí mismo y empieza una etapa tardía de pubertad rebelde. Nadie lo comprende, ni él mismo.
Al final, la oscuridad del castillo, que parece ya no cesará, y que además se ha vestido de luto, se ilumina ligeramente de la esperanza que sale de las varitas mágicas y que enciende la chispa del principio del fin.
Ficha técnica:
Dirección: David Yates
Producción: Lionel Wigram, David Barron, David Heyman
Guión: Steve Kloves, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Bruno Delbonnel
Música: Nicholas Hooper
Montaje: Mark Day
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Helena Bonham Carter
El preámbulo: Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 1 (Harry Potter and the Deathley Hallows: Part 1), Reino Unido-EUA, 2010
Esta primera parte -que pareciera estar dividida así por una decisión de mercado, para mantener encendido el fervor por el mago- es la antesala para el final de toda la era. Con secuencias de acción mucho más brutales y accionadas que en otras cintas. Incluso, pese a que la persecución en La Orden del Fénix es bastante ágil, lo que se puede ver en esta séptima entrega, es mucho más emocionante: rayos de baritas, persecuciones en escoba, mortífagos contra jóvenes magos, incendios, muertes, sangre... todo es posible en esta oportunidad.
El mal está triunfando, y eso se nota en la profunda y terrible nube negra que invade cada espacio del mundo mágico, y que se va permeando hasta el mundo muggle. Entones, los personajes deben comenzar a tomar decisiones importantes con respecto a sus vidas. Dejar atrás aquello que los conecta con la gente que aman, olvidar y seguir. Hermione, por ejemplo, debe dar el temible paso de borrar la memoria de su familia, y con ello, borrar una parte de su vida.
Cada acción que realiza cada personaje se va transformando en una experiencia más para su historia y su personalidad. Yates le va dando un significado a cada uno de estos momentos. Mientras tanto, los jóvenes ya se han ido haciendo adultos y están a punto de cruzar el umbral hacia una nueva etapa, en la que esperan con ansias el final.
Si bien los efectos especiales no han sido los mejores, siguen permitiendo que la gente se embeba de la propuesta fantástica y le dan paso a la imaginación, para que complete las propuestas. No obstante, esta película ha hecho uso de diversos recursos que no se habían visto en otras entregas, y que le da al espectador una dosis audiovisual, de aquello que había leído anteriormente en las novelas.
Aunado a toda la parte dramática y oscura de la serie, Harry y sus amigos comienzan también a pasar por una etapa en la que sus emociones sufren arrebatos, y donde el amor empieza a hacerse mucho más evidente en sus vidas. Comienzan a ser "sacudidos" por sus afectos hacia otros y se empiezan a desenredar algunos nudos amorosos que se fueron creando con anterioridad.
Harry Potter y sus incondicionales amigos (Ron y Hermione) emprenden un viaje para buscar horrocruxes con los que intentarán impedir que Voldemort se apodere del mundo entero. Su viaje será difícil y estará lleno de peligros, que no encontrarán su fin sino hasta la segunda parte, que saldría apenas siete meses después de ésta.
Ficha técnica:
Dirección: David Yates
Producción: Lionel Wigram, David Barron, J.K. Rowling
Guión: Michael Goldenberg, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Eduardo Sierra
Música: Alexandre Desplat
Montaje: Mark Day
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Helena Bonham Carter
El final: Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 2 (Harry Potter and the Deathley Hallows: Part 2), Reino Unido-EUA, 2011
Tras diez años de películas y casi catorce desde la publicación del primer libro, la serie creada por J.K. Rowling llegó a inundar las salas en julio de este año, y cerrar así una etapa en la historia cinematográfica del siglo XXI, en la literatura y cine fantásticos y en la vida de todos los asiduos fans.
Después de una década de peleas y aprendizajes de Potter, éste encontrará la paz que tanto anhelaba, después de terribles y peligrosos enfrentamientos y de encontrar la clave para terminar con el mal que aquejaba a todo el mundo de la magia.
David Yates condujo al público por las últimas páginas del libro, utilizando una película que no es una muestra plausible de cinematografía, pero que resulta una pieza que condensa toda la apasionada energía que los miles de lectores y fanáticos del mundo guardaban para visualizar en pantalla grande el final que los marcó para siempre.
Resulta una película que es sólo el desenlace, ya que la parte medular del final se vio más bien en la primera mitad de ese último libro. Entonces, en la parte 2 se presencia la batalla final y la conclusión de la historia. Todo está ahora en ruinas y debe ser reconstruído. Quedan sólo vestigios de la grandeza, opulencia y esplendor del mundo mágico. Así, como no queda mucho en pie, también los ánimos y espíritus están caídos. Eso se ve tanto en la producción como en la iluminación, que está en su punto más lúgubre y opaco.
El brillo regresa a las miradas y los rincones del mundo mágico, tras la anhelada muerte de Voldemort. Posterior al final, para concluir, sigue un epílogo en donde los protagonistas (Harry, Hermione, Ron y ahora Giny) son adultos, casados, y están llevando a sus hijos a comenzar su propia aventura mágica. La verdad es que, si bien, verlos adultos era algo muy esperado, han quedado terriblemente logrados.
Aquí se refrenda que los efectos especiales no han sido el fuerte de la saga, pero se perdona por el profundo amor que se le ha profesado. Con este capítulo se cierra por completo una historia, que ha empezado como una historia de niños, y ha concluido con un hombre que no sólo logró pasar la muerte, sino que salvó a la humanidad, a través de sacrificios.
Ficha técnica:
Dirección: David Yates
Producción: Lionel Wigram, David Barron, J.K. Rowling, David Heyman
Guión: Michael Goldenberg, J.K. Rowling (novela)
Fotografía: Eduardo Sierra
Música: Alexandre Desplat
Montaje: Mark Day
Interpretación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Alan Rickman, Helena Bonham Carter
Harry Potter ha llegado a un aparente fin, tal vez la escritora decida más adelante darle la vuelta a la página y encontrar algo más que retratar de la vida del mago. Mientras tanto, aquellos que han sido -o son- fans, tienen la posibilidad de seguir alimentando al mercado: comprando la colección de películas, los libros especiales, el merchandising, y ¿por qué no?, releyendo las novelas hasta el cansancio.
No cabe duda de que para hacer una serie exitosa no es suficiente -y en ocasiones tampoco necesario- contar con una calidad muy alta; resulta mucho más útil tener personajes inolvidables, pero además, contar con el cariño e interés del público. La magia ha sido muy bien acogida por la gente, tal vez sea porque necesitamos algo en qué creer y que al mismo tiempo nos permita salir de nuestra cruda realidad... Harry Potter era, es y será siempre una salida entretenida y mágica.
Las películas no son dignas de premios internacionales, pero sí están consideradas como una de las franquicias más exitosas de la historia. Fueron ocho cintas que arrasaron con las taquillas y mantuvieron al público cautivo. Permitieron una constancia en cada uno de sus episodios y mostraron el crecimiento y la evolución de sus personajes principales. Los que empezaron siendo unos niños, terminaron convertidos en adultos responsalbes y seguros de sí mismos, no sólo dentro, sino fuera de la pantalla también.
Tal vez en un futuro no tan lejano, decidan hacer nuevamente la saga completa o por parte, o revisiones específicas de algún director, o sólo mejoras de lo que vimos en estos diez años (tal como pasó con Star Wars). Harry Potter es como las películas de George Lucas, han marcado a una generación entera y le han otorgado algo en qué creer y con qué divertirse.
Larga vida a Harry Potter.
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