El director y guionista norteamericano, Jared Hess, junto con su mujer, Jerusha Hess, coguionista de todos sus trabajos hasta el momento, presentó, en 2004, su primera película, Napoleon Dynamite, una comedia independiente y de estética retro. Protagonizada por el desconocido Jon Heder en el papel del característico nerd de instituto norteamericano, junto con un reparto de lo más pintoresco, supuso la carta de presentación de este matrimonio, con un lenguaje y universo cinematográfico, por lo menos, singular. Dos años después llegaría Nacho Libre (2006), con Jack Black como protagonista, interpretando a Nacho, un joven huérfano amante de la lucha libre mexicana. En homenaje a las películas del "El Santo, el enmascarado de plata" y otros luchadores coetáneos, clásicos de la cinematografía mexicana de los años 50 y 60. Esta obra supuso un paso adelante en su filmografía, manteniendo su peculiar estilo entre raro y bizarro, con resultados desiguales entre el público y crítica. Este año, concretamente, el pasado 14 de mayo, se estrenó en España, de manos de la 20th Century Fox, su última película, Gentlemen Broncos, otro comedia freak, marca de la casa.
Y es que, hay que reconocerlo, las películas de Jared Hess no son corrientes. Por eso no es de extrañar que mucha parte del público las deteste y que otra, las adore, lo realmente extraño es que te dejen indiferente. Con un estilo muy marcado, caracterizado por un ritmo pánfilo, una cuidadísima elección de actores, con el importante trabajo de caracterización y vestuario, y una elaborada puesta en escena, crean mundos de fealdad, caspa, trash, miseria, llenos de losers y melancolía, en los que contextualizar sus disparatadas comedias. Su propia fisonomía estética, narrativa y conceptual es carne de cañón para acabar convirtiendo estas raras avis en películas de culto para un público minoritario.
En esta ocasión, Gentlemen Broncos nos cuenta la historia de Benjamin Puvis (Michael Angarano), un joven solitario y creativo, que vive con su excéntrica madre (Jennifer Coolidge), cuyo mayor interés es escribir novelas de ciencia ficción. Con ese objetivo acude al 17º Festival Cletus, certamen para jóvenes escritores de este género, donde, aparte de a una joven llamada Tabatha (Halley Feiffer) y su inquietante amigo cineasta, Lonnie (Héctor Jiménez), conoce a su mayor ídolo y prestigioso escritor, Ronald Chevalier (Jemaine Clement), el cual imparte clases y además es jurado del concurso de novelas del certamen. Sin embargo, todo cambia, poco después, cuando descubre que su nueva novela "Los señores de la levadura" ha sido plagiada por su adorado Chevalier, y a su vez, el cineasta más prolífico de la ciudad, al que conoció en el Festival, estrena una infame versión cinematográfica de la misma.
Sobre esta trama, más desatinada de lo que pueda parecer, se nos presenta a una congregación de personajes hiper estrambóticos; en el que, sorprendentemente, el más corriente es el protagonista de la cinta, Benjamin Puvis. A destacar la madre de Benjamin, interpretada por Jennifer Coolidge (Teniente Corrupto), en el papel de una extravagante mujer que intenta ganarse la vida como diseñadora de camisones de lo más rancio; el espeluznante cineasta de la ciudad, Lonnie / Héctor Jiménez (Nacho Libre), con su continua muestra de muecas nauseabundas; Mike White en el papel de Dusty, el "ángel de la guarda" que la madre de Benjamin le consigue porque se ha dado cuenta que no tiene amigos; Jemaine Clement (co-creador y actor de la serie de TV The Flight of the Conchords), como el deleznable y cobarde Ronald Chevalier, afamado escritor en sus horas bajas, y especialmente brilla, Sam Rockwell (Moon), en su doble papel como protagonista de las dos versiones de la novela de Benjamin, en la original como Broncos y en el plagio de Chevalier como Brutus.
Dichas recreaciones (las de la trama de la novela) intercaladas a lo largo de la película, se convierten en lo más caricaturesco del film (que no es fácil), y en un claro homenaje a toda la literatura de ciencia ficción, de novelas de tapa blanda con portadas pulp, de los años 50 y 60. Y es que las referencias culturales en la película son constantes, tanto a la subcultura literaria de la ciencia ficción, ya desde los títulos de crédito, similares a las de su primera película (ver títulos de Napoleon Dynamite), como el homenaje al cine scifi de serie B incluso serie Z, de las películas de Lonnie y las recreaciones de la novela de Benjamin, con decorados y efectos especiales míseros. O las referencias musicales de la magnífica playlist de la banda sonora, compendio de postergados hits de los años 60, 70 y 80, que junto con la música original, compuesta por el habitual en la filmografía de David Gordon Green, David Wingo, y líder del grupo de música pop/folk Ola Podrida, se convierte en uno de los aspectos a resaltar.
Con todo este universo, Gentlemen Broncos, y en general todas las películas de Jared Hess, se enmarcan en el género de la comedia independiente americana, compartiendo parentesco con otras referencias contemporáneas (desde las películas de los hermanos Farrelly hasta las comedias de la llamada Nueva Comedia Americana: Jud Apatow, Ben Stiller, Greg Mottola... Sin embargo, el matrimonio Hess se acerca más a los márgenes, y su estilo, a pesar de sus resultados, se intenta concebir como un "cine de autor", tal vez, más cercano al trabajo de directores como Wes Andersson, Todd Solondz, o incluso, John Waters. En definitiva, sin llegar a ser una obra redonda, ni mucho menos, Gentlemen Broncos consigue entretener y fascinar con un cosmos extravagante, que el tiempo nos dirá, si quedará en nada o se convertirá en "culto".
Independent Spirit Awards 2010. Nominación mejor actor de reparto (Jemaine Clement)
Ficha técnica:
Gentlemen Broncos, EUA, 2009
Dirección: Jared Hess
Producción: Mike White y John J. Kelly
Guión: Jared Hess y Jerusha Hess
Fotografía: Munn Powel
Montaje: Yuka Ruell
Música: David Wingo
Interpretación: Michael Angarano, Jennifer Coolidge, Jemaine Clement, Sam Rockwell, Mike White, Hector Jimenez.