De la ciencia ficción al melodrama

Splice: experimento mortal

(Splice). Vicenzo Natali,Canadá-Francia-EUA, 2009

Por Cristina Bringas

Splice significa "empalme" y parece que no hay un mejor título para nombrar la última película de Vicenzo Natali (El Cubo) en la que unSplice par de científicos juegan a ser Dios, incubando seres de la nada hasta que llegan al límite de mezclar ADN humano y animal.

La película es un claro ejemplo de ciencia ficción en la que se representa un futuro inmediato e incluso posible para los avances tecnológicos que hay actualmente. En ella se muestran panoramas de la ciencia que, entre proteínas y métodos de sanación para los seres humanos, va justificando un experimento de tales magnitudes.

Sin embargo, pese al tenor que se plantea en la tesis de la película, no tarda mucho en dar muestras de ser más una cinta de suspenso y horror, hasta llegar a tener unos absurdos tintes melodramáticos, que -peor aún- se convierten en la espina dorsal de todo el desarrollo narrativo.

Si bien, Natali en El Cubo logra tocar fibras psicológicas y sensibles, tanto de los personajes como de los espectadores, en Splice no pasa de lograr un drama familiar que muestra la disfuncional vida de pareja de un par de científicos protagonizados por unos desangelados Brody y Polley, que se hallan muy alejados de mostrar una actuación lo suficientemente convicente como para parchar la carencia del sci-fi.

Entre la pareja no sólo se interponen sus experimentos y compromisos laborales, sino sobre todo sus sentimientos y huellas emocionales que les impiden entregarse por completo a su relación, y -por el contrario- los conducen a volcar todo hacia sus horas de laboratorio. Esta convivencia científica los irá enfriando hasta convertirlos en un par de extraños incapaces de frenar la única esperanza que tienen de mantener un matrimonio sin futuro.

SpliceAunado a esto, están las debilidades que enfrentan cuando se topan con la cruda realidad de haber creado un ser que es mitad ser humano y mitad animal, con un instinto muy desarrollado y carente de toda moral. El experimento que crece a una velocidad vertiginosa -casi increíble- resulta ser un ancla para Polley y una tentación para Brody, y por ende, el mayor obstáculo para lograr consumar una relación exitosa.

Este ser, de nombre Dren, es un híbrido que al crecer es representado por la modelo francesa Delphine Chaneac. Ella -pese a la naturaleza del personaje y a la forma de la historia- lleva a cabo una interpretación recomendable y recordable, que seguro le valdrá más adelante muchas más posibilidades dado su desempeño corporal y facial, que provoca sentimientos encontrados de ternura y desprecio a la vez.

La película, por otro lado, no resulta memorable visualmente. Posee colores fríos que enmarcan el ambiente de laboratorio y la frialdad de la pareja. Se acompaña con colores más cálidos, aunque oscuros, en cuanto aparece Dren, que es el ser más pasional de la película, pero que debe mantenerse oculto para los demás. Los planos en general son sencillos y utilitarios, muy alejados de ofrecer una propuesta que realmente valga la pena.

Este "empalme" de historias, narrativas, géneros y temáticas, se adereza con la tendencia a sugerir otros tópicos como el incesto, los Spliceseres transgénero, el adulterio, y remata con la utilización de recursos visuales y acciones que rayan en los límites de un "gore animal" que llena el espacio del único rato de violencia explícita de la película.

Los efectos especiales son adecuados, sobre todo en lo que se refiere a Dren, que sí resulta un ser muy convincente en casi todas sus etapas. Lamentablemente, ya para el final de la película, los cambios que sufrirá su cuerpo parecen más una necesidad de terminar el film, que una propuesta lo suficientemente trabajada para que sea congruente y estético.

Splice no es una idea coherente y sólida para el mundo de la ciencia ficción ni para el horror y mucho menos para el melodrama o el drama. Quizá si hubiera terminado de cuajar alguno de los temas, el film de Natali tendría mucho más sentido y sería una joya de alguno de los géneros. No obstante, la puerta abierta a todas las narrativas y la realización misma de la película, en conjunto con la actuación de ambos protagonistas deja mucho qué desear.

Quizá si Natali enfoca un poco más sus historias y deja de ser pretencioso en sus expectativas cinematográficas, obtendría resultados mucho más enteros como El Cubo, con la que se abrió camino en el mundo del thriller y el horror.



Festival y galardones:

Festival de Sitges 2009. Sección Oficial Fantàstic a Competició.

Ficha técnica:

Splice: experimento mortal (Splice), Canadá-Francia-EUA, 2009

Dirección: Vicenzo Natali
Producción: Yves Chevalier, Franck Chorot, Sidonie Dumas, Guillermo del Toro
Guión: Vicenzo Natali, Antoniette Terry Bryant, Doug Taylor
Fotografía: Tetsuo Nagata
Montaje: Michele Conroy
Música: Cyrille Aufort
Interpretación: Adrien Brody, Sarah Polley, Brandon McGibbon, David Hewlett, Abigail Chu, Delphine Chanéac, Amanda Brugel, Stephanie Baird

 

Más....

La mirada del otro (Críticas) (520)