¿Qué harías si tu novia/o te dejara plantada/o el día de tu boda?: ¿Suplicarle que regrese, beber para olvidar o reconquistar a tu primer amor? Estos son algunos de los interrogantes que nos plantea el director cántabro Daniel Sánchez Arévalo en su esperado tercer largometraje, tras un sorprendente debut con Azuloscurocasinegro (2006), la "peculiar" Gordos (2009) y diversas participaciones como guionista en films como El mal ajeno (Óskar Santos-2010) o en El musical de los 40 principales.
Lo primero que destaca en Primos es el sorprendente cambio de registro que realiza Sánchez Arévalo, alejándose, casi completamente, del género dramático al que nos tenía acostumbrados en sus anteriores trabajos, para realizar una comedia.
Un film en el que narra la historia de Diego (Quim Gutiérrez) que, abandonado por su novia Yolanda (Nuria Gago) antes de la boda, decide regresar al pueblo donde veraneaba en su adolescencia junto a sus primos Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra), sus singulares apoyos, para intentar recuperar su primer amor, Martina (Inma Cuesta) y así superar el mal momento. Allí revivirán momentos inolvidables y se reencontraran, cara a cara, con el pasado. Un reencuentro que hará que los tres primos se planteen si son realmente felices con la vida que llevan hasta el momento.
Primos consigue sorprendernos desde el minuto uno proyectando a un Quim Gutiérrez emocionado, más bien destrozado, que se dirige directamente a los espectadores y nos sitúa en el momento en el que su vida da un giro inesperado y que será el desencadenante de un viaje a un pasado mejor. Un original prólogo en forma de monólogo que despierta la risa y establece una conexión con el público que, con unos mínimos cambios, lo ha convertido en corto[1].
Repiten con el director actores habituales en sus anteriores trabajos, tanto de director, como en sus colaboraciones de guionista; es el caso de Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre, los dos últimos han participado en los tres films del cántabro; Clara Lago y Adrián Lastra vienen de sus colaboraciones como guionista. Actores que conocen a la perfección la forma de trabajar del director y a la inversa, una familiaridad, complicidad, que va más allá de la pantalla.
Es de admirar que, aún en un género que no domina, Sánchez Arévalo ha trasladado sus miedos, dudas, esa necesidad de avanzar en un momento de crisis personal, y los ha plasmado y dado vida de una forma extraordinaria, en tres peculiares primos y en los personajes que los ayudan a reconducir sus caminos, emocionándonos por momentos y desatando sonrisas la mayoría del tiempo. Destacando el gran momento en las entrañables verbenas de pueblo que la mayoría hemos vivido de esos "Backstreet Primos" tan especiales que, al menos a los de mi generación, trae tantos recuerdos.
Tres primos, tres historias y vidas diferentes que se unen en un mismo centro, pero que intentan avanzar por sí solas. El centro lo forma el personaje de Diego, razón por la cual vuelven al lugar de veraneo en un intento por recuperar la adolescencia, una época en la que todo era más sencillo, en una búsqueda del sentido de la vida. Julián, el duro, el insensible, un vendedor de maquinaria pesada, es todo un triunfador, que al ayudar a que el borracho del pueblo supere sus problemas con su hija, se da cuenta de que su vida está vacía. Y por último, José Miguel, un hipocondríaco y esquizofrénico que tiene miedo de alejarse de la ciudad y que vive pegado a su novia. Un personaje que en todo momento nos hace reír, y al que considero como la balanza entre los momentos dramáticos y la comedia.
Consigue llevar a los protagonistas a situaciones límites e intenta ridiculizarlos en ciertos momentos para hacernos reír. Objetivo que cumple con creces. Situaciones cotidianas, por las que muchos hemos pasado, he ahí que consiga conectar con cualquier tipo de público al lograr que se identifiquen en determinados momentos porque, todos, en mayor o menor medida, hemos pasado por el desamor, la soledad y hemos necesitado apoyo para seguir adelante y para recuperar la ilusión, aunque la solución sea como en este caso, volver a ese momento especial del pasado como es el primer amor. Cosa que puede beneficiarnos o confundirnos más aún, como le ocurre a Diego, porque esa lucha contra nosotros mismos, puede ser muy reñida.
Todo ese conflicto hace que nos demos cuenta de que, a pesar de que sea una comedia, el director no se ha alejado completamente de su sello personal. Nos ha vuelto a retratar unos personajes con un conflicto interior, intercalando el drama y la comedia de una forma correcta, no... correctísima, interpretada por un reparto envidiable por muchos y acompañada por una música alegre, ligera y dinámica de Julio de la Rosa.
Primos concluye con una secuencia final que levanta el film, que ha decaído en determinados momentos. Un desayuno especial porque, contrario a lo que se piense, desayunar no es nada fácil. Te comes un sobao. Es el primero que eliges, sí... pero antes rechazaste muchos otros.
[1] Cortometraje Uno de los Primos. Daniel Sánchez Arévalo. 2011. Protagonizado por Quim Gutiérrez.
Enlace: http://www.notodofilmfest.com/ediciones/09/index.php?corto=24762
Ficha técnica:
Primos. España. 2011
Dirección: Daniel Sánchez Arévalo
Guión: Daniel Sánchez Arévalo
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Música: Julio de la Rosa
Montaje: David Pinillos
Interpretación: Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Adrián Lastra, Inma Cuesta, Antonio de la Torre, Clara Lago, Nuria Gago, Alicia Rubio, Marcos Ruiz
Trailer: