Director: Edgar Wright
Título original: Shaun of the Dead + Hot Fuzz + Scott Pilgrim vs. the World
Año: 2004 / 2007 / 2010
Duración: 107 min + 107 min + 96 min
Distribuidor: Paramount Spain S.L. Home
Desde algún rincón del cine moderno, inmerso en una desesperada y a menudo infructuosa carrera hacia la originalidad, se pueden oír algunas voces que han sabido adaptar el material precedente a los nuevos códigos que exige el vigente patrón, de apresurada pero efímera concentración audiovisual. Una de estas voces corresponde al británico Edgar Wright, eminencia absoluta de la mal denominada cultura basura, axiomático molde del conocimiento del nuevo milenio (como dice el crítico Pepe Colubi, "lo popular es más cercano en el tiempo y solo la historia le dará la dimensión que merece"). Paramount España acaba de editar un pack con su corta y minoritaria obra estrenada: Zombies Party (Shaun of the Dead, 2004), Arma fatal (Hot Fuzz, 2007) y Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs. the World, 2010).
Wright acarrea la etiqueta de "autor intertextual" desde los inicios de su etapa televisiva en 1999, cuando creara junto a los cómicos Simon Pegg y Jessica Hynes, el serial Spaced (1999-2001). En apenas catorce episodios, esta sagaz terna revolucionó la sitcom inglesa al lograr procesar un novedoso trastorno del -ya de por sí excéntrico- humor británico, que desprendía una fresca mezcla de cotidianeidad y surrealismo gamberro. A través de un montaje visualmente "espídico" y la perpetración de una galería de personajes imposibles, la serie albergaba inagotables referencias a la cultura pop, tantas y tan rebuscadas que resultaba casi imposible abarcarlas. A partir de entonces, Wright tomó una honrosa costumbre, la de ofrecer a sus fans una detallada guía de los guiños incluidos en sus títulos.
Una vez alcanzado el éxito catódico, el cineasta se atrevió con el cine, no sin antes contar de nuevo con el valor seguro de Pegg para la co-escritura del guión. De esta primera colaboración para la gran pantalla surgió Zombies Party, una de las cintas pioneras en la caricaturización del subgénero de terror de muertos vivientes (sobre todo de la escuela que sentara el maestro George A. Romero). Con una hábil combinación de la peculiar expresión que le lanzara a la fama con un tratamiento chic del gore, la cinta no tardaría en convertirse en un verdadero objeto de culto; entre su elenco, algunas caras conocidas de Spaced como la de Nick Frost, desde entonces natural complemento cómico de Pegg.
El espíritu de parodia continuó alimentándose del ingenio de Wright y de la buena química del binomio Pegg-Frost en Arma fatal, filme que se enmarcaba dentro de otro género de viable y jugoso escarnio, el de las cintas de acción policíacas (y cuyo título se burla de los habituales en los años 80 y 90). La sublimación en los chistes se confirmaba como definitiva marca de la casa, fundiéndose para la ocasión con una acción trepidante al más puro estilo de Hollywood, sin abandonar las referencias explícitas (desde Harry el Sucio -Dirty Harry, Don Siegel, 1971- a Le llaman Bodhi -Point Break, Kathryn Bigelow, 1991- o Dos policías rebeldes -Bad Boys, Michael Bay, 1995).
Sin embargo, el director prescindiría de su aclamado dúo fetiche para filmar su último trabajo hasta el momento, su primera incursión en la producción norteamericana: Scott Pilgrim contra el mundo, adaptación de la novela gráfica del canadiense Bryan Lee O'Malley. Cabría apuntar que, en realidad, no habría existido otro proyecto que pudiera ajustarse mejor al perfil de Wright; por otro lado, la presencia de sus talluditos actores habituales no estaría muy justificada en una teen movie. Así pues, su fidelidad al original no suponía sino la culminación de un genuino talante cinematográfico ya que, a la consabida miscelánea de homenajes (que incluyen, como en Spaced, su ya tradicional "cinefagia", el propio cómic y una gran pasión por la cultura del videojuego), se le agregaban la condensación de una ingente cantidad de información en paquetes secuenciales abarrotados de planos acelerados y unos efectos especiales de conciencia y cromatismo lisérgicos.
El pack de Paramount presenta cada título con una considerada cantidad de atractivos extras, entre los que se incluyen los habituales diarios de rodaje, making off's, escenas eliminadas y tomas falsas, aunque es una lástima que no recojan ninguna novedad con respecto a sus precedentes ediciones sencillas. Pese a ello, se antoja imprescindible para todo aquel cinéfilo que se precie -con preeminencia de su vertiente freak- disponer en su filmoteca de la obra (cinematográfica) completa de un autor que aún no ha claudicado, ni de lejos, en su personal exploración de las infinitas posibilidades narrativas y estilísticas del medio. Yo que ustedes, le seguiría la pista.
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