Día naranja es el primer largometraje de Alejandra Szeplaki, cineasta venezolana que ha tenido, como pocos, el privilegio de haber hecho del cine un oficio a tiempo completo. Hoy Szeplaki cuenta con más de 35 documentales y 3 cortos de ficción, producto de su dedicación ininterrumpida a la actividad cinematográfica y audiovisual venezolana.
Teniendo como escuela el corto de ficción, Szeplaki mantiene, en Día naranja, una visión del cine como espacio de libertad y de experimentación personal, cosa que se agradece enormemente en un momento que en Venezuela se pretende imponer una línea de pensamiento (y consolidar un Estado) que sólo concibe un cine ajustado a los intereses del gobierno de turno.
Día naranja presenta tres historias cuyas protagonistas son mujeres latinoamericanas: una venezolana (Patricia), una argentina (Ana) y una colombiana (Sol). Se trata de historias paralelas que están vinculadas por una misma incertidumbre, o mejor por la angustia que produce la incertidumbre de un embarazo. Sobre todo, cuando se tiene la sospecha de un embarazo no planificado y las condiciones obligan a estas mujeres a preguntarse si quieren tener un hijo o no.
Estamos frente a un tema que adquiere un particular interés en nuestro contexto latinoamericano, pues aún en nuestros días se mira con perplejidad, por decir lo menos, a la mujer que dice abiertamente que no desea tener hijos. El film presenta tres situaciones donde la edad, la relación de pareja, el oficio y la personalidad que describe el mundo de cada una de estas mujeres, forjará una manera particular de asumir la duda, de vivir la incertidumbre y de elegir qué hacer frente a la posibilidad de ser madre.
El tono que asume Día naranja es el de la comedia romántica, que se apoya en la construcción de sus protagonistas a partir de una estética que juega con los matices que diferencian a las tres mujeres. Así, se habla de lo femenino como la manifestación de una sensibilidad asociada principalmente a una tendencia que a veces puede ser sofisticada, a veces luce como teenager y otras puede ser más alternativa, pero siempre es hermosa y rosa, muy rosa.
Patricia y Ana son una representación bien lograda de los dos extremos, la adolescente sintonizada con lo actual de la cultura urbana y la mujer adulta clásica y sobria, cada una mostrándose como emblema de la ciudad a la que pertenecen, Caracas y Buenos Aires, respectivamente. Mientras que Sol, la hermosa colombiana, sofisticada y actual, se desdibuja tras su impecable vestuario, quizás la culpa sea de aquella espectacular falda que luce con tanta elegancia y que resulta más impactante que los rasgos de su personalidad, ¿bella sin alma?
Este Día naranja de Szeplaki utiliza la animación como elemento expresivo, echando mano de la estética de tarjeta postal y del romanticismo que vemos en la archiconocida película francesa Amélie (Jean Pierre Jeunet, 2001). También están presente, como fuentes de inspiración, elementos del video clip y la estética del anime japonés. Todos estos recursos son insertados a lo largo del film, dispuestos a comentar y a describir las emociones y fantasías de los personajes. Creando una atmósfera que tiende a ser fundamentalmente muy adolescente. Dentro de la lógica de este Día naranja, chic, teen y fashion, hizo falta más y mejor música, pues muchas de las escenas se ofrecían para jugar con algunos códigos del musical.
En su ir y venir, las animaciones que explotan los rasgos de las protagonistas y que tienden a representar sus angustias y deseos, crean por momentos un juego divertido que le brinda al espectador un guiño interesante, pero lamentablemente se abusa de este recurso y muchas veces llegan a obstaculizar el ritmo de la historia.
La premisa del film es clara: las mujeres pueden tener distintas posibilidades a la hora de elegir ser madre o no. Sin embargo, faltó desarrollo, un guión que sostuviera los 90 minutos de la película, sin caer en el aburrimiento. La película se engolosina con los detalles de la dirección de arte y olvida los detalles narrativos y sus relieves, la historia es demasiado plana y no crea ninguna tensión, sólo se apoya en la decisión final de las protagonistas y esto no es suficiente. Porque en última instancia, qué decide cada quien no es lo relevante, sino los matices que se suelen considerar a la hora de decidir ser madre o no, esto es lo que intenta valorar el film.
Este Día naranja que resultó ser rosa, muy rosa, no tiene la sustancia necesaria para ser un largometraje y le falta la "maldad" que los jóvenes de hoy buscan en la historias, aunque éstas, en su mayoría, tengan un final feliz.
Ficha técnica:
Día naranja
Venezuela, 2009
Dirección: Alejandra Szeplaki
Producción: Daniel Jerozolimski
Guión: Leticia Castro y Alejandra Szeplaki
Fotografía: Cesari Jaworski
Música: Camilo Froideval
Montaje: Sergio Macano y Alberto Ponce
Interpretación: Carolina Riveros, Reinaldo (Peche) Zarvase, Martina García, Juan Pablo Raba, Andrés Suárez