El cine ha evolucionado de muchísimas formas, y lo que alguna vez inició como documentales y experimentos científicos, eventualmente se convirtió en entretenimiento, para luego pasar a un nivel -para muchos- superior, y consagrarse como el séptimo arte a través del cual el ser humano se expresa de manera contundente. Entre tanto, la industria cinematográfica fue creciendo exponencialmente, gracias -en mucha medida- a la producción de cintas hechas exclusivamente para satisfacer el gusto del público: comedias, dramas, romances, aventuras, y muchas más, todas realizadas con la única finalidad de entretener a la audiencia. La novedad de las imágenes cinematográficas le fue cediendo el paso a la diversión que por unos minutos podía alejar a cualquiera de la rutina y la realidad. Esto fue lo que hizo de Hollywood la industria más grande de cine en el mundo.
Las películas para el entretenimiento pueden ser de una gran diversidad de géneros: suspenso, drama, acción, aventuras, y por supuesto, comedias. Esta última es una de las más socorridas, y de las que dejan una gran derrama económica en taquilla. Además, posee una variedad bastante amplia de subgéneros: la comedia romántica, la comedia de pastelazo (llena de gags), la de enredos y la que toca en este breve Investigamos: aquella que para instancias de este texto será denominada "comedia de los imposibles".
Es posible enlistar una serie bastante grande de este tipo de cintas, de las cuales muchas son familiares, y otras tantas son para adolescentes y adultos, pero todas comparten ciertas características y un fin común: la risa y la reflexión.
Entre éstas se encuentran varias de las películas que más disfruto ver una y otra vez. Y es que cuando uno crece rodeado de cine, lo más seguro es que de pequeño sólo sea posible visionar algunas de ellas (sobre todo aquellas que son familiares, infantiles o de dibujos animados). Así, se va construyendo el imaginario fílmico personal y nuestra manera de leer un texto cinematográfico se va modelando poco a poco; los gustos irán cambiando, pero el impacto recibido en la niñez posiblemente se quedará con nosotros.
Cintas como Big (Penny Marshall, 1988), Buscando a Eva (Blast from de past, Hugh Willson 1999), ¡Este cuerpo no es el mío! (The hot chick, Tom Brady. 2002), El sueño de mi vida (13 going 30, Gary Winick, 2004), o Devuélveme mi suerte (Just my luck, Donald Petrie, 2006) encajan perfectamente en este subgénero y además han formado parte de una videoteca personal de gustos culposos que invariablemente me hacen pasar un rato agradable hasta en las peores circunstancias.
Las características que enmarcan este estilo de películas son las siguientes:
Es una comedia: cuya finalidad siempre será hacer reír a la audiencia. La gracia de estas cintas estriba sobre todo en la situación incómoda e inverosímil que se suscita en ella. Asimismo, está llena de gags, enredos y "resbalones".
El personaje principal está muy bien definido: en todas estas cintas el protagónico tiene cualidades y deseos muy específicos: Jena (El sueño de mi vida) es una chica que quiere ser grande para poder trabajar en la revista de sus sueños, Jessica (¡Este cuerpo no es el mío!) es la reina de la preparatoria y desea ser la más popular, Adam (Buscando a Eva) es un joven perfectamente educado que está buscando a su pareja ideal, etcétera.
El protagónico debe aprender una importante lección de vida: Aunque parece que muchos de los personajes tienen todo ganado, es importante que exista un cambio tangible en sus vidas, una transformación que sólo puede ser apreciada si se vive de manera empírica. Así, en todos los casos planteados en estas películas, deberán experimentar en carne propia sus "peores pesadillas" o sus más profundos deseos para lograr un cambio.
Un romance o alguna vertiente de amor: Si bien, no en todos los casos sucede, generalmente estas historias se acompañan con una breve o profunda historia de amor. Es más, es probable que el amor sea uno de los factores más importantes en el proceso de transformación de los personajes.
Una coreografía en medio de la nada: Aunque sea difícil de aceptar, es necesario decir que estas películas requieren de este momento cómico-mágico-musical en donde hay una coreografía sin motivo o razón aparente que se debe desarrollar: Thriller en El sueño de mi vida, una coreografía a la usanza de los 50 en Buscando a Eva, un baile exótico de competencia en el bar de ¡Este cuerpo no es el mío!, una pieza completa sobre un piano gigante en Big, o una coreografía preparada en el evento especial de Devuélveme mi suerte. No importa cuál sea la razón o circunstancias, esta actividad nunca falla.
Una moraleja: Todas las películas que entran en esta rama, tienen necesariamente una reflexión clara y que queda aprendida al final de la cinta. Invariablemente el personaje sufrirá una transformación, pero la audiencia también habrá aprendido algo tras vivir la película.
La situación excepcional (normalmente mágica): Todo se debe desarrollar alrededor de una situación absolutamente mágica o inverosímil que es la que desencadena todo lo que sucede en la historia. Por ejemplo: desear ser más grande y que una máquina tragamonedas o polvos mágicos sean los accionadores de tal deseo; conocer a tu perfecto opuesto y perder tu suerte por culpa del destino; robar un par de aretes míticos e intercambiar el cuerpo con un criminal que coincidentemente robó y se probó uno de ellos; o conocer a un tipo que vivió más de treinta años en un refugio atómico y resulta un perfecto ser humano alejado de las paranoias que cualquier otro hubiera adquirido en un encierro.
El antídoto: durante toda la cinta, la misión de los personajes será encontrar la solución para su nueva situación, con el afán de regresar a su estado original. Esto se vuelve la razón para moverse y lo que hará que se vinculen con personas y situaciones antes inimaginables
Los cómplices: Siempre habrá alguien muy cercano (posiblemente un amigo de plena confianza), que estará al lado del protagonista para ayudarlo a solucionar la situación.
La fórmula luce bastante clara y constante, pero eso no explica por qué son tan populares estas películas ni por qué pueden generar tantos ingresos en taquilla, si son lo mismo, una y otra vez. Bueno, tal vez no es posible hacer una afirmación basada en un estudio profundo, pero sí es posible decir -al menos- lo que yo encuentro fascinante en estas películas, y la razón por la cual son un gusto culposo:
· Existe una historia de amor, de ésas que afectan a los seres románticos y les nutren la cabeza de ilusiones que quizá nunca sucedan, pero que dan tentempiés para el espíritu del que visiona la cinta.
· Saber que lo que está pasando en la cinta NUNCA va a suceder es algo que libera a la mente de muchas contrariedades, pero al mismo tiempo, hace que en el pensamiento se mantenga latente la necesidad de que esos irreales fenómenos lleguen a materializarse.
· Habrá situaciones que por grotescas, exageradas o imposibles generan una risa natural, por ejemplo, cuando un Rob Scheider -nada agraciado físicamente- se viste como una chica de diecisiete años y golpea fuertemente a sus amigas en una pelea de almohadazos.
· El éxito como un factor recurrente. En casi todas las películas -al menos en las que se mencionan aquí- el personaje principal pese a todas las tribulaciones que le aquejan, se vuelve una persona muy exitosa:
a. Adam (Brendan Fraser), no sólo es un tipo muy educado y guapo, sino que además posee una fortuna que él desconocía debido a unas acciones adquieridas treinta y cinco años atrás.
b. Jenna (Jennifer Garner) era una exitosa editora de revista, pero con diecisiete años menos en su mente, sus ideas resultan revolucionarias.
c. Josh Baskin (Tom Hanks) termina trabajando en una empresa de juguetes y resulta que como aún es un niño, tiene ideas por demás sobresalientes.
d. Ashley (Lindsay Lohan) posee la peor suerte cuando Jake se la roba, pero él se vuelve un hombre muy exitoso en la industria discográfica, mientras ella descubre que no todo en la vida es suerte, y empieza a salir adelante por sus propios méritos.
e. Jessica (Rob Schneider), si bien no consigue nada espectacular, reúne a su familia y sale ganando al chico guapo y salvando a sus amigas. Aunque tal vez en menor medida, su personaje todavía posee una posibilidad enorme de heroismo.
Es esta posibilidad de heroismo, de obtener el anhelado amor, y sobre todo, de cambiar y ser mejores es lo que mueve a estas películas. Aprender que debemos apreciar lo que tenemos y luchar por lo que deseamos es algo que todo ser humano debe hacer en su vida.
Cuando peor se ponen las cosas, es justo el momento en el que las personas reaccionamos para alcanzar los objetivos planteados. Es muy sencillo quedarse en una zona de confort, pero cuando ésta se ve terriblemente afectada por un cambio demasiado radical como crecer de golpe quince años, cambiar de cuerpo, o enamorarte de alguien que se quedó en una dimensión paralela porque vivió en un agujero contra la radiación atómica, pues no queda más remedio que intentar salir adelante.
Los cambios no sólo son buenos y necesarios, sino que además son inevitables, todo en este mundo se transforma. No obstante, salir de la zona de confort es algo que de verdad muy poco gente acostumbra hacer por propio pie. Eso es justo el eje diametral de estas películas: irse al extremo opuesto del lugar en el que estamos, para de esa manera afrontar la vida tal como queremos vivirla.
Es importante recordar que la risa siempre será el mejor medio para transmitir las ideas más dolorosas e incómodas. Si se habla entre chistes y burlas, todo es mucho más digerible y aceptable. Entonces, tal vez en esto radica la razón por la cual estas cintas son tan populares. Se refiere a diversas situaciones que por lejanas y cercanas a la vez podemos visualizar como posibles sólo en una realidad cómoda como la que presenta la pantalla grande. Los cien minutos que dura aproximadamente cada una de estas aventuras deja un buen sabor de boca, junto a la seguridad que procura saber que esas cosas nunca sucederán, y que en nuestras manos está el poder cambiar.
Generalmente la realización de estas películas es sencilla, sus producciones están cuidadas, pero sin llegar a ser sofisticadas -la mayoría de las veces-, y su complejidad y entereza recaen en la premisa misma de la cinta y en la manera cómo los intérpretes sacan adelante a sus emblemáticos personajes. De aquí, creo que uno de los más memorables es Tom Hanks representando a un niño de once años atrapado en el cuerpo de un adulto que no sabe cómo vivir los veinte años que le llegaron de golpe.
Hay un sinnúmero de títulos que podrían entrar en esta categoría como: Poción de amor número 9 (Love potion No. 9, Lane Launer, 1992), Dame tu cuerpo (Rafael Montero, 2003), Ponte en mi lugar (Freaky Friday, Mark Waters, 2003), Como Dios (Bruce Almighty, Tom Shadyac,2003), Click (Frank Coraci,2006), Sigo como Dios (Evan Almighty,Tom Shadyac,2007), Jacuzzi al pasado (Hot tub time machine,Steve Pink, 2010), Rompedientes (Tooth Fairy, Michael Lembeck, 2010) o incluso hasta El mago de Oz (The wizard of Oz, Victor Flemming, 1939).
Cine hay para todos los gustos, y definitivamente estas películas han sido hechas para el puro entretenimiento y para el entretenimiento más puro; cualesquiera que sean las razones para acercarse a una sala o ver una películas de éstas en el televisor, lo único que se garantiza son minutos de una realidad imposible que nos da la oportunidad de pensar en el sinfín de posibilidades que representa la vida y la forma en la que nos acercamos a ella.
Las comedias imposibles seguirán acompañándonos, mientras ideas y deseos existan en los seres humanos. Nuestras más profundas fantasías y sueños se pueden ver materializadas en el celuloide y entrará en nuestras vidas a través de la vista y la diversión.
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