Del cine de aventuras al western. De decorados y efectos millonarios a la animación creada por ordenador. De Jack Sparrow a Rango. ¡Ah, no! Que aquí no hay diferencia... el héroe/antihéroe es el mismo: Johnny Depp. Y es que Gore Verbinski no ha dado un giro de ciento ochenta grados: ha seguido confiando en su actor talismán para dar vida (o mejor dicho, voz) al protagonista de su última película, Rango. No es de extrañar: las similitudes entre los dos personajes son elevadas.
Lars es un camaleón divertido, vivaz (y un poco desastre) que pasa sus días de terráqueo, representando obras de teatro con la ayuda de un pez y una muñeca de plástico. Cuando inesperadamente el coche en el que viaja con "su" familia sufre un accidente, el animalillo se perderá en el viejo desierto y conocerá a los extraños personajes que lo habitan.
Ambientada en el viejo Oeste, como si por la zona no hubiese pasado el tiempo, Rango tiene unos cuantos aciertos. Está claro que está orientada al público adulto, aunque el avance narrativo más visible es de consumo para todas las edades. Y es que si los más pequeños disfrutarán de los descubrimientos y aventuras (o más bien desgracias) que el camaleón tendrá que superar para ayudar a sus nuevos amigos, los más mayores quedarán pensativos con los dos grandes temas que propone el film.
El primero y más evidente es, por supuesto, la concienciación sobre los errores que comete el hombre por su avaricia. En el caso del film, es el control del agua, el bien más preciado por la comunidad. Sin agua, no hay vida. En un western de la época, sería el dinero o el oro a robar del banco... El planteamiento, disfrazado de búsqueda del agua/tesoro y de los topos ladrones que se han llevado el depósito principal, queda más que evidente cuando se nos señala que al verdadero malvado lo encontraremos dentro del propio pueblo. El camaleón se convertirá en el héroe que destape la intrincada confabulación para deshacerse de los más pobres del lugar con el fin de construir una nueva y moderna ciudad.
El segundo, más conceptual pero igual de presente, es la continua búsqueda del yo. El sentirse realizado, elemento de un todo. Útil, por decirlo claramente. "¿Quién soy yo?", se repite constantemente Lars, que intenta evadirse de su triste condición de preso, representando, cual actor consagrado, diversos personajes. Encontrará finalmente su razón de ser al tomar el papel de Rango, el aventurero y valiente camaleón que llega al perdido pueblo del Oeste dispuesto a hacerse respetar, a través de sus alocadas (e inventadas) hazañas, que acabarán convirtiéndolo en el héroe de la comunidad.
La técnica utilizada es increíble, pudiendo reconocer y casi sentir tanto la suave textura de las plumas de los búhos como la áspera piel del propio Rango. Claro que este realismo, a estas alturas, ya parece no sorprender a nadie. Entonces, tenemos que fijarnos en el guión.
Homenajeando, como muchos otros últimamente, a las películas del viejo Oeste y al saber hacer de Sergio Leone, Rango es una gran mezcla entre misterio, comedia, acción, aventuras... Y ahí está el problema: la idea base es buena, pero se alarga hasta límites insospechados. Tanto, que acaba recordando mucho a Número 9 (Shane Acker, 2009) con sus continuas y no ha lugar larguísimas persecuciones. Estos vacíos argumentales se suplen con los múltiples guiños para el disfrute del más puro cinéfilo (espectacular escena a lo Apocalyse Now, Francis Ford Coppola, 1979; la aparición de Clint Easwood/Joe como el espíritu del Oeste en Por un puñado de dólares, Sergio Leone 1964) y por los pequeños gags que salpican toda la película (como el del instantáneo cambio de piel de Rango), muchos de ellos divertidos, por el simple hecho de reconocer, tras esos ojos saltones, al propio Johnny Depp.
Porque, aunque parezca increíble, en los rasgos de Rango observamos también al camaleónico actor, que seguro no ha tenido que prepararse demasiado para el papel, ya que, como señalábamos al inicio, la similitud con el conocido Jack Sparrow es evidente: ambos son héroes sin saberlo -incluso sin quererlo-, ambos hacen lo que sea para enmascarar su miedo, sus dudas... los dos evitarán a toda costa reconocer que son simples mortales. Pero, en cualquier caso, ahí reside la verdadera condición del héroe: un ser ordinario con capacidades extraordinarias.
Rango pasará rápidamente al olvido y, seguramente, nunca será, por las razones expuestas, la película que todos los niños querrán ver una y otra vez en DVD. De hecho, seguro que gustará mucho más a sus padres. En cualquier caso, es un buen producto para pasar un buen rato en familia... pero no mucho más.
Ficha técnica:
Rango EUA, 2011
Dirección: Gore Verbinski
Producción: John B. Carls, Graham King, Gore Verbinski
Guión: John Logan
Montaje: Craig Wood
Música: Hans Zimmer
Interpretación: Johnny Depp, Isla Fisher, Abigail Breslin, Bill Nighy
Trailer: