El 28 de junio de este año habrá dado comienzo una nueva edición de FIRE!! que se alargará hasta el 9 de julio. Aunque esta fecha supone un día señalado para el colectivo gay, en cuanto supone la celebración Ogullo Gay, en conmemoración de los disturbios de Stonewall hace cuarenta y dos años, la película escogida para descorrer las cortinas, Les amours imaginaires de Xavier Dolan, un plástico poema sobre las ilusiones amorosas, no es ninguna película marcadamente política, sino más bien, un ejemplo clarividente del núcleo cenital que inspira la selección de las propuestas cinematográficas y actividades paralelas que se dan en torno a la edición de este año. Lo femenino como forma simbólica de una sensibilidad transversal, que no permite encorsetarse ni en géneros ni en tendencias y por tanto, no admite etiquetas. Como la misma Muestra que en su labor pedagógica de visibilización (por ello, las actividades paralelas se adscriben bajo el epígrafe de Programa educativo, consistente en un conjunto de documentales, conferencias y cortometrajes) rehúye de un sistema axiológico fijo que escore a la propuesta en los límites del guetto, esto es, películas hechas por gays, con contenidos gays y para público gay. La sinergia y afinidad que la organización muestra con una ONG como Amnistía Internacional, con los que, para celebrar sus cincuenta años de vida, ofrecieron conjuntamente el 9 de junio un anticipo, con la proyección de Romeos (Alemania, 2011) de Sabine Bernardi, además de una fiesta, nos indica que FIRE!!, como actividad cultural del Casal Lambda, quiere lanzar a Barcelona una oferta aperturista marcada por la diversidad, el pluralismo y la conciencia política. La misma actualidad nos recuerda, por ejemplo, que a pesar de cierta estabilidad del colectivo LGBT en grandes ciudades occidentales, en Turquía en el 2010 fueron asesinadas dieciséis personas por su orientación sexual, tal como publica El País.
Así que no se trata de realizar discriminaciones positivas, sino de desplegar un marco cultural no determinista, que sirva para ofrecernos nuevos prismas que nos irradien diferentes colores con los que ver nuestra realidad y el mundo, además de permitirnos adquirir una percepción de problemáticas que requieran nuestra empatía y compromiso.
Quedan días por delante para ver cómo las cartografías de lo íntimo y sentimental y la óptica divergente, refinada y heterodoxa, atenta a los movimientos anímicos, se dan cita a través de los seis largometrajes que componen la Sección Oficial, complementados con siete documentales, a los que se suman las sesiones paralelas de Somos familia (nuevos modelos de familia), Al Este del Edén (la homosexualidad retratada desde cinematografías orientales, con la colaboración de Casa Asia), la retrospectiva a Manuel Puig (tres largometrajes que han plasmado su universo literario) y una sesión especial dedicada a la obra de Juanma Carrillo, con la proyección de cuatro de sus largometrajes, junto con una Sesión Experimental, destinada, tal como su nombre indica, a una proyección del cine más vanguardista, este año a cabo de Paname (Francia, 2010), de Alessandro Avellis.
Así pues, lo femenino como el acceso a lo reprimido podrá darse cita a través, por ejemplo de Broderskab (Dinamarca, 2009) de Nicolo Donato, premio a la mejor película en el Festival del Roma de 2009, una historia de amor entre dos hombres en un entorno opresivo y homofóbico como el de una agrupación neonazi. O en Off beat (Suiza, 2011) de Jan Gassman, vista en el Festival de Berlín, que retrata el ambiente del hip-hop, para introducir en un férreo núcleo masculino la homosexualidad como elemento para romper esquemas. Hablando de esbozos, la visión interior que se repliega para realizar una exploración dolorosa de la intimidad emborrona las divisiones de las personas en torno a categorías sexuales. En ese espacio donde se construye la identidad, películas como la mencionada Romeos, El lugar sin límites (México, 1978) de Arturo Ripstein o Gigola (Francia, 2010), de Laure Chanpentier diluyen las fronteras de los géneros y nos interrogan sobre lo comúnmente establecido.
Unas ficciones que se enriquecerán con la compañía de documentales que glosaran la actividad artística de músicos eclécticos como Rufus Wainwright en Prima donna, the debut opera by Rufus Wainwright (George C. Scott, Francia, 2009) o la vida de diseñadores de moda legendarios como Yves Saint Laurent en L'amour fou (Pierre Thoretton, Francia, 2010). Si me permiten una predilección especial, me genera grandes expectativas el documental Dzi Croquettes (Tatiana Issa y Raphael Alvarez, Brasil, 2009) que glosa la contracultura brasileña en los años setenta, film que ya pudo verse en Barcelona el año pasado gracias al In-Edit, festival de documentales de música.
Sirva este escrito como adelanto, ya que mientras dura el festival, manténganse atentos a la revista, puesto que iremos publicando puntualmente reseñas de los largometrajes de ficción y documentales que se vayan proyectando. Para abrir boca os dejamos con dos críticas de dos filmes que se verán en FIRE!!:
Les amours imaginaries de Xavier Dolan (Canadá, 2011).
El beso de la mujer araña (Kiss of the spider woman) de Héctor Babenco (EUA, 1985).
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